Por error, sacerdote casa a la novia con el fotógrafo de la boda
(ECOS de la CAVERNA) El pasado sábado, en la parroquia bilbaína de San Valentín in Vincoli, el día más esperado para una joven pareja de novios se convirtió en una auténtica pesadilla.
“Entiendo que estén molestos”, ha afirmado don Rodolfo, el sacerdote celebrante, “pero yo no tengo la culpa. ¿Cómo iba yo a saber que ese no era el novio? Ninguno de los dos estaba prestando atención al sacramento. Y el fotógrafo estaba un poco mejor vestido que el otro”.
Según la información que hemos podido reunir, el presbítero se distrajo un momento durante la ceremonia, con tan mala fortuna que, en lugar de casar a los novios, casó a la novia con el fotógrafo contratado para la ocasión. Cuando se dio cuenta de su error, ya no había remedio.
“A mí me parece maravilloooso”, afirmó Güendi H., una de las damas de honor. “Es como una película romántica. Igualito que Novia por Sorpresa 3,que es mi película favorita. La he visto como un millón de veces. Ahora solo falta que el novio se case con una dama de honor, como yo, por ejemplo, y todo será perfecto”.
“Yo ya he hecho lo que tenía que hacer”, declaró el padre de la novia. “He pagado el banquete y no pienso pagar otro, así que por mí las cosas se pueden quedar como están. Me gusta tan poco el coletas de la cámara de fotos como el melenas con quien se iba a casar mi hija, pero al menos el de la cámara tiene un trabajo y no espera que yo le busque un puesto en mi empresa”.
El novio, Joseba L., confesó que se encontraba aliviado por cómo había resultado todo. “He pensado irme de luna de miel de todas formas. Supongo que con una de las damas de honor, para aprovechar los billetes de avión”, explicó. “Cualquiera menos Güendi, que es una pesada”.
La novia no quiso realizar declaraciones, pero una fuente anónima reveló que había sufrido un ataque de nervios. Según parece, sigue negándose a quitarse el vestido nupcial y no cesa de repetir una y otra vez: “¡Arruinada! ¡Mi boda perfecta, arruinada!”.
Mientras tanto, el fotógrafo se encuentra en paradero desconocido y solo ha dado señales de vida para enviar a su flamante esposa la factura por las fotos de la boda.
En respuesta a las preguntas del reportero de ECOS de la CAVERNA, el portavoz del Obispado anunció que estaban preparando una investigación “para determinar si se trata de un hecho aislado o algo que sucede habitualmente”.
18 comentarios
Palas Atenea, mi querida amiga, si no hay "Amoris" que haya por lo menos "Laetitia". Ánimo y que no decaiga.
Esto me recuerda a una boda en mi parroquia de Kasperain (Navarra) cuando el oficiante completamente borracho (Quién soy yo para juzgar) casó al monaguillo con la madrina, una solterona de 78 años. Si bien ella con mirada extraviada se dirigía a su marido con un "¡Ven aquí, jilguerillo, y te daré cañamones gigantes" y el recién casado lloraba diciendo "yo sólo quiero ir a casa para jugar con mi tablet" los abiertos a las nuevas realidades eclesiales lo entendimos como el inicio de un camino personal liberado de obsoletas presiones mal llamadas cristianas, y que su exquisito discernimiento (al que nunca faltarán los sacramentos, seamos misericordiosos) les llevará a la cima de la perfección.
Yo fui el padrino; pero a partir de la cuarta botella de Rioja no recuerdo bien cómo acabó la boda.
Además, me parece muy romántico que el flamante esposo le envíe a su esposa la factura por las fotos de la boda... Es una forma muy sutil de decirle "no te he olvidado"... Ah!! Qué amor!!!
En el edificio donde vivía D. Pedro había una matrimonio viejecito muy querido por todos y porteros del inmueble, que se murieron con pocos días de diferencia. El hijo de ambos pidió al escritor que escribiera un epitafio para poner en su tumba. Él accedió con gusto y escribió:
"Fue tan grande su bondad,
tal su generosidad
y la virtud de los dos
que están, con seguridad,
en el Cielo junto a Dios"
El obispo frunció el ceño por lo de "con seguridad" y no le dio el placet, con lo que Muñoz Seca rectificó de la siguiente manera:
"Fueron muy juntos los dos,
el uno del otro en pos
donde va siempre el que muere,
pero no están junto a Dios
porque el obispo no quiere"
Naturalmente el obispo se escandalizó y tampoco dio consentimiento. De nuevo Muñoz Seca escribió:
"Vagando sus almas van,
por el éter, débilmente,
sin saber qué es lo que harán,
porque, desgraciadamente,
ni Dios sabe dónde están"
¡Grande D. Pedro Muñoz Seca!
Pero ya quiero saber cómo sigue esta historia de amor nacida en la parroquia bilbaína de San Valentín in Vincoli. Será por eso que los novios celebran su día en San Valentín??
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