InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Persecución a los cristianos

7.02.25

Apadrina a un converso

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:

Y Jesús se acercó y les dijo: “Se me ha dado toda potestad en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo cuanto os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo".
Mateo 28,18-20

La Iglesia de Cristo ha sido, es y debe ser misionera. Recibió del Señor el mandato de predicar el evangelio por todo el mundo, haciendo discípulos y bautizándolos. Ahora bien, aunque todos debemos ser testigos del señorío de Cristo allá donde estemos, no todos hemos sido llamados a evangelizar a las naciones. Como bien enseña el apóstol:

Él constituyó a algunos como apóstoles, a otros profetas, a otros evangelizadores, a otros pastores y doctores
Efe 4,11

El P. Federico Highton ha sido constituido sacerdote y misionero por el Señor. Lleva años llevando el evangelio allá donde casi nadie llega. Sigue los pasos de tantos otros que hicieron lo mismo a lo largo de veinte siglos de historia de la Iglesia. Evangeliza y bautiza, aunque ello ponga en peligro su vida. En ocasiones se encuentra un Cornelio o un eunuco etíope a los que el Señor ya ha puesto en el camino de la salvación. En otras él mismo es instrumento de conversión. Y en todas administra el agua bautismal que convierte en hijo de Dios al que la recibe.

Dice el Catecismo de la Santa Madre Iglesia que “en la medida de lo posible, a quien va a recibir el bautismo se le ha de dar un padrino, cuya función es asistir en su iniciación cristiana al adulto que se bautiza… y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo” (CIC 872).

No todos podemos ser misioneros, pero todos podemos ser padrinos. Todos podemos colaborar con la labor de quienes, como el P. Federico, llevan las almas a los pies de Cristo. Encontrar un padrino allá donde el cristianismo está presente es relativamente fácil. Pero la cosa cambia cuando los que van a bautizarse viven en tierra de misión. Tanto más si lo hacen en aquellos lugares del mundo donde convertirse a Cristo pone en peligro sus vidas. El padrino no es imprescindible para el bautismo, pero si cumple la misión que recibe, puede ayudar mucho en la vida del bautizado. 

Es por ello que, de acuerdo con el P. Federico y bajo su dirección, ponemos en marcha “Apadrina un converso". La idea es contar con “un ejército de padrinos y madrinas en lista de espera". Cada vez que produzca fruto la labor misionera del P. Federico, o de otros sacerdotes que puedan unirse a su ministerio, habrá fieles dispuestos a asumir la condición de padrinos de quienes se bauticen. Como será imposible la presencia física en el lugar del bautizo, se intentará retransmitir la ceremonia por internet. Y en todo caso, habrá alguien que ocupe el lugar de la persona que vaya a ejercer de padrino. Aunque la mayor parte de los que se bauticen serán adultos, también habrá familias enteras con niños que lo hagan, tal como ocurrió en los primeros tiempos de la Iglesia (Hch 16,15-33).

¿A qué se compromete el padrino de un converso?

1- A rezar por él. No siempre somos conscientes de la importancia de la oración, pero la Escritura dice que “la oración eficaz del justo puede mucho” (Stg 5,16).

2- A mantener, si ello es posible, algún tipo de contacto a lo largo del tiempo. Ni que decir tiene que no es fácil comunicarse con quienes viven allá donde estas palabras de San Pablo se hacen realidad: “todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús serán perseguidos” (2 Tim 3,12). Pero internet facilita las cosas. Y el idioma no tiene por qué ser una barrera, dado que existen cada vez mejores traductores gratuitos a disposición de todos.

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31.10.18

Sigamos rezando por Asia Bibi

Desde el primer momento estuvo claro que Asia Bibi era inocente de las acusaciones de blasfemia contra el Islam. Desde el primer momento se vio que había contradicciones evidentes en sus acusadores. Pero en muchos jueces de Pakistán había más temor a los fundamentalistas que la querían muerta que respeto por la justicia.

Tras largos años de cautiverio -que esos nadie se los va a devolver- el Supremo del país asiático ha decidido ponerla en libertad. Se cumple aquello de “más vale tarde que nunca", pero nadie piense que ha acabado esta pesadilla para Asia y su familia. Es evidente que la única manera de asegurar su plena libertad es que salga del país. Da un poco igual hacia dónde. España, cualquier país europeo, Estados Unidos o allá donde tenga garantías -que nunca serán totales- de que no será objeto de represalias por el fundamentalismo islámico.

La presión internacional durante todos estos años ha sido importante y parece que ha ayudado a llegar a la situación actual. Pero como Asia hay muchos otros casos de cristianos que son víctimas de una ley que es usada no para proteger la religión islámica sino para perseguir a los que osan ser cristianos en un país como Pakistán.

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2.02.18

Hacia la dictadura del pensamiento único en España

Afirmar que la II Republica fue un instrumento de opresión de la Iglesia en España, que la izquierda de entonces era, como poco, tan golpista como los que finalmente se levantaron contra dicho régimen, y que dicho levantamiento evitó la práctica aniquilación del catolicismo en este país, va a ser un delito penado con cárcel si se aprueba el nuevo proyecto de ley de Memoria Histórica que ha presentado el PSOE. Un PSOE que es precisamente hijo político de aquella izquierda asesina que llenó este país de mártires.

A la izquierda, y a la derecha parlamentaria cómplice, no le basta con adoctrinar a nuestros hijos en materia moral, robando el derecho de los padres en esa materia. No le basta con atentar contra la libertad religiosa con leyes de ideología de género que atentan contra el ideario de los pocos colegios auténticamente católicos qe quedan. No le basta con reabrir heridas que se supone que quedaron cerradas en la Transición. Ahora quiere también imponer el silencio a todos aquellos que osan contradecir las mentiras que ellos sostienen sobre la historia de este país en el siglo pasado.

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28.12.16

Apoyar a Educatio Servanda es un deber moral

Por primera vez en España un gobierno autonómico ha multado al director de un colegio católico por cometer la osadía de criticar una ley que impone la ideología de género en todos los centros educativos, públicos y privados. Que ese gobierno sea del Partido Popular indica, una vez más, que esa formación política, lejos de ser un mal menor en todo lo que tenga que ver con la ingeniería social de origen masón y anticristiano, es un elemento activo, fundamental, en el avance de la perversión moral de este país.

La medida del gobierno de la señora Cifuentes atenta contra tres derechos: el de la libertad de expresión (art 20 de la Constitución), el de la libertad religiosa (art, 16) y el del derecho de los padres a que sus hijos sean educados conforme a sus creencias (art. 27.3).

Efectivamente, es la primera vez que en este país, criticar una ley acaba en multa. Y es la primera vez que en este país la defensa de los valores morales de la fe católica -y de otros cristianos no católicos-, se sanciona administrativamente por un gobierno. Ya hemos tenido otras ocasiones en las que ser católico ha supuesto una clara discriminación. Es el caso del juez Ferrín Calamita y el juez Serrano -este con final feliz-. Pero hasta ahora nos habíamos librado de ser perseguidos por el poder político.

La persecución contra los cristianos no siempre tiene carácter sangriento. También se les persigue cuando se les imponen leyes inicuas, injustas y que atentan contra su derecho a defender su fe para sí mismos y para sus hijos.

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28.11.16

No es necesario volver a traicionar a Cristo en China

Prácticamente todo el mundo sabe, incluso los no creyentes, cómo fue la conversión de San Pablo. Aparece en el libro de Hechos:

Saulo, respirando todavía amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a traerse encadenados a Jerusalén a los que descubriese que pertenecían al Camino, hombres y mujeres.
Mientras caminaba, cuando ya estaba cerca de Damasco, de repente una luz celestial lo envolvió con su resplandor.
Cayó a tierra y oyó una voz que le decía:«Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?».
Dijo él:  «¿Quién eres, Señor?».
Respondió: «Soy Jesús, a quien tú persigues.
Hech 9,1-4

De ese relato hay un aspecto que debemos tener muy en cuenta. Quien persigue a los cristianos, persigue al mismo Cristo. El propio Señor lo deja muy claro. San Pablo estaba en plena campaña de acoso, derribo y aniquilación contra los discípulos. Y era bastante existoso. Cuando Cristo le tira al suelo, le dice que es a Él a quien está persiguiendo. Y el mismo Dios que permitió que Saulo persiguiera a su Iglesia le convirtió, por su gracia, en su apóstol más fructífero. 

Lo que vemos hoy en muchas partes del mundo, allá donde los cristianos son maltratados, secuestrados, encarcelados, torturados y asesinados, es exactamente lo mismo. Son la gloria de la Iglesia estén donde estén. No hay nada más precioso a los ojos de Dios que nuestros mártires y confesores.

La dictadura comunista china está llenando el cielo de hijos de Dios que han pasado toda una vida siendo fieles a Cristo en medio de la persecución. Y no sólo a Cristo sino a su Vicario. Obispos, sacerdotes y seglares han preferido afrontar la cárcel antes que unirse a la “Iglesia” patriótica que controla y maneja la dictadura comunista. 

Es por ello que esos cristianos ven con espanto la posibilidad de que desde Roma, precisamente la sede del Vicario de Cristo, se quiera pactar con sus perseguidores. Lo ven, con razón, como una traición. Esperemos que la misma no se produzca. Los argumentos a favor del pacto/traición son siempre atrayentes. Nos los quieren vender como algo positivo, como algo que ayudará al crecimiento de la Iglesia en el gigante asiático. 

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