Ni Pontificia ni Católica pero todavía propiedad de la Iglesia
El vaticanista Andrés Beltramo se apuntó ayer un gran tanto al adelantar, en exclusiva mundial, la retirada de los títulos de Pontificia y Católica a la PCUP. Así que quiero, lo primero de todo, darle la enhorabuena a Andrés, cuya presencia entre nosotros es un lujo para InfoCatólica.
Una vez leída la carta del Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Bertone, al rector de la UP (ya sin C y sin U), queda claro que estamos ante un asunto que viene de mucho tiempo atrás y que la Iglesia ha tenido una paciencia cuasi infinita antes de tomar la determinación de retirar esos títulos.
El texto del cardenal Bertone está muy lejos del habitual tono diplomático de la Santa Sede. Sorprende encontrar frases como estas: “Debo comunicarle ahora la notable decepción con que esta Secretaria de Estado ha ido percibiendo la orientación que ese Rectorado daba a la problemática…“, “… llama particularmente la atención el modo de presentar en ella las indicaciones recibidas de la Santa Sede y el papel desempeñado por el Arzobispo de Lima. Esa interpretación ha sido causa de desinformación para la comunidad universitaria, para los fieles y los ciudadanos en general“.
A pesar de que los responsables de esta catástrofe para la universidad acusan al Cardenal Cipriani de todos los males habidos y por haber, el cardenal Bertone les recuerda que “…la situación irregular que viene atravesando la Universidad no es reciente y ha sido materia de seria preocupación de los tres últimos Arzobispos de Lima, no solamente del actual. La Universidad ha venido incumpliendo las disposiciones legales establecidas, que se ha advertido reiteradamente por escrito“.
El Secretario de Estado constata que el Rector y sus compinches “pretenden que la Iglesia renuncie a sus legítimos derechos al servicio de la educación católica” y advierte que dicha actitud “…no reconoce la legítima autonomía de que goza la Iglesia para organizar sus instituciones educativas, como es el caso de la PUCP, en total observancia de las leyes civiles vigentes en el País y del Acuerdo entre el Estado peruano y la Santa Sede“.
El cardenal Bertone entra luego en la cuestión patrimonial de la universidad -la famosa herencia de Riva Agüero-, que es la que posiblemente ha provocado el desenlace final. Ahí la cosa es clara. Son los tribunales peruanos los encargados de dictaminar quién tiene la razón, pero de momento todas las sentencias están siendo a favor de la archidiócesis de Lima. Nuevamente vemos que la Santa Sede no se anda por las ramas. Mientras que el rector puso como exigencia para un acuerdo final la solución del conflicto patrimonial, el cardenal Bertone afirma que “la primera exigencia, incondicional, que esa Universidad tiene que cumplir es la de ajustarse al Derecho y adecuar sus Estatutos a la legislación canónica“. O en otras palabras, aquí las exigencias las hace la Iglesia, no ustedes.
Y por si alguno cree que la Iglesia va a renunciar a la propiedad de esa universidad, el Secretario de Estado despeja todas las dudas: “A la luz de cuanto he escrito y después de tantos años de diálogo y tentativos para restablecer la legítima autonomía propia de una Universidad Católica, la Santa Sede se ve obligada a adoptar las necesarias medidas en relación con esa Universidad“.
Es decir, esto no ha acabado. La Universidad se queda sin el título de Católica y Pontificia, pero la Iglesia va a dar la batalla legal para recuperar el control de la misma. Y si eso provoca un conflicto diplomático con el Perú, como me temo que va a ocurrir, pues qué se le va a hacer. Aquí no estamos ante la duda entre conservar los barcos y la honra. O barcos y honra o nada.
Independientemente de lo que pase a partir de ahora y por encima de lo que puedan decidir los tribunales peruanos e internacionales -quizás haya que acudir a los mismos-, el mero sentido común dictamina que si una universidad quiere ser católica y pontificia, la Iglesia tiene mucho que decir sobre como ha de gobernarse. Es tan absurdo que los actuales irresponsables responsables de la universidad quieran pasarse por alto la C de Católica y la P Pontificia como que quisieran hacer lo mismo con la P del Perú. Y a nadie le entraría en la cabeza que la P de Pontificia fuera incompatible con la P del Perú, a menos que en ese país quieran que no existan universidades católicas y pontificias, lo cual sería un atentado contra la libertad religiosa, cosa poco compatible con la condición democrática de la nación.
Lo cierto es que algunos han querido echarle un pulso a la Iglesia, pensando que la Santa Sede se echaría para atrás con tal de evitar el escándalo de la retirada de los títulos y del enfrentamiento contra los sectores anticlericales de la sociedad peruana e incluso, probablemente, contra las autoridades gubernamentales. Ya es claro quién ha perdido ese pulso, al menos desde el punto de vista eclesial. Y si finalmente se pierde el pulso en los tribunales peruanos, habrá que empezar a crear una auténtica universidad católica en ese país. Si hace falta dinero, que lo pidan, que seguramente muchos fieles de todo el mundo estarán dispuestos a ayudar a la Iglesia en Lima para lograr ese objetivo. Eso sí, será necesario que se garantice que el profesorado de esa futura universidad sea de verdad católico. No tiene sentido entregar la formación de los universitarios en manos de gente que ha demostrado ser enemiga de la Iglesia.
Como última reflexión, que no menos importante, quiero apuntar al hecho de que las principales víctimas del conflicto son los actuales estudiantes de la universidad. Habrá quien diga que el prestigio del centro universitario es independiente de su condición católica y pontificia. A otro perro con ese hueso. El mero escándalo internacional ya creado, afecta, y no poco, a dicho prestigio. Y no es lo mismo tener el título de una universidad católica y pontificia que el de una universidad rebelde que está en manos de una panda de necios que la han llevado a un callejón sin salida.
Luis Fernando Pérez Bustamante
27 comentarios
Desgraciadamente, si quieres educación católica tendrás que hacer una investigación sobre la oferta teóricamente católica, pues la mayor parte sólo tiene de católica el nombre.
Me gustaría saber, por ejemplo, que porcentaje del personal, especialmente el docente, de centros teóricamente de la Iglesia, como ESADE, Químico de Sarriá, Abad Oliva, CEU, ICADE, Comillas, DEUSTO, etc., van a misa todos los domingos, están casados por la Iglesia con su actual pareja, etc.
Nos llevariamos una sorpresa pues su número no debe ser significativamente más alto que en una universisdad pública.
Por otra parte, creo que la nueva Universidad Católica debería haberse creado hace tiempo, pues son ya varias las generaciones de estudiantes que están siendo formados en la UP al margen de las enseñanzas de la Iglesia. Y lo que queda, porque el conflicto va para largo. Esto es lo que más nos debería preocupar.
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LF:
Supongo que se plantearon recursos y que ahora habrá nuevas batallas legales.
Estoy de acuerdo en ir creando una nueva universidad católica, pero sin renunciar a la propiedad de la actual.
Comparto la visión de LF sobre la problemática abierta por el Decreto de la Santa Sede en el campo administrativo.
Deseo resaltar, no obstante, que ahora toca revisar a fondo el sentido educativo de CUALQUIER UNIVERSIDAD CATOLICA. No bastan los títulos de católico y pontificio si la enseñanza de muchos profesores es manifiestamente contraria a la doctrina de la Iglesia, como vemos que ocurre con tanta frecuencia.
Ha habido profesores que cuando les retiran la venia docendi, o les amonestan, despues de meses y años de "diálogo" con las autoridades del Magisterio Eclesiástico, se enfurecen, lloran, patalean, se victimizan -con las palmaditas de apoyo fraterno de hermanos y superiores- en vez de recapacitar, revisarse y cambiar. Luego ocurre lo que ocurre: abandonar la vida sacerdotal y/o religiosa, montarse un blog en Religión Digital, y enrredarse en las redes paracristianas o incorporarse en la Juan XXIII... y terminar en Africa o recibiendo doctorados "honoris causa" de universidades civiles frontalmente contrarias a la Iglesia.
Mientras tanto los Superiores de los tales, como Zapatero dijo, se tumabn en una hamaca a contemplar las estrellas...
Yo he tenido estos días un chasco ; menos mal que paré a tiempo. Quería estudiar cosas de teología a distancia a mi ritmo y casi me matriculo en un instituto de teología que como garantía y ¿cebo? tiene al cardenal Sistach como "patrón" ...
menos mal que se me ocurrió mirar la bibliografía recomendadda en "cristología", materia que no creo que sea una asignatura menor:
¡alucinante! y mejor no mirar en otras asignaturas más mundanas. A lo largo de las distintas asignaturas de los 2 cursos , están todos los que han escupido a la Iglesia en las últimas décadas. ¡TODOS!
Como muestra un par de ejemplos:
http://www.iscreb.org/castellano/iscreb_virtual/pdfs/2ndo/v_bat_2_cristologia.pdf
http://www.iscreb.org/castellano/iscreb_virtual/antropologia_teologica.htm
No sólo en Perú pasan estas cosas. La diferencia con barcelona es que tenemos al cardenal en contra nuestra y protegiendo a los lobos.
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LF:
Voy a enviar a quien corresponde esos enlaces.
Viendo eso, no me extraña que en esa diócesis vayan las cosas como van en términos vocacionales. Es muy difícil que con esos autores como referencia para profundizar en Cristo alguien se enamore de Cristo y de su Iglesia como Su Cuerpo Místico.
PAX CHRISTI,
Como para que vayamos tomando nota de la importancia que adquieren, frente a tanta impostura y a tanta apostasía encubierta, la acción y la presencia de portales como éste.
A apoyarlos pues, en la medida de nuestras posibilidades.
¿No parece un poco raro? En todo caso, ¿no debería el nuevo Prefecto de Doctrina de la Fe renunciar a dicho doctorado, concedido por una Universidad que está en abierta rebeldía contra la Iglesia?
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LF:
Precisamente los irresponsables responsables de la ex-PUCP pensaban que Mons. Müller podía impedir lo que finalmente ha pasado. Y ya se ha visto que no.
Lo de devolver el doctorado no se va a plantear. También se lo dieron al Papa en 1986, cuando era cardenal prefecto de la CDF.
Los esfuerzos que ello insumiría, ímprobos cirtamente, deberían canalizarse hacia la recuperación del patrimonio material y espiritual enajenado ilícitamente.
En la faz política se interpretaría como una claudicación de la Iglesia: "Bueno, ya tiene su universidad, que ahora nos deje en paz".
Y en la faz práctica, ¿qué garantiza que con la universidad sustituta no pase exactamente igual que con la rebelde?
Quienes legítimamente deseen tener una universidad católica en el Perú deberían comprometerse seria y firmemente a que lo que fue robado sea restituido a su dueño, la Iglesia, de manera perentórea.
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LF:
No, a ver. Por supuesto que hay que intentar por todos los medios recuperar el control de la actual PUCP. Pero eso no tiene por qué ser contradictorio con el ir poniendo las bases para crar una nueva en caso de que los tribunales peruanos no den la razón a la Iglesia.
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LF:
Doy paso a este, pero aviso al personal que no admitiré más comentarios sobre casos concretos de otras universidades católicas.
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LF:
Ahí está una de las claves del tema. ¿De quién es la universidad? Del estado peruano no es. Eso está claro. Por tanto, ¿de quién? ¿de unos dirigentes que pueden cambiar de la mañana a la noche?
Y que no me digan que es de los estudiantes, porque me da un ataque de risa.
La mejor defensa es un buen ataque y aquí, la Iglesia anuncia una ofensiva muy interesante en un ámbito nuevo. Me explico:
Si la PUCP se niega a quitar la "P" de "Pontificia" y la "C" de "Católica"... entonces la Iglesia puede iniciar un NUEVO proceso para exigir que la "marca" de la universidad rebelde no lleve esa "P" y esa "C".
En ese proceso creo que los de la PUCP lo van a tener muy difícil.
Al menos se conseguirá que no den gato por liebre. Porque, no nos engañemos, la "PUCP" como marca vale mucho. Y en esa "marca" dos de los componentes de la marca están siendo incumplidos.
Ese eventual proceso, naturalmente, se hará de forma paralela al proceso relativo a la PROPIEDAD del solar y los edificios.
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LF:
Si la PUCP se niega a quitar la P y la C, va a hacer tal ridículo ante el mundo entero, que yo creo que ni se les pasará por la cabeza semejante estupidez.
Por cierto, no tengo tan claro que la marca PUCP valga tanto. Entre las universidades de Iberoamérica ocupa el lugar 31:
http://www.topuniversities.com/university-rankings/latin-american-university-rankings/2012
Hay una cuantas pontificias y católicas por encima de ella.
saludos
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LF: Ya, ya, pero supongo que las leyes peruanas contemplan la obligación de respetar los acuerdos internacionales. Y también servirán para que se respete la voluntad de este señor, ¿no?. Es que buena parte de las propiedades de la universidad eran suyas:
"...estas generaciones aquí representadas, con los hijos de su esfuerzo docente, con los frutos de la Universidad Católica limeña, que son honor de las grandes profesiones, y que deben aquí JURAR CONMIGO DEFENDER A SU MADRE DE LAS ASECHANZAS QUE PUEDEN UN DÍA ASEDIARLA, DESEMBOZADAS Y FURIBUNDAS, O HIPÓCRITAS Y TORVAS. Juremos preservarla íntegra; sin renuncios, retrocesos ni cobardías; y con ella la irradiación de las supremas verdades de la religión y sanas doctrinas, que impedirán el desquiciamiento de nuestro amado Perú”.
Don José de la Riva Agüero y Osma
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Editado:
No se moleste en escribir más por aquí. No admito ataques a mi Iglesia.
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LF:
No tengo la menor evidencia de que hubiera un embargo en relación a esa noticia. Ni creo que el hecho de que haya dado esa exclusiva sea en menoscabo de su condición de católico. Si yo lo hubiera sabido antes que él, seguramente la habría dado.
Dicho eso, a diferencia del cardenal Herrera Oria, que dijo que "los periodistas católicos primero tienen que ser periodistas y, después, católicos", yo pienso que un periodista católico debe ser antes católico que periodista. Y ese pensamiento mío es compartido por el editor y el consejo de redacción de InfoCatólica, lo cual ha llevado a que en varias ocasiones no diéramos "exclusivas" que sí podían afectar negativamente a la Iglesia.
Muchas gracias por tu pronta respuesta y ha sido una alegría leer tus criterios tan claros como el de infocatolica. Sé que no tienes ninguna evidencia y por eso has escrito lo que has escrito. Pero acá en Lima ha habido malestar al respecto.
Por otro lado, es iluminador que nuestra acción debe estar unida no solamente a la verdad sino a la caridad y a la justicia y el Catecismo lo señala. Así un católico que es periodista, lo cual eleva su labor en su proyección hacia el bien, sabrá según una recta conciencia escoger entre el premio oculto ganado en el cielo que el vano aplauso terrenal.
un abrazo,
Carlos
Si vas a estudiar en una institución pontificia y católica no siendo católico pues debes ser tolerante y aprende lo que de buena maneras se enseña ahí de lo contrario vete a otro sitio, así de fácil.
El puesto 31 de la PUCP en el Ranking Latinoamericano de QS la ubica como la primera universidad en el Perú y eso es respetable y dice del valor que tiene la Universidad.
Creo que así como Ud., con todo derecho, pide no atacar a la Iglesia Católica ni al Cardenal Cipriani, lo justo es no atacar a las autoridades de la PUCP.
Como católica, me sorprende la insistencia de la Iglesia Católica en tener control sobre la Universidad, prohibiendo el uso de los nombres que han constituido su marca durante 95 años.
Como egresada de la PUCP, me parece injusto tacharla de alejada de la fe católica cuando los espacios están dados, llevamos Teología como curso obligatorio y los valores católicos en las que está inspirada han hecho posible que muchas personas, en estos 95 años, hayan podido tener una sólida formación académica gracias a un sistema escalonada de pensiones que otras universidades privadas no tienen.
Lo que hace especial a la PUCP es que su organización invita al diálogo de representantes sobre cómo se gestionan sus fondos y se elige por voto a los representantes y autoridades, salvo el espacio referido a los representantes de la Iglesia Católica, que son designados por el Arzobispo de Lima.
Como trabajadora de la PUCP, veo que la diversidad de la Universidad (creyentes y no creyentes, Católicos conservadores y Católicos no conservadores, profesores y alumnos, hombres y mujeres, entre otros) hace que ésta vaya creciendo no para engrosar las arcas de la Universidad o los salarios de las autoridades sino que año a año se invierte en mejorar los servicios y espacios para la comunidad universitaria. Estamos lejos de ser perfectos pero trabajamos para brindar un mejor servicio y ser una mejor organización que responda al desarrollo del país.
Y como peruana, puedo decir que la PUCP es uno de esos espacios gratos donde tratamos de convivir en la diversidad de lo que somos, lo que no es sencillo, pero lo seguimos intentando. Espero que ello pueda llevarse y extenderse a lo que es mi país también, ampliamente conocido por su diversidad.
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LF:
A mí no me sorprende que la Iglesia quiera que esa universidad, a la que me llego a llamar lo que ya no es, se ajuste al derecho canónico como la totalidad de las universidades pontificias que hay en el mundo.
Y como católico, no encuentro concebible que haya un solo católico que no esté de parte de la Santa Sede en estos momentos.
El presidente de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), Orlando Velásquez Benites, mostró su total respaldo a la Asamblea Universitaria de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), que aprobó respetar su denominación oficial, la de “Pontificia” y “Católica”.
Para Velásquez Benites, lo realizado por la Santa Sede vulnera no solo la autonomía de la PUCP sino de la universidad peruana en general.
“La Universidad Católica está regida por una ley universitaria. El Estado la reconoce como parte de la universidad peruana y cuenta con autonomía tal como lo señala la Ley 23733, lo que demuestra que está sujeta a ella. Para nosotros el proceder del Vaticano es una clara agresión al estado de derecho de la universidad”, señaló.
Asimismo, Velásquez reiteró su apoyo al rector de la PUCP, Miguel Rubio, como máxima autoridad reconocida por la ANR y a la Asamblea Universitaria como su órgano de gobierno institucional.
Por otro lado, ante las declaraciones de los voceros del Arzobispado de Lima que señalan que los títulos que entregue la PUCP no serían válidos, el presidente de la ANR indicó que la referida casa de estudios está protegida por la Ley Universitaria peruana.
Y puede realizar de forma normal sus actividades y seguir otorgando grados y títulos a nombre de la Nación, los que serán inscritos en el Registro Nacional de Grados y Títulos de la ANR, dijo.
Velásquez manifestó que la PUCP no solo es un ejemplo de formación académica, profesional y responsable, sino que es parte del patrimonio del Perú.
“La libertad de pensamiento, tolerancia y calidad en la enseñanza son valores intrínsecos de su vida académica, claros ejemplos de lo que estípula la Ley Universitaria en el país”, sostuvo
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LF:
Si Perú, como país, quiere hacer el ridículo mundial, permitiendo que se llame Pontificia y Católica una universidad en contra de la voluntad de la Iglesia Católica, allá con los peruanos.
Te jactas de defender a la Santa Sede. Pero insultas a un país católico, como Perú, al llamarlo ridículo. Es un comentario insultante.
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LF:
¿Usted sabe lo que es una frase en condicional?
Yo no he llamado ridículo al Perú. He dicho, y repito, que si en ese país quieren hacer el ridículo permitiendo que una de sus universidades sea pontificia y católica contra la voluntad expresa del Papa y la Iglesia Católica, no es mi problema.
Pero vamos, que cualquier nación haría el ridículo más espantoso si permitiera tal cosa es algo de lo que no le puede quedar duda alguna a nadie. Todavía no ha ocurrido tal cosa. Veremos lo que pasa.
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