Arregi, demócratas y terroristas

En La Caverna estamos muy atentos a las noticias sobre el “todavía-franciscano-pero-no-por-mucho-tiempo” y nombre-trinitario Joseba Arregi, Joxe Arregi o José Arregui (tres nombres diferentes, una sola persona). Parece que la cosa está ya en el “se va, se va, se fue” que cantaba Jorge Drexler:

Pero antes de que consume su partida, nuestros espías cavernarios nos han pasado un material muy interesante. Se lo ofrecemos a todos aquellos que defienden las bondades del “todavía-franciscano-pero-no-por-mucho-tiempo". Se trata de un extracto de la homilía de una Misa dominical (en euskera) presidida por el propio Joxe Arregi en Aranzazu, y retransmitida por Euskadi Irratia el 13-6-2010. A propósito del evangelio, en el que aparece el fariseo que divide al prójimo entre justos y pecadores, Arregi dijo:

Bere burua zintzo ikusten du fariseuak. Eta mundua bitan banatzen du: onak eta gaiztoak, errudunak eta errugabeak, terroristak eta demokratak. Alde batekoak denak errugabe, beste aldekoak beti errudun. Eta errudunari etzaio irtenbide bat besterik gelditzen: Merezi duen zigorra azkeneraiño betetzea egingako zorrak azken zozeraino ordaintzea kartzela zuloan. Hori da gure gizartearen lege nagusia. Eta horixe bera, mendeetan zehar eta oraindik ere Elizaren legea. Egiaren eta onaren jabe bakar uzte duen Elizaren lege zorrotza. Egia osoa alde betera, errorea bestea….

¿Cómo? ¿que no os ha quedado claro? ¿que no lo entendéis? Pero qué poca cultura linguística tenéis. Venga, venga, no lloréis. Menos quejas. Ahí os pasamos la traducción a vuestra lengua vernácula:

El fariseo se considera justo. Y divide el mundo en dos: los buenos y los malos, los culpables y los inocentes, los terroristas y los demócratas. Los de un lado son todos inocentes, y los del otro lado son todos culpables. Y al culpable no le queda más que una salida: pagar en la cárcel hasta el último céntimo de su deuda y permanecer en la cárcel como pago de su merecido castigo… Esa es la ley principal de nuestra sociedad, y esa es también la antigua y actual ley de la Iglesia. Es la Iglesia que se cree dueña de la verdad y del bien: La verdad absoluta a un lado y el error al otro lado…

Resuenan en nuestros oídos la voz del profeta: “Pero hombres y mujeres de Dios, ¿cómo se os ocurre dividir al mundo entre buenos y malos? ¿cómo que terroristas malos y demócratas buenos? ¿cómo que los malos son los violadores y las buenas las violadas? ¿cómo que a la cárcel con los malos? Pero qué asco de sociedad y qué asco de Iglesia".

Pero el profeta se nos va. Vuela cual golondrina libre en dirección a las profundidades de la mar marinera. Sus ojos se dirigen hacia el hermano sol. Toma sus cosas y se pone a navegar. Una camisa, un pantalón vaquero y una canción… ¿dónde irá? ¿Habremos de cantar de él lo que Joan Baptista Humet cantó de Clara?:

Clara,se vio atrapada,
abandonó el trabajo,
se vino abajo,

Clara,languidecida,
perdida en un camino
de ansiedades y ambrosías.

….

Clara naufragó
tenía el mar del miedo
en la mirada
las ropas empapadas
y el suelo por almohada
y lentamente amaneció.

Apolonio Cromañónez