Tanto llevó César Vidal el cántaro a la fuente...
Ha costado, pero por fin ha quedado claro que en Libertad Digital había mucha gente con ganas de replicar a don César Vidal. La verdad es que treinta artículos llenos de proselitismo sectario protestante, de calumnias y difamaciones contra la Iglesia Católica y contra los españoles, de ataques contra las raíces espirituales que han forjado esta nación, son motivo más que suficiente como para que muchos de los que forman parte de ese medio de comunicación estuvieran con un “picor” insoportable en las manos. Y en cuanto les han puesto la pomada de la libertad -cosa imprescindible si uno lleva Libertad en el nombre- se han lanzado con alegría y desparpajo a poner a Vidal en su sitio.
Sé cuándo y de quién partió la orden de “vía libre para replicar a César", pero eso es ya lo de menos. Lo importante es que un medio de comunicación que es leído por multitud de católicos ha optado por no seguir siendo una Atalaya (*) donde solo tiene cabida el anticatolicismo más radical. Es decir, el señor Vidal podrá seguir publicando más capítulos de su cruzada pro leyenda negra contra España y la Iglesia, pero al menos le responderán en la misma web.
Eso es lo que ha ocurrido tras su último artículo “De Ibis y otras exenciones”, en el que vuelve a asumir las tesis de la izquierda anticlerical de este país. Y pretende hacerlo apoyándose en el Nuevo Testamento, como si el Señor Jesucristo y los apóstoles se hubieran dedicado a tratar el asunto de las exenciones fiscales.