Desmond Tutú quiere que a los españoles nos roben lo que es nuestro
Desde que España es España, Cataluña ha sido parte nuestra. Da igual en qué fecha se sitúe el nacimiento de la nación española. La región catalana formaba parte del territorio español. Y antes de la reunificación bajo los reyes católicos, Cataluña pertenecía a la corona de Aragón. Es decir, nunca fue una entidad territorial totalmente independiente, aunque sí ha tenido cierto grado de autonomía en diversas fases de la historia. De hecho, actualmente cuenta con un grado de autonomía que no tiene parangón en el resto de países europeos.
Desde la llegada de la democracia a España, el nacionalismo catalán y vasco no ha hecho sino crecer y radicalizarse. Cuanto más se le ha dado -por necedad de los diversos gobiernos nacionales- más han pedido. Y ahora piden el derecho a decidir si se independizan o no, que es lo mismo que reclamar a que una parte de España le sea robada a los españoles sin que todos ellos puedan opinar.
Porque, señores míos, la democracia no consiste en que una minoría decide si impone su voluntad a una mayoría, sino exactamente lo contrario. Decir que Cataluña tiene derecho a decidir es negar a España ese mismo derecho. Porque España no sería España sin Cataluña, el País Vasco, Navarra, etc. Podría llamarse igual, pero sería otra cosa.
Por tanto, lo que el arzobispo anglicano Desmond Tutu pide es que los españoles estemos dispuestos a que se nos robe una parte de nuestra nación sin que movamos un solo dedo para impedirlo. Por mucho que se llame Desmond, por mucho que se apellide Tutu, por mucho que sea arzobispo anglicano y por mucho que tenga un prestigio internacional debido a su lucha contra el apartheid, lo que ha hecho ese hombre es una ofensa a los españoles que no debemos tolerar. El que tuviera razón en su defensa de la dignidad de los negros en Sudáfrica no implica que la tenga en su defensa del robo a España de partes de su territorio.
Distinto sería si ese señor, o cualquier otro, planteara que el pueblo español, todo él, decidiera admitir que algunas de sus regiones o comunidades autónomas pudieran independizarse. En mi opinión eso sería un grave error, porque una nación no es solo lo que le toca ser en un momento concreto de su historia. No tenemos derecho a tirar por el cubo de la basura lo que hemos heredado de nuestros ancestros. Pero no es menos cierto que han habido naciones que han dejado de existir por diversas vicisitudes históricas. No es imposible que esta generación apóstata de españoles acaba con la patria que hemos recibido de nuestros padres, abuelos y tatarabuelos.
Sea como sea, lo que tenga que ocurrir lo decidiremos todos. No tienen que venir de afuera a decirnos el qué, cómo y cuándo seguimos siendo España.
Luis Fernando Pérez Bustamante
26 comentarios
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LF:
O sea, un tipo repugnante. Pues si esos son los apoyos de los sececionistas...
Me acabo de acordar de cierto precedente, cuando de visitar Charles de Gaulle en Canadá (no sé si en Quebec o Montreal se manifestó por la independencia de la región francófona canadiense, originando gran disgusto.
Un extranjero como Desmond Tutu no puede apoyar desde territorio español tan loca idea como la segregación de Cataluña.
Soy desleales a España y a la propia Cataluña los que tal cosa pretenden´.
Todos los países de Europa, sin excepción, son el agregado de múltiples territorios que fueron reinos, principados, repúblicas, ducados, cantones, condados y señoríos. Y algunos de ellos hasta tiempos tan recientes como el siglo XIX: por ejemplo, Alemania e Italia.
En segundo lugar)
Los Condados catalanes nunca conformaron un reino independiente, sino que pasaron en el siglo XIII de la soberanía de los reyes francos a la de la Corona de Aragón. Por el contrario, otras regiones españolas actuales (Asturias, León, Castilla) sí fueron reinos y, sin embargo, no se deduce de ello derecho alguno a la secesión.
Y en tercer y último lugar)
No me salen las cuentas. 2014 (año en el que estamos) - 600 años (que llevan perteneciendo a España) = año 1314
1314 - 700 años (mínimo de años -siendo benévolo- para que pudieran votar ellos solos y no el resto de los españoles) = año 614
¿Existía Cataluña como tal en el año 614 o en el siglo VII?
: )
Puede ser oportuno aquí poner el enlace a los claros posts del p. Iraburu nro.193-3, sobre la Iglesia y la unidad nacional.
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LF:
Aquí están:
http://infocatolica.com/blog/reforma.php/1209181004-la-iglesia-y-la-unidad-nacion
http://infocatolica.com/blog/reforma.php/1209261158-la-iglesia-y-la-unidad-nacion
Ni la fama corresponde siempre a la racionalidad.
Y encima abre la boca, para decir esa majadería, en un país que no es el propio.
Como mínimo se le debería declarar "persona non grata"
2)Los únicos países civilizados con pretensiones secesionistas de una parte de su país han permitido referendos de independencia, sin tantas algaradas, tanto Gran Bretaña como Canada, y en el caso de los británicos, con una larguísima tradición histórica de hacer justo lo contrario, es decir, hacer la guerra una y otra vez, para acabar abandonando el lugar.
3)Iraburu es un navarro que justifica la conquista militar del Reino de Navarra, pero entiende injustificable que el mismo Reino pretenda independizarse. ¿Por qué? No lo explica en su serie.
4)La opinión de Desmond Tutú es tan irrelevante como la opinión de otros extranjeros que cada cierto tiempo escriben en los periódicos para decir lo contrario, estilo Vargas Llosa y similares.
5)Un proceso independentista siempre es contra la legalidad vigente, y normalmente con guerras de por medio.
Hoy en día, que somos todos bastante menos tremendistas, puede afrontarse con otros medios, más que nada porque la inmensa mayoría de los interesados, en un lado y en otro, no tenemos ninguna gana de ir a ninguna guerra: dicho lo cual, yo creo que si hoy en día un territorio con indudable identidad cultural y discutible -como todos- identidad histórica, decide por mayorías cualificadas y homogéneas en todos los territorios ir a la independencia acabará logrando esa independencia.
Así que en el caso de España yo iría más a una ley de Claridad como la canadiense, que puede negociarse, y que exija, por ejemplo, mayorías de al menos el 55% en todos los territorios implicados, consecuencias económicas, etc.
Es mi opinión sobre un asunto que me parece muy emocional, pero muy poco importante en lo que nos queda de vida.
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LF:
España ha perdido colonias. Regiones, ni una. Eso de territorios de ultramar queda muy mono, pero no es ni de lejos comparable con una región.
Lo que dice de Navarra, casi mejor que se lo responda un carlista.
theelders.org/desmond-tutu
edad...uno ya empieza a chochear...
Algo de luz sobre el origen y el fomento de los nacionalismos en España:
h t t p://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?Id=1941
De Ismael Medina (10-12-2.004).
(ZP) Ha puesto la Constitución, las instituciones y la unidad de España a merced de la rebatiña de quienes en el interior le chulean con la amenaza de hacerle perder la artificiosa mayoría parlamentaria que le sustenta. Y también de esas otras fuerzas interesadas en la fragmentación de España y en su quiebra como nación soberana. Unas movidas por una sed insatisfecha de venganza histórica y otras comprometidas en el logro de un gobierno mundial bajo la batuta del Gran Hermano.
Desde hace tiempo me ha llamado la atención a este respecto la misteriosa coincidencia de tres mapas relativos a una Europa balcanizada que comenzó a materializarse con la destrucción del Imperio Austrohúngaro al socaire de la primera guerra mundial, conocida por entonces como la Gran Guerra. Me refiero al mapa de una Europa de las nacionalidades diseñado hace más de un siglo por el movimiento revolucionario sionista, al de la Europa de las Etnias trazado por las SS hitlerianas bajo la envoltura de la Joven Europa, y al actual de la Europa de las Regiones que se abre paso en el devenir de la Unión Europea. Coinciden también los tres en la fragmentación de España tal y como la plantean los independentismos irredentistas catalán, vasco y gallego. La introducción en la constitución vigente del anómalo y pervertidor término "nacionalidades", así como la reinstauración de los Estatutos secesionistas de la República y su artificioso encaje en el Estado de las autonomías consagrado por el ambiguo articulado del Titulo VIII, encajan de manera harto vidriosa con esos tres mapas de una Europa desmembrada y fácilmente sometible a que me refiero. Extraña identificación de objetivos estratégicos a largo plazo entre tres opciones ideológicas externamente enfrentadas: internacionalismo socialista, nacionalsocialismo e internacionalismo democrático. ¿Acaso los tres estuvieron manejados desde el siglo XVIII y hasta hoy por un mismo y misterioso cerebro colectivo?
h t t p://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?Id=2943
De Ismael Medina. (23-3-2.006).
..... Ahora que el escaso periodismo no comprometido ha echado mano de las hemerotecas puede afirmarse que desde los tiempos del transaccionismo democratizador, cuando sus trajineros asumieron los compromisos anteriores de la izquierda y de los secesionismos por una doble vía: la inclusión en el texto constitucional del espúrio y sovietizador término "nacionalidades", ligado a la bomba de relojería del Título VIII; y el desaforado apremio en promulgar una ley de amnistía cuyos más notorios beneficiarios fueron los criminales etarras encarcelados y, en particular, quienes, por cuenta de una oscura inducción política, cometieron el magnicidio del 23 de diciembre de 1973. E incluso habríamos de remontarnos a la conspiración de Munich en la que todos los partidos que luego participarían en el transaccionismo supuestamente democratizador se comprometieron a restablecer los Estatutos de Cataluña y Vascongadas aún antes de que, con la desaparición del Estado Nacional de Franco, se promulgara una Constitución. Sucedió en 1962, a iniciativa de la Internacional Democristiana que en aquel momento presidía un miembro de la masonería. Encuentro en el que participaron representantes del los separatismos catalán y vascongado, los cuales amparaban sus respectivos brazos armados, Terra Lliure y ETA, ésta última nacida en 1959 en la Universidad de Deusto entre jóvenes de la burguesía amamantados en las ubres ponzoñosas del PNV.
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¿Dónde se entrenó a un cuerpo de 1.000 "gudaris" vascos tras la Guerra Civil Española, y que sería el germen de lo que posteriormente sería ETA?
Respuesta: En un castillo de los Rotschild, en Cernay-la-Ville, cerca de Paris.
h t t p://www.euskonews.com/0099zbk/gaia9902es.html
El caso de los comandos vascos
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¿Se ve algo más clara la trama de los nacionalismos periféricos en España?
¿Qué pensaría este señor?
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LF:
¿Chicharros?
No nos engañemos, el poder en España es TERRITORIAL (no personal), mande Franco, los comunistas o Rita la Cantora, y éste es el germen tanto del nacionalismo uniformizador como de los nacionalismos periféricos. El día en que en España pueda ser Jefe del Gobierno el hijo de un exiliado húngaro o el hijo de un inmigrante barcelonés como en Francia, las cosas serán distintas. Este vicio territorial se ha extendido hasta lo más bajo cdel entramado estatal sumiendo en el subdesarrollo a nuestro país históricamente (salvo raras excepciones): carreteras de circunvalación que no se construyen por no quitar comercio a tal o cual ciudad, instalación de industrias potentes y buenas en las grandes ciudades de siempre, instalación de industrias contaminantes y vertederos en las comarcas de siempre, olvido de provincias enteras abocada su población a la gran ciudad de referencia en condiciones precarias...
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LF:
¿Y cuándo he hablado yo del condado de Barcelona?
Cataluña jamás ha tenido rey propio que no lo fuera de Aragón.
Cataluña ha sido SIEMPRE una región de España.
Y respecto a cuál pueda ser el origen étnico o nacional de quien pueda ser presidente de España dentro de unos años o unas décadas, me importa un bledo.
Y por cierto, Franco cometió el grave error de alimentar a la burguesía catalana (y en parte a la vasca), que ahora demuestra ser una traidora a su patria, mientras dejaba en la postración el sur.
Hablar de nacionalismo uniformador en la España de hoy es una soberana estupidez. No existe. Por cierto, a mí no me importaría que existiera. Me repatea en lo que se ha convertido este país gracias a ese engendro disgregador del estado autonómico.
No hay más que ver el trato que recibió en su día Vidal Quadras desde su propio partido o más recientemente los
"Ciudadanos" de Albert Rivera. Por otra parte, respecto al señor Tutu, no hay más que tener en cuenta que es premio Nobel de la Paz, lo que habitualmente tiene más que ver con la corrección política progre que con cualquier otra cosa.
- Cataluña jamás ha tenido rey propio que no lo fuera de Aragón: CIERTO.
- Cataluña ha sido SIEMPRE una región de España: Cataluña es España-Hispania, al igual que Portugal, Andorra, Rosellón-Cerdaña y Gibraltar; el problema está en cómo se organiza el "poder" en lo que hoy se comprende España, bastante amputada con los siglos, y ahí surge el conflicto serio desde el último Austria en Cataluña...
- Franco debe hacer que lleve la locomotora española Cataluña y el País Vasco porque no se atreve con el poder latifundista andaluz, extremeño y surcastellano (craso error, estoy de acuerdo).
- el conflicto catalán (puro teatro territorial) es hoy sólo "de dinero" y enchufes que hay que mantener en un sistema español muy clientelista y abocado al momio en general, el sentimiento nacionalista es una excusa secundaria.
No pretendo entrar a enfrentarme a nadie, sólo expresar mi humilde opinión. Gracias.
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LF:
Ah, el mapa. Ni me había dado cuenta.
Tutú está desprestigiado hace mucho tiempo; no es importante.
A los nacionalistas la historia les importa tanto como a un mecánico escoger entre la llave 13 o la 14. La emplean en lo que es útil y la olvidan en lo que no.
El alma del nacionalismo catalán no es dar desarrollo natural a una historia (en cuyo caso serían tan hispanistas como cualquier otro), sino el proceso constituyente o soberanista de los "pueblos" sin nación. Para ellos, lo que define al pueblo catalán es la lengua, no la historia (sí, muy similar al anschluss nazi, aunque eso no se comente hoy en día).
Donde se hable catalán, hay que hacer una nación (de ahí su imperialismo). Y una nación debe tener estado propio. Tan simple como eso.
Todo lo demás es fanfarria. Y empleo de la mentira y el odio para alcanzar objetivos políticos. Ensañanzas de Lenin.
Mézclase esto con los intereses de una casta partitocrática que únicamente vela por sus propios intereses egoístas: en el gobierno central y en los autonómicos. Esa casta, maridada muy directamente con la casta económica (literalmente en la misma cama), es agudamente agresiva en Cataluña.
Se puede hacer una comparación con los clubs de futbol, distinguiendo entre los directivos que van principalmente a figurar y trincar dinero e influencias, y la masa de aficionados, que se creen el espectáculo "de corazón" y que serán los que paguen el coste y las caras rotas.
Lo más gracioso es que a Cataluña le ha salido su particular Cataluña: el Valle de Arán (lengua propia, recordemos), por medio de sus partidos políticos mayoritarios, pide que, si Cataluña se separa de España, ellos puedan votar su unión o no a la Cataluña independiente. Es muy gracioso, porque la mayoría de los nacionalistas consideran eso una "boutade" y una tontería... o sea, el mismo desprecio del que se quejan amargamente con respecto a "Madrid" (curiosamente, los pocos nacionalistas consecuentes que recoocen que se le debe permitir al valle de Arán "decidir" son algunos de ERC).
El problema aquí es qué y quién define lo que es un "pueblo" con "derechos soberanos". Pasamos de la era de las unidades estatales cartesianas al universo de los sentimientos irracionales de las comunidades humanas que se reconocen diversas unas a otras según parámetros de lo más peculiares (lengua, religión, raza, gastronomía, etc), conveientemente alimentados por las élites locales en su propio provecho: todo el independentismo catalán (político, cultural, informativo, educativo) lleva 35 años subvencionado sin descanso por la Generalitat con la complacencia de los gobiernos estatales.
La atomización y la disgregación. La destrucción de los viejos estados. De esa disgregación pueden surgir nuevos estados más o menos confederales, o una legión de liliputs (¿qué impide al condado de Urgel pedir la segregación de Cataluña usando los mismos argumentos irracionales? o, como circula de coña por ahí "Barcelona is not Catalonia" o el mítico "Gracia is not Barcelona").
Probablemente, a los verdaderos poderosos del mundo les interesan castas gobernantes lo más liliputienses posible: resultan más fáciles de amenazar y más baratas de comprar.
Grupos oscuros apoyan la separación de España. Recomiendo el libro "La trama masónica" de Ricardo de Las Heras.
Me temo que a Desmond Tutú le pasa lo mismo con respecto a España, ya me gustaría examinarle de historia básica de este país. En ese caso es presuntuoso y atrevido que se meta en aguas que no domina. De un obispo, sea anglicano o no, como mínimo se debería pedir eso, teniendo en cuenta, además, que en el Apartheid había elementos racistas que podían ser rechazables mientras que esta cuestión es meramente política.
Si a ese buen hombre le parece bien que yo quede a merced de Bildu, a mi me puede parecer bien que el quede a merced de los afrikaneers.
¡Qué facil es hablar y qué difícil DECIR ALGO...!
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