La estafa de Masiá es la estafa de la Compañía de Jesús y de la Santa Sede
Allá por febrero del año 2009 escribí un post titulado “Masiá no puede continuar ejerciendo el sacerdocio ni un minuto más”. La razón era que el jesuita había manifestado públicamente su apoyo a dejar morir a Eluana Englaro retirándole la comida y la hidratación.
Han pasado, pues, más de 11 años -más de seis millones doscientos mil minutos- y este señor sigue siendo sacerdote y jesuita. La lista de herejías y barbaridades que ha sostenido en público desde entonces no ha hecho sino crecer. Es proabortista radical, pro-eutanasia, pro-divorcio y gusta de arremeter contra los dogmas marianos.
Sin embargo, todo eso palidece ante lo último que nos ha revelado este señor. Resulta que ha presumido de dar los sacramentos a moribundos a través de un teléfono móvil. Lo ha hecho varias veces en los últimos años.
Ni que decir tiene que no hubo sacramento en ninguna de esas ocasiones. Y ahí es donde está el problema. Esos fieles, que estaban ante el trance de abandonar esta vida, fueron literalmente estafados por este sujeto, al que ni su orden religiosa ni la Santa Sede han tenido la decencia de retirar del ministerio sacerdotal a pesar de saber quién es, qué cree y qué difunde a través de los medios de comunicación. Ahora también saben lo que hace con los sacramentos.
Creo sinceramente que el Señor no habrá dejado de su mano a esos fieles estafados. Supongo, aunque no lo sé con certeza, que se les podrá aplicar lo del bautismo de deseo pero en relación a esos sacramentos. Lo que sí es seguro es que cada minuto que pasa con este señor ejerciendo el sacerdocio, se ponen en peligro muchas almas. Y eso es responsabilidad directa tanto de la Compañía de Jesús como de la Congregación para la Doctrina de la Fe (que ayer recibió cumplida información de esta nueva hazaña de Masiá) como de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, al frente de las cuales están, respectivamente, el también jesuita Cardenal Luis Ladaria y el focolar Cardenal João Braz de Aviz.
Las posibilidades que hay de que algo que no se solucionó durante el pontificado de Benedicto XVI se solucione en esta fase del pontificado de Francisco me parece escasísimas, por no decir nulas. Es muy probable que este señor siga burlándose públicamente de la fe de la Iglesia y estafando sacramentalmente a los desdichados fieles que caigan bajo su perversa influencia. Pero quede claro que su estafa tiene cómplices necesarios, tan responsables o más que él mismo: la Compañía de Jesús y la curia romana.
Por último. Quien es cómplice del mal puede tener toda la autoridad legal, canónica, civil y religiosa que quiera. Pero autoridad moral, ninguna. Y sin autoridad moral, sin caridad hacia los fieles víctimas de los lobos como el ciudadano Masiá, el resto de la autoridad es mero autoritarismo cuando no tiranía.
Exsurge Domine et iudica causam tuam
Luis Fernando Pérez Bustamante
38 comentarios
2. Las obsesiones de Masiá son las típicas de cualquier cura modernista: desmitificación de la fe, sobre todo en lo tocante a los dogmas marianos, reducción de los sacramentos, etc. La diferencia de Masiá, quizá, es que es más histriónico y ha dado algún paso más en la aceptación de la cultura de la muerte; en este punto, los sacerdotes modernistas suelen ser más comedidos que el jesuita.
3. Ni me sorprende lo que ahora dice Masiá, ni me parece lo más grave. En su antiguo blog de RD más de una vez criticó la visión "fisicalista" del Sacramento de la Eucaristía. Y no sólo eso, sino que aseveró abiertamente que había dado la comunión a no católicos. No sé si lo presente es peor que aquel sacrilegio.
4. Masiá dice abiertamente lo que piensa y hace. Pero puedo asegurar con certeza que no es el único que hace estas cosas. Lo que pasa que otros curas de su generación, especialmente jesuitas, son más prudentes que él.
para que le de alguna medalla o un puesto mas relevante!!!
PD: "cinismo off". ¡¡¡Ven Señor Jesus y salvanos!!!
Pareciera que hoy, en estos tiempos sombríos, no sólo los herejes contumaces sino la inmensa mayoría de católicos, lo hubieran olvidado.
Simplemente tiene que recomendar al enfermo que busque un sacerdote que lo haga.
Hace algunos meses, quizás un par de años, se cuestionaba si nos encontrábamos en la apostasía final, breve recuento: "sacerdotes" como Mesiá estafadores y herejes, gobiernos nefastos e incapaces, como los de México y España, un pontificado para el olvido, laboratorios chinos que trabajan con coronavirus insertando cadenas provenientes de murciélagos, la OMS actuando mas como agente político que para la protección de la humanidad previniendo pandemias, negándose a hablar con Taiwan, eliminando la homosexualidad de la lista de enfermedades, etc.
No se si será el fin del mundo.... pero comienza a tener cierto parecido.
Esos fieles, que estaban ante el trance de abandonar esta vida, fueron literalmente estafados por este sujeto, al que ni su orden religiosa ni la Santa Sede han tenido la decencia de retirar del ministerio sacerdotal a pesar de saber quién es, qué cree y qué difunde a través de los medios de comunicación. Ahora también saben lo que hace con los sacramentos.Pues nada mejor que la cita que transcribiste en tu artículo anterior:
Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.Y es así, tanto la Orden de los Jesuitas como la Santa Sede a través de su silencio e inacción, son cómplices de las abominaciones (no creo estar errado al usar este calificativo con alguien que defiende el aborto, la eutanasia, el divorcio y se complace en menoscabar a la Santísima Virgen) de este señor, que es cualquier cosa menos sacerdote de la Iglesia Católica.
2 Jn 1,9-11
Ahora, no me digan que los supuestos fieles que le pidieron confesión in extremis y aceptaron que lo hiciera por móvil no se las traían también. Vamos, cualquier católico en peligro de muerte con dos dedos de frente llama a un cura para que lo confiese y éste le responde que vaya diciendo, y lo más educado que le sale es colgarle después de decirle que no tiene tiempo de contarle la vida a nadie por teléfono. Y llama a otro cura. Si es que esos supuestos fieles no son otros demonios como él, en cuyo caso han tenido la confesión que merecen.
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LF:
Recemos por sus almas. Es lo mejor que podemos hacer. Solo Dios sabe lo que había en sus corazones. No es tan "fácil" salir del error cuando gran parte de tu vida te han formado en el error.
Además de un Papa, también existe toda una institución dedicada a la persecución de herejías, que es la Congregación para la Doctrina de la Fe, que dispone de suficientes recursos y personal como para actuar diariamente contra 500 Masiás.
Si los de la CDF no hacen su trabajo porque se han apesebrado en la dolce vita romana, que los manden a países africanos a evangelizar, y que pongan en su lugar a sacerdotes celosos de la fe.
Esperemos que este aviso del Cielo, que creo que lo es el COVID-19 (nos merecemos un castigo muchísimo peor, pero este aviso permitido por Dios creo que hay que tomarselo en serio), sirva para despertar las conciencias y que la gente deje de pecar y vuelva el rostro a Dios Todopoderoso.
También para que los que no le dan la importancia debida a los Sacramentos, regalo maravilloso de nuestro Señor, se la vuelvan a dar con más fervor que nunca. ¡Que así sea!.
Pero además de la formación, Luis Fernando, está la gracia, la fe, que te va como guiando aun por cañadas oscuras, aun cuando te pierdes, aun cuando camines peligrosamente por el filo del abismo, haciendo a veces cabriolas sobre el vacío, sabiendo dónde haces pie y dónde no. La reprobación es un misterio que desde luego no depende de nuestra fuerza para salir de ella, sino de la misericordia de Dios, infinita y paciente. Qué cortocircuito para los hombres de la razón pura.
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LF:
Porque un obispo no puede cambiar el hecho de que es necesaria la presencia física del sacerdote y del fiel para administrar esos dos sacramentos. Eso afecta a la esencia misma del sacramento.
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LF:
A lo primero, probablemente sí pero aunque sea latae si no se hace público no hay manera de saberlo con certeza. A lo segundo, sí.
¡Realmente muy doloroso!
Conozco algún jesuita bueno.
Conozco a un amigo padre de un jesuita.
Pero todos, TODOS, han cometido 2 errores:
1 Los curas diocesanos no son analfabetos
2 Ellos no están más cerca de Dios por sus títulos académicos y sus cátedras universitarias o por la de Pedro.
El odio fruto de su soberbia por su alejamiento del Jesús que tienen a todos los que creemos en Dios es la razón para rezar por ellos... pero como Ud. hace muy bien, hay que denunciarlos.
Cada día me trago el mensaje desde Roma que Trump y el capitalismo son malos malos y los generadores de la pobreza (nunca Perón o Castro), pero sigo rezando por el Papa y por sus intenciones que ya el Paráclito las llevará a buen término.
Los 5 últimos años en la Tierra de todos los sacerdotes son muy duros si no están acompañados, pues entran en la oscuridad.
QDLB.
NB: Como me dijo un gran jesuita: Cuando te veas solo en tu celda, viendo la televisión y con un vaso de güisqui en la mano, ve corriendo al Santísimo a pedirle ayuda que has caido en manos del Maligno.
En lo espiritual no existe un "stand by" o estancamiento, o se avanza o se retrocede y la Compañía de Jesús es hoy una piara. Lo siento por las honrosas e insignificantes excepciones, pero más les valdría abandonar tan pestilencial barco, secuestrado por piratas del que nada bueno puede salir.
Acabo de leer las declaraciones hoy, Día Internacional de la Madre Tierra, del ViceCristo de Dios en la Tierra: "HEMOS PECADO CONTRA LA TIERRA".
Supongo que Masiá se sentirá muy seguro con una PachaPapa así y un Superior General, como Arturo Sosa, otra joya de la Iglesia. Si no tuviese esa cobertura sintetizada en el titular, estaría en la calle o en su casa sin ser escuchado por nadie.
Lo más triste de todo es que se le permita la apariencia de estar en la Iglesia, como si formara parte de ella, cuando es evidente que no.
¿O no será que los que le "permiten estar" cojean de la misma pata?
Por otra parte, tampoco es que nos podamos llamar a engaño; ya habíamos sido plenamente advertidos: Emerich (profecía de Los Demoledores) y Nuestra Señora en La Salette
Tristísimo
"Aterroriza pensar que un católico moribundo debidamente formado tenga la ocurrencia de llamar por el teléfono móvil a este señor sabiendo quién es y a qué se dedica."
Precisamente, ese es el punto. Para todo sacerdote o religioso infiel, sobreabundan los fieles dispuestos a acudir a él (o ella: remember Sor Forcades, et. al.) que se sienten amparados por su ministerio o dignidad para eximirlos de cumplir incluso los requerimientos básicos de la Fe.
Por ejemplo, no falta el penitente que siendo usuario(a) de anticonceptivos o abortista acuda al sacerdote 'indicado' (y recomendado por otros del mismo pelaje) que le apapache y justifique su decisión, todo sea por burlar indolora e impunemente la Ley de Dios y las normas de la Fe en todas sus posibles variantes. Si para ti es 'incomodo' de algún modo el confesarte en toda regla, con un sacerdote fiel, no hay 'problema', ahí estará el sacerdote 'buena gente' que dice que no hace falta confesarse (según el gusto o ignorancia 'teológica': que esas "son prácticas preconciliares", que son inventos posteriores ya que "la Iglesia primitiva no practicaba la confesión sacramental", que Cristo nunca pidió confesarse, etc.) y si eso no es suficiente para tranquilizar tu conciencia y aún te sientes 'culpable', tampoco hay problema, para estar en paz con Dios igual lo puedes hacer vía e-mail o whatsapp, que al cabo Dios es misericordioso, ya sabe nuestros pecados y sabe las buenas intenciones de nuestro corazón, Él comprende lo ocupados que están hoy en día sus apóstoles, incluyendo al más ocupado de todos: Judas.
Los fieles llaman por teléfono para pedir al sacerdote que se acerque a administrar la extrema unción ó para que venga a confesar a una persona moribunda que lo necesita con urgencia. Si el sacerdote ofrece que sea por teléfono a sabiendas de que la confesión telefónica no es válida (no tiene efectos sobrenaturales), y mucho menos la extrema unción, es engañar y ocultar la Verdad al fiel. El sacerdote debe explicar que eso que hace telefónicamente NO es un sacramento, sino una charla ó un buen deseo, ó la expresión de una intención, pero sin eficacia trasmisora de la Gracia Santificante por sí misma.
Ya el hecho de llamarle "confesión" ó "extrema unción" telefónica es un fraude, salvo que se avise al fiel (explícitamente y muy clarito) de que no hay verdadero sacramento.
El error por parte de la CDF o de la Comisión de la CEE (no digamos de la Compañía de Jesús), no haber publicado totalmente las previas amonestaciones y correcciones... Él bien que las aireó e interpretó a su antojo en entrevistas y artículos. ¿Por qué no se publicaron? Tal vez por el dichoso mal entendido "no escandalizar". Tal vez porque "mandaba" mucho en la Compañía de Jesús, de España, de Japón o de Roma. Pero ¡qué tragos tan amargos los de los fallecidos Mons. Romero Pose y Mons. García Gasco! No todo es blanco o negro, creo.
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LF:
Sí, el cardenal Rouco se encargó de que no diera clase en España. Por eso no añado "CEE" a lo de la estafa.
Precisamente querría hacer mío el comentario de don José Cantu: su claridad en la exposición, su acierto al descubrir la raíz del problema y expresarlo tan certeramente y con tan pocas palabras, son indicios de una elevación del espíritu poco corriente.
Un saludo, L.F., y que el Señor y la Virgen le bendigan.
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