Fellay confirma el "no" al preámbulo tal y como está redactado
“Es cierto que este preámbulo doctrinal no puede recibir nuestro respaldo". Lo puede decir más alto pero no más claro. Mons. Fellay avanzó ayer la negativa de la FSSPX al texto que Roma les pidió que aceptaran para darles una solución canónica dentro de la Iglesia. Ahora bien, el obispo lefebvrista asegura que la nota que acompañaba al preámbulo indica que no es un texto definitivo y puede ser modificado y clarificado. O sea, otra vez a dar vueltas a la noria para ver si llegamos a algún lado.
Como no hay que dudar de las palabras de Mons. Fellay, es bastante probable que nos encontremos con un nuevo ir y venir de reuniones, de notas, etc. Tampoco tiene nada de particular el hecho. Si hay cosas “discutibles” del Concilio Vaticano II, tanto más las habrá en un preámbulo doctrinal. El superior de la FSSPX dice que si se va a exigir un texto para que alguien sea considerado como católico, ahí está el Credo. Lo cual es curiosísimo, porque si hablamos del Credo niceno-constantinopolitano, el mismo es aceptado por un buen número de protestantes y, salvo por la cuestión del filioque -añadido posterior-, por los ortodoxos. O sea, lo mismo Mons. Fellay nos ha descubierto el camino más directo hacia el éxito del ecumenismo. Tendría guasa la cosa.
Bromas aparte, “don Bernardo” repite lo que viene diciendo la Fraternidad desde el principio. El señalar que el CVII es pastoral y no dogmático no es nuevo. Aunque yo siempre he dicho que algo de dogmático debe de tener un concilio entre cuyos textos está la Constitución dogmática Dei Verbum y la Constitución dogmática Lumen Gentium. No creo que la palabra “dogmática” esté ahí de adorno, señores míos.