Jornada diocesana de pastoral en Huesca
Esta mañana la he pasado en la Jornada Diocesana de Pastoral de la Iglesia en Huesca. Desde que estoy en tierras oscenses, y va ya camino de la década, he asistido unas 6 veces a este tipo de jornadas. La de hoy ha sido la más concurrida de todas en las que he estado. Eso en sí es ya un buen dato. Tras la oración inicial ha tomado la palabra nuestro obispo, monseñor Sanz Montes, al que yo ya llamo el “monseñor pluriempleado". Tiene a su cargo dos diócesis, la presidencia de una comisión nada “cómoda” en la CEE, trabajo en San Dámaso y, por si fuera poco, el Papa le pidió hacerse cargo de la dirección de Lumen Dei, lo cual, como nos ha dicho hoy, es como si le hubieran dado otra diócesis. No por la cantidad de fieles a su cargo en esa asociación de fieles pero sí por el trabajo que da. Don Jesús le dijo al mismísimo Papa cuál era su situación, pero el Santo Padre decidió que, aun así, debería de hacerse cargo de esa tarea eclesial. La cual, dicho sea de paso y aunque no puedo dar detalles, va por buen camino.
Y precisamente esa ha sido la razón por la cual no se puede llevar a cabo la puesta en marcha este año del sínodo diocesano, que el propio obispo dijo hace doce meses que tenía intención de convocar. Don Jesús ha pedido comprensión. Las caras que yo he visto eran más bien de resignación, pero hay más días que longanizas y quizás el año próximo podamos abordar ese sínodo, sea con don Jesús al frente de nuestra diócesis o sea con otro pastor si es que alguno de los infinitos, y nunca realizados, rumores sobre su traslado a otros destinos se cumple. Sospecho, aunque no deseo, que más pronto que tarde le pondrán de pastor de una diócesis o archidiócesis más “poblada” -importantes lo son todas-, pero eso depende de Roma.