Lamentable fracaso del proyecto Paridad Total
(ECOS de la CAVERNA) Lamentamos informar a nuestros lectores de que uno de los proyectos más importantes para nuestro tiempo y para la Humanidad de todas las épocas ha sido abandonado. En una rueda de prensa celebrada en el Palacio de la Moncloa, el Gobierno de España ha reconocido que se ha visto obligado a suspender la aplicación del Proyecto Paridad Total, que emprendió hace ahora cinco años, a causa de “circunstancias ajenas a su voluntad”.
“Antes que nada”, señaló el Ministro Portavoz, Sr. Acebo-Cafloja, al comenzar la rueda de prensa, “creo que es necesario reconocer la terrible presión que ha supuesto el Proyecto para nuestro Excelentísimo Presidente del Gobierno, don Mario Suscelencia, aquí presente, que desde el comienzo lo asumió como algo personal”.
“Gracias, gracias”, respondió el Sr. Presidente, cubriéndose el ojo derecho con la mano para intentar detener el tic nervioso que lo aqueja desde hace cinco años.
“La idea original partió del Ministerio de la Mujer, la Igualdad y Esas Cosas”, continuó el Portavoz. “El Proyecto Parida Total, digo Paridad Total comenzó con el requisito de que en todos los puestos de trabajo hubiera siempre el mismo número de hombres y de mujeres, para garantizar, por primera vez en la historia de la Humanidad, la igualdad laboral completa”.
“¡La primera vez! ¡Eso es muy importante! Apúntenlo, apúntenlo”, apostilló el Presidente, señalando con el dedo a los periodistas.
“Fue necesario crear un Comité especializado para examinar las ramificaciones legislativas del asunto”, señaló el Portavoz. “Tras solamente seis meses de trabajo, el Comité tenía listo un borrador de proyecto de ley, si bien algunas cuestiones espinosas, como la paridad de género entre amas de cría y vientres de alquiler, se postergaron para ulteriores discusiones. Incluso se elaboró un Apéndice sobre el Deporte, en el que se preveía eliminar las distinciones entre competiciones masculinas y femeninas y obligar por ley a que las medallas se repartieran de forma equitativa entre los dos sexos y, posiblemente, los 57 géneros reconocidos por la legislación.”.
Según parece, en ese momento el Ministerio de Integración Racial presentó una enmienda al Proyecto. “El Sr. Ministro Fernández-Ibwongo señaló, con toda la razón del mundo, que la igualdad laboral no podía limitarse al género y debía ampliarse al ámbito racial".
“Como es lógico, estuvimos completamente de acuerdo y tomamos medidas inmediatas para incluir en el proyecto de ley que todas las razas debían estar igualmente representadas en cada una de las categorías laborales. El Estado debía garantizar que hubiera el mismo número de profesores, soldadores, ministros, repartidores de pizzas, conductores de tranvías, etc. que étnicamente fueran asiáticoespañoles, afroespañoles, americanoespañoles, indioespañoles, esquimaloespañoles y racistaespañoles de origen. Sólo se harían excepciones con los mineros, los buzos y otras profesiones en las que, de todas formas, nadie iba a notar de qué raza eran los trabajadores”, indicó el Portavoz.
“¡No somos racistas, eso debe quedar muy claro!”, lo interrumpió el Presidente. “¡No somos racistas! ¡No lo somos! ¡Nosotros no! ¡¡¡Que noooo!!!”.
Mientras el Presidente se reponía de su momentáneo ataque de nervios bebiendo un vaso de lo que parecía ser agua, el Ministro Portavoz explicó que, de nuevo, el Comité especializado tuvo que hacer encaje de bolillos para solucionar algunas dificultades, como el resultado sorprendente de que los cincuenta y cuatro representantes de la raza maorí presentes en España deberían desempeñar cada uno 153.000 empleos para alcanzar la paridad y de que la aplicación práctica tendría un costo anual equivalente al doble del presupuesto nacional.
“Además, ante el éxito en los ámbitos del género y la raza, los demás Ministerios quisieron ser incluidos en el Proyecto. “El Ministro de Educación exigió que se tuviera en cuenta a los analfabetos como categoría protegida en la normativa de paridad, de modo que también ellos tuvieran derecho al mismo número de puestos de tranviarios, bibliotecarios o profesores, por ejemplo, que los alfabetos". Esta modificación fue sencilla y sólo exigió la labor del Comité especializado durante ocho meses. A fin de cuentas, el propio Ministerio de Educación se había encargado ya de que las proporciones de alfabetos y analfabetos entre la población general fueran prácticamente iguales en España”.
“Simultáneamente", continuó el Portavoz, “los Ministerios de Economía, Interior y Defensa habían preparado sus propias enmiendas al Proyecto. La enmienda de Economía exigía la paridad entre pobres y ricos, sobre todo en los empleos de millonario, empresario y banquero. El Ministro del Interior consideraba que, para integrar laboralmente a los presos, estos debían tener derecho garantizado a un cierto número de puestos relacionados con sus condenas: los ladrones, como guardias de seguridad; los falsificadores, en la Casa de la Moneda; los estafadores, en la Bolsa, y así sucesivamente. El Ministerio de Defensa, después de mucho reflexionar y para no ser menos que los demás, requería la paridad laboral de defensos e indefensos".
“De nuevo, el Comité se puso a trabajar y, tras un año y medio de reuniones, pudo ofrecer la estimación de que necesitaría al menos diez años más para elaborar la normativa con esas nuevas condiciones", explicó el Ministro. “De todas formas, para aquel entonces ya no importaba, porque se habían sumado al Proyecto los Ministerios de Cine y Espectáculos (exigencia de integración igualitaria de los diferentemente guapos, antes conocidos como “feos"), Medio Ambiente (paridad interespecie e interespecia), Agricultura (reparto equitativo de los empleos agrícolas entre gente del campo y de la ciudad), Cultura (igualdad para los distintos cocientes intelectuales) y Sanidad (¿por qué esa distinción discriminatoria y enfermófoba entre médicos y enfermos?). Hasta el Ministerio de la Presidencia decidió participar e inició una campaña publicitaria con el lema Todos tenemos derecho a ser Presidente. El Comité revisó sus expectativas a cien años de trabajo y un presupuesto comparable a tres veces el PIB mundial".
“Por supuesto, esos pequeños contratiempos no hicieron que abandonásemos el Proyecto”, continuó el Presidente, ya recuperado, con una voz cada vez más estridente. “¡Porque no somos racistas, ni homófonos, ni pobrófobos, ni analfabetófagos, ni enfermóbofos, ni nada por el estilo. ¡No lo somos! ¡Me da igual lo que digan los periódicos!”.
Tras hacer una seña con la cabeza al Ministro de Sanidad para que se llevara al Presidente a descansar un rato, el Portavoz explicó que el paso siguiente fue abrir el Proyecto a las propuestas de la sociedad civil. “La respuesta fue masiva y mostró que decenas de miles de ONGs, asociaciones vecinales, peñas futbolísticas y simples ciudadanos querían o, mejor dicho, exigían lo que ellos llamaban ‘su parte del pastel’, en una referencia a los gloriosos tiempos de la Transición”.
“Desgraciadamente, tuvimos que reconocer que el Proyecto Parida se nos había escapado de las manos”, confesó el Portavoz. “Según el Comité, lograr los fondos necesarios para acomodar todas las propuestas obligaría a arrendar durante tres milenios el planeta Tierra como basurero espacial a alguna raza de extraterrestres y los miembros del propio Comité tendrían que reencarnarse un número infinito de veces para redactar la legislación”.
“Aunque nos hemos visto obligados a abandonar el Proyecto, no hemos dejado de plantearnos la cuestión fundamental: de quién es la culpa de este fracaso. Como es lógico, el problema no puede estar en la diversidad y la igualdad en sí mismas, que son la base de nuestra sociedad multi-pluri-trans-meta-cultural, así que tiene que haber un culpable oculto. Por suerte, antes de autodisolverse, el Comité zanjó esa cuestión y cerró sus reuniones con una conclusión indiscutible: la culpa de todo la tiene Trump”.
“¡Y también InfoCatólicaaaaaaaaaaaaaaaaa!”, gritó el Presidente mientras corría por la parte de atrás de la sala, perseguido de cerca por dos enfermeros, circunstancia que los periodistas presentes tomaron como una indicación de que la rueda de prensa había concluido.
34 comentarios
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Saludos cordiales.
Jo macho, con lo bien que nos estaba saliendo la jugada... Ahora a juntar a las huestes cavernícolas para diseñar la estrategia de defensa de la caverna.
¿Pero por qué serás tan parraplas? Anda, anda, saca un txacolí y vamos a trabajar. ¡¡¡ Y a ver si me haces caso alguna vez, primo!!!
Tal vez, da tanta risa porque no aparece tan lejano.
Dado los tiempos que corren, es para reirse y quedar pensando.
echo en falta que la Parida Total que usted menciona no tenga una aplicación más universal, por ejemplo, en los deportes. En unos campeonatos de atletismo ¿por qué han de competir "los chicos con los chicos y las chicas con las chicas"? Habrá, hay, machistas que comparan las marcas masculinas y femeninas y alegan que las de los varones son superiores a las de la féminas. Pero tal dato, que no niego, tiene una interpretación falsa, ya que nunca se organizan pruebas mixtas. Si las hubiera, se comprobaría sin duda que las diferencias actuales de rendimiento se deben mucho más a los factores sociales de educación y cultura que a las condiciones físicas de unos y otras.
¿Por qué, p. ej., no se aplica la Parida Total a los equipos de fútbol, que deberían ser siempre mixtos, sin discriminaciones antifeministas, asegurando cuotas participativas iguales para hombres y mujeres? O en el boxeo... No son pocos los casos que conocemos de señoras poderosas con maridines canijos.
Como se indica en la noticia, el Proyecto incluía un "Apéndice sobre el Deporte, en el que se preveía eliminar las distinciones entre competiciones masculinas y femeninas y obligar por ley a que las medallas se repartieran de forma equitativa entre los dos sexos y, posiblemente, los 57 géneros reconocidos por la legislación".
Nótese que la segunda parte es muy importante. Unificar simplemente las competiciones masculinas y las femeninas suena bien (y al que no le suene bien es un hitlermachista), pero tenía un riesgo. Imaginemos que, de alguna forma (probablemente con trampas), ¡los hombres hubieran ganado a las mujeres! Es obvio que algo así habría sido inaceptable, antiprogresista y multirretrógrado, de ahí que fuera mejor prevenir que curar y establecer por ley que las medallas se repartieran siempre de forma paritaria, para evitar problemas.
En cuanto a su consulta, no me va a ser posible acudir en los próximos diez años, pero no descarto la posibilidad de que en un futuro impreciso, y contando con la devaluación del €, pueda hacerlo.
Atentamente
Palas Atenea
Como experto que soy en psicología profunda (yo, que soy vasco madurito, pero quiero que se me reconozca en esta sociedad fascista y heteropatriarcal como tierna adolescente y en la intimidad respondo al nombre de María Jesús,o Josune) le entiendo perfectamente.También me gustaría ser negro de cintura para abajo, aunque este es otro tema.
Quería decirle, que en el caso improbable de que hoy no haya recibido una llamadita de Euskaltel, o Jazztel, o de un nuevo seguro, o la madre que los parió, tengo la solución a sus problemas:
Por sólo 10.000 euros al mes nos comprometemos a librarle de sus fobias con:
A) Envío mensual de nuestros libros de autoayuda "No sea usted imbécil"
B) Conexión directa vía interné con ReligiónDigital
C) Organizar comidas (pagando usted) con reputados teólogos octogenarios que hablarán sobre el futuro de la Iglesia.
Dese prisa. Esta promoción caduca el 31 de octubre. Día en que Lutero -testigo del evangelio- montó su numerito teutón con olor a sobaquina.
permítame que insista.
..."eliminar las distinciones entre competiciones masculinas y femeninas y obligar por ley a que las medallas se repartieran de forma equitativa entre los dos sexos"... no me parece equivalente a lo que yo propugno: que las competiciones sean siempre mixtas, que un equipo de fútbol, p.ej., tenga tantos hombres como mujeres, en Parida Total... O si lo dice, no lo dice con toda claridad. Perdón.
¡Aún tenemos que crecer mucho en democracia!
Después ya podrías comprar los remedios recomendados por Haddock (estoy negociando con él mi porcentaje por ventas, eso sí, totalmente desinteresado)
Pero no, Uds. siempre dando vueltas alrededor de los problemas realmente candentes ¿no serán agentes de la PaleoCía?
Saludos cordiales.
Pero es clara la raigambre capitalista de la hipotenUSA.
Saludos cordiales.
¡Son unos hacefobicos!
Debe ser igual estudiar y no estudiar, contestar un examen y no contestarlo, además lo que contesten debe dar lo mismo independientemente de la respuesta que den.
Obviamente se tendrá que fomentar la diversidad de comportamiento, asegurándose que existan alumnos y no alumnos que estudien y no estudien, que contesten y no contesten exámenes, que es lo mismo cualquier respuesta que den.
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