Pinchos, bravos y mujeres

Ayer estuvimos, Rueda y yo, invitadas por el señor Vian, en la entrega de los premios bravos. Habiendo analizado la crónica del acto realizada por los también invitados, Vidal y Bastante, nos atrevemos a matizar, clarificar y corregir algunas de sus afirmaciones.

No es cierto que el cardenal Rouco “no quiso compartir el coctail que se ofrece después del acto”. Tampoco estuvo en los pinchos monseñor Martínez Camino. Nosotras tuvimos el detalle de guardarle unas ostras con albariño y alguna cosilla más. Sabíamos que ¡el cardenal y el secretario estaban en la cocina! , para que, sin merma del servicio, resultara más económico en este año de crisis. Nos dieron las gracias: “qué sería de nosotros sin estas mujeres”. Así pues, podemos afirmar y lo hacemos, que ambos dos estaban compartiendo el lunch

“Todos menos Rouco y su ausencia fue objeto de los consabidos comentarios que, en los corrillos, suelen hacerse del purpurado madrileño”. Vaya, eso nos lo perdimos, pero suponemos que, siendo los “consabidos”, serán los de siempre: que si tiene mala cara, que si tiene mala voz, que si manda mucho, que si es arisco, que si será deontológicamente esto de criticarle en sus espaldas… Por supuesto, no podemos pensar que Bastante-Vidal fuesen los primeros en “comentar”, ellos se limitaban a poner la oreja, ya se imaginan.

Es cierto que Bastante-Vidal quedaron deslumbrados por el director de L’Osservatore romano, Gian Maria Vian, y que para demostrarlo le adjudican elogios del grado 1ª “nada menos que”, “pronunció un corto pero profundo discurso, en un casi perfecto español” “tiene caché y prestigio consolidado y creciente”, “y una sencillez y claridad” que ya la quisieran los obispos españoles. De mayores, Vidal-Bastante serán como Vian.
Como no estaban Marieta de Jaureguízar, ni Yago de la Cierva, Vidal-Bastante tuvieron trabajo extra, entre pincho y pincho, ir pinchando a unos y otros hasta dar con la clave de la ausencia. Fieles a la caridad y a la deontología propias de su buen hacer, decidieron no revelarla, sino custodiarla y meditarla en sus corazoncitos, para cuando sea preciso lanzar alguna otra campaña relacionada con el Papa, el Opus, la JMJ o el cardenal.

Damos fe de que multitudes de “obispos y religiosos de diversas procedencias” felicitaron a Bastante-Vidal por Religion Digital, “por su profesionalidad, apertura y pluralismo, entre otras cosas”, y algunos incluso se animaron a añadir que “es una injusticia que aún no os hayan concedido el premio Bravo a las nuevas tecnologías, siendo, como sois, el portal de referencia de la información religiosa”, consolándoles con un “dentro de dos años os lo darán”.

En efecto, entre los felicitantes y demandantes de un “bravos” para RD pudimos ver a dos religiosas iberoamericanas y un religioso africano, dos obispos italianos, uno andaluz, otro gallego y dos catalanes, todos de procedencias y jerarquías diversas. Corrió el rumor de que se iba a redactar una carta para firmas a los miles de católicos españoles para quienes RD es “portal de referencia”. También se sugirió convocar una concentración de católicos descontentos con esta injusticia perpetrada año tras año.

No podemos asegurar que estuvieran “extremadamente cariñosos con nosotros tanto el cardenal Sistach como monseñor Vives”; la verdad, más bien nos pareció que les esquivaban. Lo que sí aseguramos es que Vidal-Bastante echaron el resto en deontología y profesionalidad y lograron intercambiar unas frases con los mencionados, en las que propusieron a Taltavull, Vives y Ladaria como arzobispo y obispos auxiliares de Barcelona, conformándose de mala gana si también va en el paquete Sainz Meneses.

Claro que el mejor calificado en la terna de Bastante-Vidal podría ser Taltavull: “bien preparado, solvente, con experiencia pastoral, buena formación y, sobre todo, humildad, cercanía y amabilidad”. Otro que también nos pareció que huía de ellos aunque sin éxito.

Y finalmente, en un acto de valentía admirable, mientras colgaba los discursos, las fotos y las noticias, no huyó, sino que les plantó por delante buenos pinchos y algún que otro cotilleo añastril el nuevo secretario, Josetxo Vera. Tal vez sea él quien postule la candidatura del “portal de referencia”, eso sí, no antes de dos años.

PD. Por cierto, nos pareció que lo que se sirvió fue un “lunch", “aperitivo” o “ágape celebrativo“. Lo de “coctail” suena a vespertino, lo de los “pinchos” es un tanto impropio. Claro que quién podría llevar la contraria a Bastante-Vidal… ¡la DRAE!

cóctel o coctel. (Del ingl. cock-tail).
1. m. Bebida compuesta de una mezcla de licores a la que se añaden por lo común otros ingredientes.
2. m. Reunión o fiesta donde se toman estas bebidas, generalmente por la tarde.
3. m. Mezcla de cosas diversas.

pincho, cha. (De pinchar).
2. m. Aguijón o punta aguda de hierro u otra materia.
4. m. Porción de comida tomada como aperitivo, que a veces se atraviesa con un palillo.
7. f. Espina de plantas o pescados que puede clavarse en el cuerpo.

La Rueda sin Aristas
Paca Bezota