Julián Moreno, blogger de Religión Digital, nos confirma hoy en su blog que el sacerdote Manel Pousa pagó al menos un aborto a una chica “desesperada". Nos cuenta Julián:
Al parecer el cura en cuestión se encontró un día con una joven parroquiana, la cual estaba en una situación verdaderamente lamentable, y que tras sopesar otras posibilidades, no le quedó otro remedio que darle parte del dinero para costear la intervención. Hasta donde ha podido saber este amigo, la chiquilla estaba verdaderamente desesperada. Hay quedó la cosa, más sobre ella no se puede saber más porque el cura en cuestión hace lo imposible por evitar que trascienda dato alguno que la identifique.
Hasta donde yo sé, nadie ha intentado ni intentará averiguar la identidad de esa joven. Jamás debió abortar pero Dios es fiel para perdonarla si se arrepiente. Más culpa tiene el que, siendo cura, en vez de llevarla a cualquiera de las asociaciones provida que hacen lo indecible para ayudar a las embarazadas en problemas, decidió pagarle el aborto.
Pero a lo que vamos: se confirma que Pousa pagó al menos UN aborto. Él afirmó en el Periódico haber pagado ABORTOS. Es decir, probablemente ese no haya sido el único caso, aunque con uno ya es suficiente para estar automáticamente excomulgado.
Pero Julián, o su fuente, va más allá y nos da detalles de lo que hizo el cardenal Sistach:
El arzobispo Lluis Martínez le hizo llamar, le interrogó acerca de esto, y le exigió que esto no volviera a ocurrir nunca más o sino le suspende. Y ahí quedó la cosa, Lluis Martínez corrige a su sacerdote.
Si eso es cierto, está claro que el cardenal Sistach SABE que el cura pagó abortos. Y que se conformó con decirle que no volviera a hacerlo. Hombre, ¡¡¡FALTARÍA MÁS!!!, estaría bueno que el cardenal le dijera: Manel, tú a lo tuyo. Sigue pagando abortos cuando lo creas oportuno.
No, señores, vamos a ver si queda clara una cosa. Lo que hizo Pousa la Iglesia lo pena con la excomunión. Eso no es discutible. Sencilla y llanamente ES. Y la Iglesia no dice que basta con no volver a hacerlo para levantar la excomunión. No, hay que ARREPENTIRSE de haberlo hecho. Y si se ha “presumido” públicamente de haber pagado abortos, público ha de ser el arrepentimiento. Si hay escándalo público, y eso es evidente, pública ha de ser la reparación. No hace falta ser cardenal para saber eso. No hace falta ser arzobispo para entender eso. No hace falta ser obispo para comprender eso. No hace falta ser cura para estar de acuerdo con eso. Ni diácono ni seglar. Sólo hace falta sentido común para afirmar eso.
Y ahora, nos preguntamos: ¿Se hará eco L´Osservatore romano de esta noticia?, ¿informarán de que en Barcelona un cura ha pagado abortos y que su cardenal se conforma con pedirle que no lo haga más?, ¿qué opina el cardenal secretario de Estado de este asunto?, ¿lo conoce el Papa?; ¿y De Prada? ¿tiene algo que decir?; ¿ tienen algo que decir en Forum Libertas y e-cristians?
Seguiremos esta noticia hasta que se dé una solución medianamente aceptable. Ahora no nos vale con que se niegue lo que se hizo. Ya sabemos que Pousa pagó para que un ser humano fuera aniquilado en su seno materno. No nos hace falta conocer los datos de la madre ni de la clínica abortiva -aunque tendría su aquel que fuera del doctor Morín-. Lo que queremos es que se cumpla lo que la ley de la Iglesia marca para estos casos. Es lo menos que se puede en honor a esa vida, o vidas, humana que no pudo ver la luz del sol.
Monseñor Sistach, en su tejado sigue estando la pelota.
Luis Fernando Pérez Bustamante