Cómplices de la serpiente
La actualidad informativa es tan volátil que determinados sucesos nefastos pasan más o menos desapercibidos sin que dé tiempo a que la ciudadanía sea consciente de su gravedad. Eso ocurre también a nivel eclesial. Tal o cual personaje puede ocupar durante unos días las portadas de los medios de comunicación religiosos pero el tiempo acaba sacándole de la vorágine de artículos, posts y comentarios de los fieles.
Sin ir más lejos, la noticia de que un juez de la Audiencia Nacional haya citado como testigo a un sacerdote, Félix Placer, por haber convocado una manifestación de apoyo a los terroristas etarras encarcelados, es lo suficientemente grave como para que los católicos de este país hiciéramos todo lo posible para que no quede como un jalón más en el espantoso camino que ha sido recorrido por una parte muy importante de la Iglesia en el País Vasco. Me refiero al grupo de sacerdotes vascos que han dedicado buena parte de su ministerio sacerdotal a apoyar a Eta de muchas maneras. Alguno, hasta el grado de colaborador necesario para cometer un crimen.