La Alianza Evangélica Española parece dispuesta a declarar la guerra al estado español, a la Iglesia Católica en España, a la mismísima Casa Real y a todo lo que se le ponga por delante y que tenga que ver con las víctimas del accidente de Barajas, entre las cuales, ¡mira que es mala suerte!, había un evangélico. Parto de un hecho. Tienen razón en cuando dicen que las “autoridades deberían acudir igualmente al culto `in memoriam´ por la víctima protestante del accidente de Barajas, que se celebrará en Madrid y al que han sido invitadas". Lo que ocurre es que dado que todavía no se ha celebrado dicho culto, y por tanto las autoridades no han tenido oportunidad ni de ir ni de no ir, no sé a qué viene entonces tanto jaleo. Zapatero podría enviarles a De la Vega o a cualquier ministro. Qué menos que al secretario de estado de asuntos religiosos. Por la Casa Real podría ir la princesa Elena, que vive en Madrid y no le costará asistir al acto. Y por el ayuntamiento podría ir el mismísimo alcalde, aunque me temo que Gallardón debe de estar preguntándose si merece la pena ir con quienes han lanzado una clara amenaza contra la candidatura olímpica de la capital de España a los JJOO del 2016. No exagero, no. Lean ustedes:
“En el caso concreto del Ayuntamiento de Madrid, creemos que sería importante que una ciudad candidata a la organización de unos Juegos Olímpicos demostrase ante la sociedad europea e internacional, con amplia presencia protestante, haber superado la imprescindible transición religiosa que dejó como deuda el nacionalcatolicismo”
¿Han visto cómo se las gastan estos “cristianos"? Ojo Gallardón, que como no vayas al culto, lo mismo los evangélicos españoles te montan un pollo en Europa y el mundo entero. No hace falta que le diga, señor alcalde, que el universo está movilizado contra la falta de libertad religiosa en China, lo cual ha impedido que se hayan celebrado allás las Olimpiadas, así que ándese con ojo que como Llaneras, Tarquis y los suyos se cabreen, adiós a los Juegos en Madrid.
Por supuesto, para no perder la tradicional inquina contra el catolicismo de un sector muy importante del protestantismo español, la AEE atiza un palo en todas las costillas de la Iglesia Católica en España. Dicen:
En el caso concreto de la Conferencia Episcopal Católica, además pediremos que las Alianzas Evangélicas Europea y Mundial hagan constar en todos los foros europeos e internacionales de diálogo interreligioso la actuación monopolizadora, arrogante y totalmente alejada del diálogo en su actuación con los cristianos evangélicos españoles. Hechos como el presente reafirman que las conversaciones interreligiosas que se vienen celebrando con la Iglesia católica en España no son más que actos de cara a la galería, que la realidad contradice.
Nótese dos cosas:
1- No hablan de ecumenismo sino de diálogo interreligioso. El mismo sólo se da entre religiones no cristianas. Así que da toda la sensación de que estos evangélicos no consideran cristiana a la Iglesia Católica en España. Nadie se sorprenda de ello. Eso es precisamente lo que muchos protestantes creen de los católicos. Nosotros les llamamos hermanos separados. Ellos tienden a considerarnos idólatras a los que hay que evangelizar para que salgan de la Gran Ramera que es Roma. No digo que esa idea sea mayoritaria entre ellos pero está muy lejos de ser muy minoritaria.
2- Que el cardenal de Madrid celebre un funeral por las víctimas de Barajas es una actuación “monopolizadora, arrogante y contraria al diálogo con los evangélicos". Y se quedan tan anchos estos muchachos. Si usted celebra un funeral es que no tiene vergüenza y le vamos a denunciar a nuestros hermanos europeos para que se chiven en todas partes. Pobre Rouco. No ha hecho sino aquello que el sentido común le dicta hacer y se le echan encima estos “hermanos". Como si él se opusiera a que las autoridades vayan al anunciado culto protestante. Como si dependiera de él la decisión de Zapatero, el Rey y Gallardón.
La verdad es que tras leer el comunicado de la AEE, estamos en el derecho de opinar que aunque a estas gentes les asiste la razón al pedir que las autoridades les hagan caso, en realidad ellos están aprovechándose de la muerte de más de 150 personas, una de ellas de su fe, para ajustar cuentas con la España católica, Franco incluido. No pueden disimular su odio y desprecio hacia el catolicismo. Está en sus genes. Son fieles hijos de la Europa de las guerras religiosas del siglo XVI. El espíritu de aquella época permanece en los representantes de la AEE. Allá ellos si consideran que esa es la mejor forma de ser cristiano en España en el siglo XXI. Más bien pienso que lo único que el protestantismo evangélico español consigue con este tipo de comunicados es lograr que muchos españoles los tachen de fanáticos exaltados. Si yo fuera evangélico sensato, y sé que los hay, les exigiría para empezar que no se arroguen una representación que no les corresponde. Y después les enviaría un par de cajas de Valium. Les hace falta.
Luis Fernando Pérez Bustamante