¿Condena al Card. Tucho Fernández por escándalo?
(ECOS de la CAVERNA) Fuentes habitualmente mal informadas nos aseguran que se ha producido un acontecimiento inesperado en el Vaticano. Haciendo guardia ante las puertas de San Pedro, los guardias suizos se lo cuentan unos a otros entre susurros y el rumor vuela por los pasillos curiales, imparable como el viento del desierto que derribó la casa del santo Job.
Según parece, la situación se había hecho tan insostenible que el Santo Padre ha considerado que, en esta ocasión, sí que era quién para juzgar y ha tomado la decisión de condenar severamente a un alto cargo del Vaticano. “No podíamos seguir así”, habría asegurado el Pontífice, completamente solo en su habitación y sin que nadie le escuchase. “El acompañamiento y todo eso está muy bien, pero hay cosas que no se pueden tolerar y he tenido que actuar”.
¿Cómo de grave tiene que ser una conducta para que el Papa más misericordioso de los últimos tres o cuatro mil años se plante y diga “basta”? Pues bastante grave. Incluso podría decirse que muy grave.
De conformidad con el testimonio de multitud de testigos que no han presenciado los hechos, podemos asegurar que, antes de condenar, el Pontífice realizó varias advertencias al interesado, como manda el Evangelio. “Constantemente le dirigía indirectas,” explicó un monseñorini muy enterado, “de esas que parecía que hablaba a otros, aunque todos sabíamos que le estaba hablando a él. Pero nada, ni caso”.
“¡Es un verdadero escándalo y el Papa ya no lo podía tolerar. No, no me presionen para que lo cuente. Es tan vergonzoso que casi no me atrevo a decirlo en voz alta…”, aseguró el Card. Verdi d’ Envidia en una llamada espontánea a nuestra redacción. “Me he enterado de que se ha comprado sotanas y roquetes con puntillas y sombreritos rojos de esos redondos. Orribile scandalo! Dicen que en las sastrerías de Roma ya le conocen por su nombre. ¡Qué clericalismo! ¡Vaya un ejemplo para los curas jóvenes! Corpo di Bacco!”.
Viendo que no hacía caso de sus indirectas, el Papa se ha visto obligado a reconvenir públicamente a Su Eminencia el Cardenal “Tucho” Fernández por el delito canónico de “portar vestimentas sotaniles, sombreriles y puntilliles impropias de un clérigo moderno y con olor a oveja”. Asimismo, le ha impuesto una dura condena: hasta que termine la Cuaresma de 2028, deberá vestir exclusivamente camisa de cuadros, pantalones de chándal y zapatillas de deporte, mientras que solo podrá cubrirse la calva, “en caso de frío extremo”, con una boina vasca. Además, tendrá prohibidas las puntillas y los encajes in perpetuitate aut usque ad patam estirandam, “para que aprenda a no ser rígido”.
Un castigo ciertamente severo, pero justo.
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¡FELIZ DÍA DE LOS SANTOS INOCENTES, CAVERNÍCOLAS!
28 comentarios
NOTA 2: Al tratar el post de una persona no imaginaria, se ruega mantener los comentarios dentro del respeto y el buen gusto debidos.
Ahora bien, nadie se viste solo, el sastre forma parte del equipo asi que recibirá el premio (que no castigo) por estos 5 años que podian haber sido pero no fueron.
P.S.: Fuentes desinformadas me cuentan en el grupo de whatsapp al que pertenezco (o no), de forma individual (o no), segun me convenga, que el Cardenal ahora anda de sastre en sastre, desastre en sastre, desastre buscando uno que le haga un traje a la medida de la moda de turno.
www.telediariodigital.net/2013/09/la-mujer-tiene-que-tener-un-lugar-alli-donde-se-toman-decisiones-de-poder/.
Y en esta foto, lo mismo:
https://caminante-wanderer.blogspot.com/2022/05/relanzamiento-editorial-el-arte-de-besar.html.
Y por esta, tapándose de una vez por todas la boca (¡oh, cuán dichoso silencio!), se ha pasado:
www.infoplatense.com.ar/nota/2020-6-2-0-9-0-tucho-fernandez-hay-que-cuidarse-y-cuidar-a-la-gente.
Me gustaría que el equipo de redacción cavernicola proporcione fuentes de esta información, para que quienes no acompañamos todos los sucesos nos podamos enterar de esas intervenciones tan misericordiosas de nuestro glorioso y más misericordioso que Cristo, Papa Francisco.
¿Locualo nombre? El del registro civil, el de cristianar, el de la confirmación, lo que en casa le llamaron, el mote de la pandilla, el eclesiástico del seminario o el del carné de entidá, el de presbítero-obispo-cardenal o ese por lo cual dicen que es conocido en sus entornos socioafectivos y eclesiásticojuveniles del gran Buenos Aires y Roma-Vaticano? No confunda, se lo digo DESDE la sinodalidad, compañero cavernícola, discierna y ayude, ayude a discernir al pueblo que camina y quiere caminar.
Pues bien pudiera ser que la condena y/o sanción que se le impusiera al nombre conocido por los sastres no llegara a aplicarse al autor material del invento sancionado y/o condenado por falta de precisión y discernimiento en la dirección de la misma. ¿Fue Víctor Manuel, Manuel, Manolo, Enmanuele, Víctor Manuel «Tucho» Fernández, el pbro. Fernández, el cardenal Fernández, «Tucho» meramente el autor intelectual y material de "la cosa"?
En Radio "Pasillo" de Roma circula la versión -latina- que alguien ha sido pillado usando Manípulo y portando una tablilla con el Segundo Evangelio, buscando Altares hacia oriente y probándose zapatillos rojos.
También mencionan algunos discretos anónimos que pareciera han solicitado a los archivos descripciones del Palio y de la Silla Gestatoria, con una mirada de "perceptiva" añoranza.
Como diciendo qué tiempos aquellos...
Profundas cuestiones teológicas que sólo un técnico químico o un escritor de libros de autoayuda pueden dilucidar.
Por ejemplo, que el Papa haya decidido en un arranque de energía privar al Tucho ( Tuchy para los amigues) del postre los viernes.
Así mismo, el cisma latente que significa la versión de Tuchy de transformar la oriental danza de los siete velos en un sensual desnudo vestido de lagarterana, que habría ejecutado en privado ante el P. James Martin S.I.
Aquí está la división: Hay quien piensa que al estar tan emperifollado (no me dividan la palabra) suscita un más alto frenesí en la espera, y hay quien cree que no va a pasar una hora para ver esa mierda.
La historia con su manto de mármol, decidirá.
Los cabritillos que apaciento en mi risco de Soria, y tras una charla de animalistas y del Ministerio de Igualdad se han vuelto veganos y ya no devoran lobos.
¡Otro logro de nuestro gobierno progresista!
Santos Inocentes, rogad por nosotros.
Se creían los mejores y se han sentido humillados por los grandes logros de un "periférico". ¡Es imperdonable!
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