Qué bien se reparten los papeles
En lo referente al ataque al catolicismo en este país, vamos a asistir en los próximos años a una comedia dramática en la que los papeles están perfectamente repartidos. IU, ERC y el BNG son los malos sin sesera que cumplen en el Congreso el rol de burros entrando en una cacharrería. Si por ellos fuera, los católicos quedaríamos reducidos al estatus de parias a los que el Estado permite, graciosamente, celebrar el culto y poco más. Dicen que quieren acabar con los “privilegios” de la Iglesia en financiación, en la enseñanza de la religión, en el régimen de conciertos con la enseñanza privada (¿visteis, queridos hermanos de la FERE?) y en materia fiscal. Eso, de momento.
Lo más curioso es que pretenden que el resto de religiones tengan los mismos derechos. Bien, en principio los católicos no nos oponemos a eso, aunque algunos tenemos verdadera curiosidad por saber lo que ocurriría si en España admitiéramos la poligamia aprobada por el Islam o la propia sharia como norma para las relaciones entre los musulmanes. Nadie piense que esto último es una locura porque ya propuso algo parecido ese gran y nunca bien ponderado líder que tienen los anglicanos y que se llama Rowan Williams, arzobispo de Canterbury y druida en sus ratos libres.