Shabbaz Bhatti, mártir
Pocos cristianos albergarán duda alguna de que en el cielo hay un nuevo mártir desde que el miércoles un grupo de terroristas islámicos asesinara a Shahbaz Bhatti, ministro paquistaní para las minorías religiosas. Y si alguien no lo tiene del todo claro, debe ver el vídeo en el que el mártir católicodeclara abiertamente su disposición a morir por Cristo y por su Iglesia. Su testimonio es impactante, profético y propio de un santo. Aunque no está de más recordar que todos los cristianos estamos llamados a derramar nuestra sangre por Cristo si las circunstancias de la vida nos llevan a ello.
Lo cierto es que lo que está ocurriendo en Pakistán demuestra lo que, al menos a día de hoy, diferencia al cristianismos del Islam. Los mártires cristianos mueren asesinados a manos de sus enemigos. Los “mártires” musulmanes mueren matando inocentes. El cristianismo nace en la cruz, lugar de tormento y a su vez de redención. Y se confirma en la tumba vacía del Resucitado. El Islam nace de un conjunto de conquista militares. Y su fundador sigue enterrado bajo tierra. Cristo vive. Mahoma está muerto.