Soraya, tenga usted un poco de dignidad y renuncie a dar el pregón
Soraya Sáenz de Santamaría es vicepresidenta del gobierno de España desde que Mariano Rajoy la designó para tan alto cargo a finales del mes pasado. Ella será la que presidirá el consejo de minisitros cuando el presidente esté de viaje o sufra una enfermedad que le impida acudir a dicho consejo. Pero además es ministra de la presidencia y portavoz del gobierno. Es decir, es la que tiene que dar la cara ante los medios y ante la sociedad para explicar lo que el ejecutivo hace y el porqué lo hace.
En su vida privada, Soraya está casada por lo civil con el abogado del Estado Iván Rosa desde 2006. Ambos acaban de tener un hijo. No tengo ni idea de si no se han casado por la Iglesia debido a que no han querido o a que no han podido. No sé si don Iván estuvo casado antes y se divorció o simplemente decidieron que no querían que su unión fuera bendecida por Dios con la Iglesia como testigo. Pero una cosa es segura. Desde el punto de vista de la moral católica, esa unión no es un matrimonio y ambos viven en pecado público. Eso les impide, entre otras cosas, comulgar.