España: Los terroristas ríen, las víctimas lloran
La Audiencia Nacional excarceló ayer a otros nueve etarras sin esperar a que el Supremo se pronunciara sobre la manera en que España ha de abordar la sentencia de Estrasburgo sobre la doctrina Parot (*). No voy a entrar a valorar jurídicamente esa sentencia, entre otras razones porque no he estudiado derecho. Pero moralmente sí tengo algo que decir. Cuando un juez interpreta la ley en beneficio de un asesino, ¿a quién sirve?.
El problema es que el juez español en Estrasburgo era la mano ejecutora de Rodríguez Zapatero, anterior presidente de gobierno, quien cometió la traición de pactar con la banda terrorista. Su sucesor, Mariano Rajoy, no está haciendo otra cosa que seguir la hoja de ruta marcada.
Todo lo que está pasando en España en estos últimos días puede ser muy legal, muy conforme a derecho y muy todo lo que se quiera. Pero la realidad es que hoy los etarras brindan con champán y sus víctimas lloran. Si eso es justicia, ¿a qué llamaremos injusticia?
Este país ni siquiera serviría como ejemplo para que Cristo predicara una de sus parábolas: