Reseña del último libro de Pagola por José Antonio Sayés
Me alegro mucho de poder ofrecer a los lectores de este blog la reseña que acaba de escribir el teólogo José Antonio Sayés sobre el último libro de José Antonio Pagola, “Creer, ¿para qué? Conversaciones para alejados“
Una experiencia de Dios que no es cristiana
Acaba de publicar Pagola una nueva obra que lleva por título “Creer, ¿para qué? Conversaciones para alejados” (PPC 2008). La obra va dirigida a aquellos que por diversos motivos han abandonado últimamente la fe que recibieron de niños por pensar que es inservible. Han crecido en conocimientos y en cultura al mismo tiempo que han perdido la fe. Quizá han sido maltratados por la vida o han sufrido por el comportamiento de la Iglesia; pero la verdad es que se han quedado sin camino, viven sin buscar y se cierran en sí mismos. Pero la solución no está en volver a la fe de niños sino en descubrir a Dios de una forma nueva encontrándolo como amigo. Necesitan vivir cada mañana como un regalo de Dios, sentirse perdonados por él y poseer una luz frente al mal. Necesitan a Dios para sentir el consuelo en medio de la depresión.
Pero esta vuelta a Dios no se puede hacer desde pruebas o argumentos, pues la fe no brota así en nuestro corazón (24). La fe nace de confiar en Dios como amor para poder sentir la vida como un regalo. Hay que vivir a Dios desde la experiencia interior, creer que Alguien ha pensado en mí, que Alguien busca mi bien, creyendo al mismo tiempo que el mal y la injusticia no tienen la última palabra. Creer en esto conduce a una vida más humana y dichosa porque limpia la mente de egoísmos, porque Dios anima a caminar después de los fallos. Y es que si el hombre no cree, se busca ídolos que le aprisionan. Pero la fe no se hace a base de ideas o fórmulas sino a base de limpiar el corazón de superficialidad e indiferencia. Lo importante es la propia experiencia: «Para confiar en Dios es importante la propia experiencia. No necesitarás que otros te hablen mucho. Si tú ves que Dios te ayuda a vivir de manera más digna; si experimentas que te da fuerzas para enfrentarte a los problemas de cada día; si sientes que te impulsa a ser más humano y generoso; si te hace pensar más en los que sufren… en una palabra si Dios te hace bien, la fe irá creciendo» (35).