El National Catholic Reporter es, sin duda, el medio de comunicación del “catolicismo” progre-liberal más influyente de EE.UU. O sea, para que se hagan ustedes una idea, es como el portal digital español de las viñetas blasfemas, pero sin blasfemias ni obsesiones enfermizas contra el cardenal Rouco y otros obispos.
Si uno quiere saber por dónde respira el mundillo del progre-eclesialismo yankee, tiene que darse un paseo por la web del NCR. Pues bien, ahorita mismo tienen como cabecera el siguiente artículo de la teóloga Jamie L. Manson:
Time to face facts: Pope Francis agrees with the doctrinal assessment of LCWR
Traducido: “Es tiempo de afrontar los hechos: el Papa Francisco está de acuerdo con la evaluación doctrinal de la LCWR”. O sea, esta buena gente ha llegado a la conclusión de que el papa argentino no tiene la menor intención de dar vía libre a las religiosas heterodoxas de Estados Unidos. Y que, al contrario, desde que accedió al papado no ha hecho otra cosa que reforzar al que ellas consideran su principal “castigador": el cardenal Müller.
Dado que el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe tuvo a bien dirigir a las religiosas de la LCWR el discurso más duro que se recuerda de un prefecto de dicho dicasterio en el último medio siglo y no parece que nadie le haya “tosido” por ello, el progre-eclesialismo estadounidense ha asumido que el cardenal alemán está dispuesto a llegar hasta donde haga falta para acabar con la disidencia eclesial de esas religiosas.
La autora del artículo hace referencia a unas declaraciones del papa Francisco en junio del año pasado, en las que dirigiéndose a los responsables de la vida religiosa del continente americano, les dijo que si les llegaban una carta de Doctrina de la Fe pidiéndoles que aclararan tal o cual postura “…no se preocupen. Expliquen lo que tengan que explicar y sigan adelante“. Los progres pensaron que el Papa les estaba diciendo que importaba un pimiento lo que hiciera el dicasterio que promueve y defiende la sana doctrina y que los heterodoxos podían seguir adelante como si tal cosa. Pero no, el Santo Padre les pidió que explicaran o aclararan lo que fuera menester, lo cual no quiere decir que si las explicaciones y aclaraciones no convencen a Doctrina de la Fe, toca decir aquello de “aquí paz y después gloria".
En relación a las religiosas de la LCWR no hay ni paz ni gloria, ni acuerdo, ni otra cosa que no sea la desobediencia abierta por parte de ellas. Y eso no hay Papa que lo pueda consentir. De hecho, Manson recuerda que el cardenal Müller usó en su discurso una frase en latín “sentire cum ecclesia” que el Papa había pronunciado en mayo del año pasado en su discurso a la Unión internacional de superioras generales. Cito:
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