Cardenal, ¿piensa usted ir uno por uno?
A finales del verano del año pasado la Iglesia Católica en Austria dejó bien claro ante todo el mundo que tiene un problema interno de magnitud considerable y consecuencias catastróficas. El P. Helmut Schüller, que llegó a ser vicario general de la archidiócesis de Viena entre 1995 y 1999, lanzó el “Llamamiento a la desobediencia", que fue firmado inmediatamente por centenares de sacerdotes austriacos.
En el documento se pedía la ordenación de las mujeres y de las personas casadas, que hombres y mujeres laicos preparados, solteros o casados, puedan oficiar Misa y dirigir iglesias carentes de párroco, que se permitiera que los divorciados puedan volver a contraer un segundo matrimonio religioso y que los protestantes puedan recibir la comunión.
Como ven ustedes, buena parte de esas peticiones son imposibles de conceder ya que afectan directamente a doctrinas pertenecienes al depósito de la fe. Y ni siquiera los Papas tienen autoridad para alterar dicho depósito, del que son sus principales guardianes. Recordemos que, tal y como enseña el Concilio Vaticano II, el Magisterio no está por encima de la Escritura ni de la Tradición:
Este Magisterio, evidentemente, no está sobre la palabra de Dios, sino que la sirve, enseñando solamente lo que le ha sido confiado, por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo la oye con piedad, la guarda con exactitud y la expone con fidelidad, y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como verdad revelada por Dios que se ha de creer.
Dei Verbum 10
El arzobispo de viena y cardenal primado de la Iglesia en Austria, S.E.R Christoph Maria Michael Hugo Damian Peter Adalbert Graf von Schönborn, Conde de Schörborn-Wiesentheid, O.P, tuvo a bien lanzar una advertencia a los sacerdotes firmantes del documento rebelde. Dijo: «Si alguien ha decidido seguir el camino de la disidencia, ello tiene consecuencias». Pues bien, casi un año después, parece que ha decidido pasar a la acción y ha pedido al decano de una de sus parroquias, P. Peter Meidinger, que retire la firma del documento o dimita. ¿Y qué ha hecho el cura? Pues dimitir. O sea, “non serviam”.
Dado que son cientos los curas austriacos que han optado por el camino de la rebeldía abierta contra la Iglesia, cabe preguntarse si el cardenal piensa ir uno por uno pidiéndoles lo mismo que al P. Meidinger. Dado que tiene 67 años, si los va haciendo pasar por su despacho arzobispal y cardenalicio a ritmo de uno por semana, quizás de aquí a que presente su renuncia por edad habrá podido recibir a la mitad de los firmantes. Aunque claro, él solo tiene autoridad sobre los que pertenecen a su archidiócesis y no sobre todos los sacerdotes austriacos. Así que puede que le dé tiempo a atender a “los suyos” de aquí a ocho años.
Ahora bien, ¿qué piensa hacer la Iglesia si la gran mayoría de los rebeldes, como parece previsible, se mantienen en sus trece? ¿se les echa a todos o se deja que sigan atendiendo a los fieles a pesar de que han demostrado no merecer ser sacerdotes ni por un minuto más? Porque ya me dirán ustedes con qué autoridad se puede ser pastor de una parroquia si a la vez se niega a aceptar la autoridad máxima del Magisterio, del Papa y de los obispos en comunión con él.
Como ya he dicho en otras ocasiones, estamos ante una situación de cisma. Y cada vez es más evidente, más abierto, más real, más palpable. Y mientras no se reconozca oficialmente, mientras no se aplique el código de derecho canónico -que para algo está-, mientras se sigan poniendo paños calientes, la situación no hará otra cosa que agravarse.
Se me dirá que la Iglesia en Austria no puede quedarse de repente sin gran parte de sus sacerdotes. Bueno, la Iglesia se quedó sin gran parte de sus obispos tras el Concilio de Nicea y no se paró el mundo. La Iglesia se quedó sin gran parte de sus fieles tras la Reforma protestante, y siguió en pie. No tiene nada de particular que la Iglesia se quede sin sacerdotes que son, en el siglo XXI, una especie de copia mala y barata del Lutero del siglo XVI. No es lo deseable, ciertamente, pero la verdad siempre nos hace libres. Y la verdad es que tenemos un cisma. La verdad es que tenemos sacerdotes que no merecen el nombre de católicos. Cuanto antes atajemos de raíz ese problema, mejor para todos. Al menos esa es mi opinión.
Luis Fernando Pérez Bustamante
31 comentarios
Por lo que me recuerdo, había muy pocos obispos alemanes en Trento; y no era por ningua discriminación, es que quedaron poquísimos que no adhirieran a la herejía.
Y no, no se acabó el mundo, no se acabó la Iglesia Católica, ni se acabó la Iglesia Católica en Alemania (también es verdad que estaba S. Pedro Canisio....)
Así que lo mismo en Austria; si no aceptas la Fe, no puedes ser guia en la Fe. Jubilación, inhabilitación para ejercer cualquier función relacionada con la Iglesia Católica, y será un excelente "aviso a navegantes". También es verdad que para hacer algo así hace falta tener confianza en la Divina Providencia; ignoro cuánto de esto queda en ciertos depósitos...
Pues estoy de acuerdo: más vale pocos que mucho lastre.
Si hay que expulsar a la mayoría o a la casi totalidad de los sacerdotes diocesanos o religiosos, pues entonces se hace, y rápido.
Además, los fieles lo entendremos: de momento padeceremos, pero tendremos sacerdotes auténticos, no a falsos sacerdotes de la anti-iglesia y del anti-evangelio.
----
LF:
Parece que en Austria los "fieles" están mayoritariamente de parte de esos curas. Señal de que no son verdaderos fieles. Pero da igual. Si quieren fundar su propia "iglesia", que lo hagan. Pero si quieren ser católicos, a la fe católica han de atenerse.
Pero S.E.R. tiene las manos atadas, por él mismo, hace pocas semanas invita a comer a una pareja - con vida marital - de varones uno de los cuales fue elegido miembro de un C. Parroquial, ¿a quien recurrirá S.E.R, a quienes desautorizó por ir de progre conciliador?.
Sinceramente, no envidio a quienes tienen que tomar la decisión de qué hacer con los sacerdotes rebeldes. Cada vez estoy más convencida de que la Iglesia está en la situación de cisma soterrado que está por culpa de muchos sacerdotes que han optado por enseñar insana doctrina en sus parroquias y cátedras. El daño que hacen cada día a los fieles es inmenso. No todo el mundo tiene capacidad de puentearlos y acudir a las fuentes para conocer la verdad. En fin, recemos por que los obispos cumplan con su misión y disciernan qué es soportable y cuándo hay que cortar por lo sano.
LF, nadie merece ser sacerdote. Y tampoco dejarán de serlo estos aunque se les excomulgara... Creo que lo que quieres decir es que no merecen ser párrocos.
Por otro lado, en un asunto así no creo que sea la solución "todos fuera, ya". ¿Por qué no puede el arzobispo llamar uno a uno a capítulo? Quizás hablando en privado recuperan una fe pérdida, la confianza en la Iglesia de Cristo, entran en razón y se arrepienten de lo firmado, y por otro lado les va dando tiempo y motivos de reflexión a los demás.
A parte, ¿quién asegura que muchos de los firmantes no lo hayan hecho presionados, engañados, o aborregados?
Una oportunidad de arrepentimiento es justa, y quizás el cardenal estima que es el mejor camino hacerlo uno por uno, o de dos en dos. Y el que se mantenga en sus trece, entonces sí, a su casa.
---
LF:
Lo de "merecen" era una forma de hablar pero está bien que hagas esas acotaciones.
No propongo "todos fuera ya", pero sí creo que es necesario acelerar un poco la petición de rectificación. En el fondo me da igual que vaya uno por uno, dos por dos o en bloques de diez.
El amotinamiento es de personas que han dejado de ser católicas, ya que sus postulados se contradicen con lo que aprendieron en el seminario, y ellos lo saben. Quieren "cambiar" a la Iglesia Católica desde dentro, pero "no, gracias", no les necesitamos, pueden irse en paz (y mejor que lo hagan pronto).
¿O por qué sigue vistiendo de monja Forcades, cuando sabe que está fuera de la iglesia?
Dice ... se contradicen con lo que aprendieron en el seminario ... ¿seguro que no lo aprendieron allí, precisamente?, ¿dígame dónde si no es así?.
Si muchas comunidades se quedaran sin semejantes engañadores del pueblo, sería muy penoso, pero preferible a que se siga expandiendo esta pandemia moral y religiosa.
Nunca olvidemos la pregunta del Señor: "Queréis iros también vosotros?" (Jn 6, 67). Y...siempre habrá muchos o pocos que responderán con Pedro: "Señor ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios" (ibid. , vv, 68 - 69).
---
LF:
Pues es que este cardenal ya ha aprobado alguna barbaridad:
http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=11525
Con esa postura me parece que ya estan en Austria y qizas en otras partes sin sacerdotes, lo que tienen a mi entender son "pastores" como se dice por aqui a los protestantes.
Saludos
Porque así como las sentencias crean jurisprudencia en la justicia humana, las decisiones del Papa generan un equivalente en la pastoral de la Iglesia.
Cuando JPII pidió perdón por los errores de los hijos de la Iglesia no mencionó este caso. O sea que aparentemente no ha sido un error. A ello sumemos que a partir de Paulo VI y salvo los casos de latae sententiae, no se ha excomulgado a nadie, antes bien se han levantado excomuniones. Entonces, ¿cómo podemos pedirle ahora a un arzobispo que tuerza lo que aparenta ser una tónica general en la Iglesia Católica?
¿No amerita esta situación un Motu Proprio aclaratorio, al menos?
Espero que se me entienda lo que he querido decir, que dicho está con el mayor dolor y perplejidad imaginables.
Debe llamarse a estos curas uno por uno, ordenarles que retiren su firma del escrito o que la mantengan.Si esto ultimo es lo que deciden, se les debe reducir al estado laical y asunto terminado.Cuanta mas blandura se muestre en este asunto, mas se envalentonaran; en cuanto se les de a escoger entre irse o quedarse, la mayoria se quedaran, pues fuera de la Iglesia no son nada ni nadie.Acto seguido, debe analizarse que se esta haciendo mal en los seminarios para que el resultado sean estas perlas cultivadas.¿Quien debe tomar medidas?Obvio: el obispo diocesano por orden expresa y por escrito de Roma y, si se niega, destitucion fulminante.Por desgracia, ya he dicho muchas veces que el prefecto de la Doctrina de la Fe es un inepto absoluto y no movera un dedo (y mas ahora que esta en tiempo de descuento).
- 2009 - 179, n.43).
Algunos "profesores" de los seminarios con toda seguridad son unos infiltrados que sirven al Enemigo. Pero no olvidemos que quien coloca a los "profesores", en última instancia, en el Obispo del lugar.
Maricruz Tasies: no creo que este tipo de "sacerdotes" ahuyenten a los verdaderos católicos. Conozco parroquias en las que verdaderos católicos han soportado lo indecible de esta gentuza en general casi cuarenta años, y siguen al pie del cañón a pesar de todo (no han logrado cambiarles). ¡A ver quién podrá más!
Valdría la pena recordar que la clientela de la Iglesia no son los fieles, sino Dios. Si un grupo de sacerdotes apoyan iniciativas que van en contra de lo enseñado por Cristo (de forma abierta en el caso de las ordenaciones de mujeres o el recasamiento de católicos) y el Magisterio, entonces las dudas no deberían tener cabida.
Con todo, la responsabilidad no se puede limitar a lo que acontece ahora. Cuando la basura comienza a salir por puertas y ventanas, es que ha estado muchos años acumulándose dentro de la casa sin que se viera por los de fuera. Pero los de dentro sí sabían lo que acontecía y no tomaron medidas para atajarlo..
esto es la punta del iceberg de una desviación doctrinal muy antigua y muy profunda.
---
LF:
Quien dice que ninguna de esas peticiones son imposibles de conceder, desconoce la fe católica.
Yo siempre me lamenté de la actitud hirsuta de la FSSPX, porque los elementos tan valiosos con los que cuenta serían utilísimos para ayudar a la limpieza del modernismo, que ahora campa a sus anchas.
Ya está bien de retiros zen y todo tipo de sincretismo anticatólico. Lo de Austria es escandaloso, pero en cualquier iglesia encontramos sacerdotes que cuestionan la autoridad de los obispos y el Papa. Sin ir más lejos, de primera mano, en el seminario de Palma de Mallorca, al menos cuando estaba el sacerdote que me lo contó, se prohibió rezar el rosario y los libros son de todo menos recomendables para la formación de un católico de a pie. En Mallorca es más importante para muchos párrocos y, sobre todo para la jerarquía, el catalán que la sana doctrina. Al pobre Mn. Murgui, que es un buen obispo, le están haciendo la vida imposible. Expulsar a los herejes, contrariamente a lo que se cree, aumentaría las vocaciones. El CVII (su tergiversación interesada) provocó la secularización de miles de religiosos porque sin lo sobrenatural, la vida religiosa no tiene sentido.
Aquel hermano que no corrige en la Verdad y en el Amor a su hermano (y mas si es un obispo respecto a sus fieles y sacerdotes)simplemente no ama a su hermano y por lo tanto comete un pecado de omision, que parece una tonteria pero producen mas daño que los pecados de accion porque los de omision se afianzan con el paso del tiempo como ha ocurrido con el LLamado a la Desobediencia.
No digo que haya que excomulgar a diestro y siniestro, esta debe ser la última medida cuando fallan las demas, pero es necesaria. Y no pasa nada porque las excomuniones se pueden levantar si hay un arrepentimiento, yo creo que son buenas para la humildad, porque generalmente los herejes y cismaticos pecan de orgullo y una excomunion como que les hace reflexionar.
---
LF:
Soy feo y la humildad no es mi fuerte. Y tengo más bien poco cariño con los herejes que se empeñan en ser católicos cuando no lo son. Es decir, no soy San Francisco de Sales. ¡Qué le voy a hacer!
Quizás cuando crezca en santidad podré ser guapo, humilde y paciente. Mientras tanto, las almas sensibles y llenas de suprema caridad cristiana hacia los heterodoxos, absténganse de pasarse por este blog.
No te lo tomes mal, Oscar. Entiendo que digas eso.
Unas de cal y otras de arena. Los calvinistas de san Francisco de Sales eran serios, no se andaban con esos escarseos de que soy calvinista allí y católico allá. Ni eran católicos ni querían serlo. Eso le dio más mérito al santo, porque cómo le costó hacerles cambiar de parecer... Ahora bien, decir no es difícil, pero es mejor que todos estemos claros, ante que esos grises que ni aclaran ni ayudan. Ya vendrán los nuevos san Franciscos de Sales, pero todo desde la claridad de dónde estamos ubicados, y no esta guachafa de sí pero no, no pero sí... Vale, hombre, que no estas diciendo nada antievangélico o anticaridad. Y claro, mal no vendría que te echara una manito desde el cielo el dulce obispo de Ginebra, porque de eso de convertir herejes, sin dudas, sabe...
Y la mía. Pero más que las opiniones, es lo que se ha hecho en la primera Iglesia y son los consejos del Señor. Eso no se negocia.
Si yo estuviera allí iría a aquellas iglesias donde los sacerdotes no hayan firmado esa declaración.
Dejar un comentario