Sobre una entrevista a Monseñor Castellanos
Señor director:
Muy mal sabor de boca me ha dejado la entrevista con Monseñor Castellanos que publica el Diario de León y hoy reproduce Religión Digital.
Llena de reproches a la iglesia actual, al Vaticano, hasta a su propia provincia de León. La impresión de que él y los que le ayudan y sostienen son los buenos mientras los demás son unos malvados que no quieren saber nada de los pobres. Todos los tópicos y toda la demagogia de los años setenta. Muy triste ver a un obispo así.
Afirma que se siente apoyado por organizaciones sociales y políticas, pero no por la Iglesia, que según sus palabras “no hace más que criticarnos”. Mire monseñor, aquí no vale eso de tirar la piedra y esconder la mano. Diga públicamente y demuestre con documentación quién le critica, cómo y por qué, porque de lo contrario acabaré creyendo que todo se lo inventa para ser el bueno de la película.

Queridos Jóvenes, y otros no tan jóvenes… que ya habéis pasado la frontera de los 35. Es más, me dirijo a los más “talluditos”, a los responsables y “formadores”.
Hace cinco años un grupo de amigos decidimos embarcarnos en una aventura, que sin duda, ha cambiado nuestras vidas y las de mucha gente. Esta aventura respondía a la situación que percibíamos a nuestro alrededor, en el corazón mismo de nuestra ciudad, Barcelona: cada vez más personas viviendo en las calles; por debajo del umbral de la pobreza, en situación de exclusión social; desahucios, gente sin trabajo. Esta realidad, que ha ido creciendo y resulta cada vez más insostenible, nos empujó a salir a la calle y poner nuestro granito de arena. Partimos en busca de los más necesitados.
Os escribimos desde la HOAC de Madrid, movimiento especializado de la Acción Católica que tiene encomendada por la Iglesia la misión de la evangelización del mundo obrero y del trabajo. Como todos sabemos, venimos sufriendo una larga y profunda crisis económica que está afectando a un altísimo número de personas, sobre todo a los más desfavorecidos.


