(103) La realidad del Purgatorio y la "Preparación para la muerte"
En este tiempo que algunos siguen considerando primaveral, no “queda bien” hablar de la Muerte, pero lo cierto es que mientras todo pasa, ella es lo único que permanece idéntica, señalando la Verdad inmutable, que también permanece sonriendo a todo lo que pasa, y a pesar de que se la quiera ocultar detrás de propuestas relativistas y cómodas.
Por eso la solemnidad de hoy es una muestra maravillosa de la tierna solicitud de nuestra Madre Iglesia, que además de educarnos, nos recuerda el permanente deber de caridad de rogar por las benditas almas del Purgatorio, en donde pueden hallarse muchos de nuestros seres queridos.
Realmente se les hace una gran injusticia cuando en tantos responsos y misas se los “canoniza” automáticamente, dando un mentiroso consuelo a sus deudos, alegando que “ya están gozando junto al Padre”, y alentando con ello el olvido de la responsabilidad que nos cabe a los vivos para procurarles ese descanso. Y claro, también se traiciona gravemente a los que quedamos aquí, al desaprovechar la oportunidad para inculcar el valor tremendo del aprovechamiento del tiempo. ¿Quién sabe si mañana tendremos la gracia que se nos regala hoy?…
Ay, ¡cuánto daño hacen esas homilías y catequesis con somnífero para las conciencias…!

No se sorprenda el lector. Si ha habido tantos “honorables invitados” a este Sínodo que nos han dejado con la boca abierta, y tantos personajes que uno creería que no podrían haber estado jamás como consejeros papales, y sin embargo, siguen soltando ocurrencias a cuál más mundana sin que se los haya hecho callar, porque lo importante era el diálogo sincero... Si ni siquiera tuvieron empacho en recibir al Papa en la sala Pablo VI hace unos días, al son de “Heal the Word”, (himno de Michael Jackson cuya elocuente letra por un mundo unido pueden ver
Este 25 de octubre será para muchos católicos argentinos, un día sagrado. Pero no por ser domingo, ni por la clausura del Sínodo, sino porque nuevamente habrá aquí elecciones presidenciales…!
Ya en los últimos días del Sínodo de la Familia, vemos que ha proliferado una serie de artículos en diversos medios, profetizando, ponderando, lamentando y celebrando las diferentes posiciones que desde hace más de un año suscitan en el pueblo fiel desde la euforia más auspiciosa hasta la decepción más amarga. Si en algo deberíamos coincidir, es en el reconocimiento de que lo más ausente allí ha sido el espíritu de unidad.
Si por algo se viene caracterizando hace unas décadas la Iglesia en Argentina es por la sensación de formar una suerte de “iglesia nacional”, en la que no sólo se hace lo que a cada uno le place en materia de liturgia, sino que también el calendario se va acomodando “a piacere”, eso sí: siempre anteponiendo excusas relativas a un presunto carácter misionero, como si éste se pudiera contraponer al sentir católico-universal.
A veces corremos el riesgo de enturbiar la mirada, y quienes vivimos en medio del mundo, aunque sepamos que “Nuestra batalla no es contra la carne y la sangre sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que están en el aire” (Ef 6, 12-13), frecuentemente olvidamos acudir a quienes llevan la delantera del Combate, honrando fervientemente a los santos ángeles y arcángeles.




