Remedios bíblicos contra enfermedades espirituales graves (II)
Bien sé, hermano separado, que amas a Dios con todo tu corazón. Bien sé que crees en Cristo como tu Señor y Salvador. Pero también sé que no crees todo lo que Cristo nos enseñó y de esa manera pones en peligro tu alma. Ya que, como dijo el Maestro:
“¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”
Luc 6,46.
Me preguntarás qué no haces que el Señor dijera que debías hacer. La respuesta la tienes en el evangelio de Juan:
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
Juan 6,54-56
Lamento decirte, estimado hermano separado, que tú reaccionas ante esas palabras de Cristo de la misma manera que hicieron los que le abandonaron al no aceptar que, en espíritu y en verdad, había que comer su carne y beber su sangre (Jn 6,66). Sin embargo, ¿qué otra cosa entendieron los apóstoles? Lo vemos en San Pablo:
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
1ª Cor 10,16
¿Cómo es posible, hermano, que tú respondas NO a esas dos preguntas? ¿No ves lo que dice el apóstol más adelante?:
De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
1ª Cor 11,27
¿De verdad piensas que si tomaramos solo pan y solo vino se nos podría culpar del cuerpo y de la sangre del Señor? ¿No es indigno el no aceptar las palabras de Cristo refrendadas por los apóstoles y por la Tradición de la Iglesia? Mira lo que dijo, por ejemplo, San Cipriano de Cartago en el siglo III: “¿Cómo podemos derramar la sangre de Cristo los que nos avergonzamos de beber la sangre de Cristo?” (Carta 63, 15)
Conviértete, pues, a la fe de la Iglesia, para así poder salvo. Ya no puedes alegar ignorancia invencible. No tienes excusa alguna para seguir en el error y en la herejía.
Además, hermano, conozco tu oposición a creer en que la Virgen María, madre de nuestro Señor, nos lleva a los pies de Cristo. ¿Cómo es eso posible? ¿de verdad aceptas el engaño de que el amor por María se opone o se resta del amor que profesamos a Dios? Mira, lee bien lo que pasó en Israel hace veinte siglos:
En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá y entró en casa de Zacarías, y saludó a Isabel. Y aconteció que cuando oyó Isabel la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; e Isabel fue llena del Espíritu Santo y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
Lucas 1,39-44
¿Lo ves? La voz de María hace saltar a Juan el Bautista en el seno de su madre. Isabel se llena del Espíritu Santo al oir hablar a la Madre del Señor. La Madre lleva al Hijo y nos lleva al Hijo. No hay idolatría alguna en bendecir a la Madre como se bendice al Hijo. No hay nada en el amor a María que nos aleje de Dios, sino exactamente todo lo contrario.
De hecho, cuando Cristo estaba en la Cruz dando su vida por nosotros, ¿sabes en quién pensó, además de en todos los pecadores que estaba salvando? Sí, en su madre. Y también en el discípulo fiel, el único de los doce que estaba a su lado en esos momentos:
Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
Juan 19,26-27
Querido hermano, ¿vas a rechazar el don de la maternidad de María que Cristo nos regaló en la Cruz? ¿eres como el fiel apóstol que aceptó tomar por madre a María o te negarás a reconocer su maternidad?
Conviértete, pues, a la fe de la Iglesia, para así poder ser salvo.
Luis Fernando Pérez Bustamante
Remedios bíblicos contra enfermedades espirituales graves (I)
14 comentarios
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LF:
Hombre, precisamente fue la gracia quien me devolvió a la Iglesia Católica.
Creo que es preciso acudir a los métodos de siempre: predicación pública en el propio terreno de las herejías, a cara descubierta y dispuestos al martirio.
Lo que nos dice LF tendrían que decirlo también nuestros predicadores oficiales en la plaza pública de las ciudades donde campea la herejía.
Sin arrostrar el martirio no puede avanzar la evangelización. La sangre de los mártires es la semilla de los cristianos.
!Ojo¡ esto no lo digo como crítica a LF ni tampoco como crítica a los P. Predicadores y Poverellos, sino como una reflexión acerca de lo oportuno que sería volver al método tradicional de la predicación oral en plaza pública y sin más defensas que la de la Gracia de Dios.
También creo (tal vez sea una chaladura de las mías) que para la Nueva Evangelización dentro de la misma Iglesia Católica no estaría de más volver al método de siempre de la predicación en plaza pública, vestidos los predicadores con su hábito blanco y su capa negra de toda la vida.
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LF:
Un dominico, Fray Nelson Medina, fue instrumento del Señor para ayudarme a volver a la Iglesia.
¿Y no es cierto que una de las cosas que mas te conmovieron de Fray Nelson, además de sus palabras y argumentos, es que siempre o casi siempre que predica lo hace vestido de su uniforme tradicional?
Creo que Fray Nelson sin su hábito, no digo que no hiciese bien, pero no haría tanto bien como de hecho hace.
Cierto que el hábito no hace al monje, pero el monje síempre ha hecho y tenido su hábito original, con el que le parió su Fundador.
Sería fantástico, muchos Fray Nelson predicando oralmente en las plazas públicas, y Franciscanos y Capuchinos y Jesuítas. Pero eso sí, con el hábito puesto. La Palabra de Dios nos entra por el oído pero también por la vista. Donde esté un Dominico con su hábito que se quiten imitaciones.
Por último, hoy día de Santiago, le he pedido al Apóstol que se digne bajar a esta España, a la que tanto le costó evangelizar, y que la cierre antes de que nos la hundan.
!Apóstol Santiago, cierra España, antes de que entre el PP y el PSOE la acaben de arruinar¡
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LF:
Pues no, cuando era protestante eso no me conmovía gran cosa, la verdad. Aunque obviamente me parece muy bien que lleve siempre el hábito.
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LF:
Si no creen a la Escritura y a la Biblia, no creerán lo que diga ese estudio.
Aquellos países cuya población es mayoritariamente católica, siguen de algún modo anclados en la fe cristiana, por superficiales o folklóricas que resulten ciertas prácticas y por incongruentes que resulten muchos comportamientos. Mientras que en en los países protestantes -pienso en los países del norte de Europa- no hay manera alguna de vislumbrar la fe cristiana, ni a nivel ínfimo, porque ha sido barrida por el ateísmo, el inmanentismo y por otras religiones ajenas a la cosmovisión cristiana.
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LF:
Los textos bíblicos sin duda están inspirados por el Espíritu Santo. Y de Él recibe la Iglesia su indefectibilidad.
-Popular y escuchada por mi “Yo no sé si Dios existe, pero a mi Blanca Paloma que no me la toque nadie”
-.” Los sufrimientos de María con los de Cristo, son ofrecidos conjuntamente con Jesús por la redención del mundo” Cardenal Edouard Gagnon, y si bien la IC todavía no le atribuye a María el atributo de Corredentora, no es menos cierto que de hecho se acepta de forma tácita.
Yo a diferencia suya no le voy a exhortar, con citas del Apocalipsis y otras que Ud. ya sabe, a que abandone su fe, si le pediría, en base al Amor que procesa a Nuestro Señor, un ejercicio de reflexión de lo que Ud. nos pide a nosotros.
Paz, Bien y Verdad
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LF:
Yo he escuchado muchas barbaridades idolátricas sobre María. Y todavía me acuerdo lo mucho que me impactó, siendo pre-adolescente, ver a un sacerdote escolapio vasco arremeter con verdadera furia -literalmente- contra los que decían que creían en la Virgen pero no en Dios. Dando un puñetazo sobre la mesa dijo: "Serán los primeros en el infierno por ofender a Dios y a su Madre".
Veo que le soprende lo que dijo el Cardenal Edouard Gagnon de María y no lo que dice San Pablo de sí mismo:
Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
Col 1:24
También podemos ofrecer nuestras cruces a Dios por la salvación de otros. Eso es doctrina bíblica cien por cien.
Si usted cree que mi fe es incompatible con la salvación, es su deber advertirme de ello. Yo tengo el convencimiento de que todo protestante que es iluminado por la fe católica y la rechaza, va a tener ciertamente complicado el salvarse. Por eso hago lo que hago.
Señores protestantes a Cristo no le tiene que gustar nada que despreciéis a su Madre.
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LF:
En la mayor parte de los casos, más que desprecio es falta de comprensión.
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LF:
¿Existe acaso un Jesús hombre y otro Jesús Dios?
No, existe un solo Jesús que es tanto Dios como hombre. Y esa única persona tiene como Madre a María.
Lo de rendir tributo y pleitesía a la Madre del Señor es algo que hizo una mujer LLENA del Espíritu Santo tal y como demuestra el evangelio de Lucas.
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LF:
¿Está usted sugiriendo que María no era la Madre de Jesucristo?
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