Hasta ahora no me he pronunciado en este blog sobre la cuestión del conflicto “Lumen Dei". Y no digo conflicto “en” o “de” Lumen Dei, sino conflicto “Lumen Dei", porque es obvio que si en una asociación privada de fieles que apenas cuenta con seiscientos y pico miembros, un número muy importante de los mismos se ha tirado literalmente al monte, el problema no son esos miembros sino la propia asociación en sí.
Parto de un hecho que en mi opinión no admite discusión. Me fío infinitamente más del criterio de Monseñor Sebastián que del de todos y cada uno de los miembros de Lumen Dei que están protagonizando el escándalo más patético de los últimos meses. Yo tengo ya pocas dudas de que buena parte de la Unión era una secta. Así, con todas sus letras: s-e-c-t-a. Por respeto a la persona del fundador de la Unión, me limitaré a decir del mismo que como mínimo demostró una más bien escasa capacidad de discernimiento a la hora de elegir a sus “sucesores". Sabiendo lo que sé de él, no creo que quepa atribuirle ni de lejos lo que sus “hijos espirituales” están demostrando ser. Pero fundador aparte, la abierta rebeldía de un sector de la Unión contra el Comisario Pontificio, al que están faltando al respeto de una forma MISERABLE, demuestra que Roma tenía toda la razón al intervenir esa asociación.
Pero voy más allá. El comportamiento de Roma en los dos últimos meses está siendo de una irresponsabilidad manifiesta. Yo no sé a qué mente privilegiada se le ocurrió elegir a Monseñor Sebastián como el candidato idóneo a encargarse de este marrón. Don Fernando estaba la mar de tranquilo en su retiro tras largas década de servicio al Señor y la Iglesia como pastor de almas. Por supuesto, obedeció y aceptó lo que Roma le pidió. Es decir, ha hecho lo que los rebeldes de Lumen Dei no están dispuestos a hacer. Pero, ¿es mucho pedir que la Roma que metió a don Fernando en este jaleo tenga el “detalle” de apoyarle públicamente ante los ataques furibundos de los sectarios que le atacan y ponen en solfa en los medios de comunicación? A ver, señores, ¿quién hay en la Santa Sede responsable de esta cuestión?, ¿dónde está?, ¿ha venido ya de las vacaciones?, ¿está missing?, ¿no sabe o no contesta?
Leer más... »