InfoCatólica / Caritas in Veritate / Categoría: Fidelidad

18.11.24

(357) Mons. Schneider: "El mundo quiere una religión de supermercado"

Credo2“Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.” (Gal. 1, 8)

———-

Compartimos aquí una interesante entrevista realizada días pasados por Agustín de Beitía para el periódico La Prensa, de Buenos Aires, considerando que ofrece varios focos de luz que hay que tener en cuenta en medio de la situación que atravesamos.

——————————————————-

Leer más... »

23.07.24

(348) Edición española del "Credo" de Mons. Schneider: un Catecismo imprescindible para fortalecimiento y defensa de la Fe

CredoEsp 

- “¡Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer a las ovejas de mi rebaño!, dice el Señor.

Por eso habló así el Señor, Dios de Israel, contra los pastores que apacientan a mi pueblo: “Ustedes han rechazado y dispersado a mis ovejas y no las han cuidado. Yo me encargaré de castigar la maldad de las acciones de ustedes. Yo mismo reuniré al resto de mis ovejas de todos los países a donde las había expulsado y las volveré a traer a sus pastos, para que ahí crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las apacienten. Ya no temerán ni se espantarán y ninguna se perderá”. (Jeremías 23, 1-4)

- “Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando, y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor y comenzó a enseñarles muchas cosas.” (Mc. 6, 33-34)

Leer más... »

7.04.24

(346) Invitación editorial: "El Filósofo y la Ciudad – Vida de Jordán Bruno Genta"

invitacion

” Combate por la verdad hasta la muerte y el Señor guerreará por ti” (Eclo. 4, 28).

 ***

“Amar la Patria es el amor primero,

y es el postrer amor, después de Dios

Y si es crucificado y verdadero,

ya son un solo amor, ya no son dos.

(Leonardo Castellani)

***

“Señor, danos la fe de los cruzados y haznos caballeros de Tu Reino. 

 Velaremos las armas como Alonso Quijano una noche que tendrá luna clara.

No queremos ser muchos. “Caballería no aprecia multitud de número",

decía Raimundo Lulio.  Danos el amor y el valor de la Verdad.

Para el testimonio, simple y entero, te pedimos la esperanza de los mártires….”

(Lilia M. de Genta: “Glosas del Buen combate”, Ed. Combate,  p. 76)

Hace ya varias décadas que abrigábamos el deseo de dar a conocer “al mundo”, en una obra exhaustiva, prolija y demorada, la vida fecunda del  que fue para muchos argentinos el maestro y testigo de un amor fiel y entrañable a Dios y a la Patria.

Era un deber de gratitud para con él, y de caridad con los argentinos que esperan transitar este valle de lágrimas anclados en la verdad, más allá de toda componenda.  Por eso, en la hora aciaga de apostasía y de traición que  transitamos en nuestra pobre Argentina, el anuncio de esta edición tan esperada, es una verdadera prolongación del gozo de la Pascua.

Leer más... »

28.10.23

(336) San Pío X, los liberales y la opción política -I- (por Antonio Caponnetto)

SPX2“Con su mirada de águila más perspicaz y más segura que la corta vista de los miopes raciocinadores, veía el mundo tal cual era, veía la misión de la Iglesia en el mundo… y su deber en el seno de una sociedad descristianizada… contaminada por los errores del tiempo y por la perversidad del siglo” (Pío XII, Breve por ocasión de la

Beatificación de Pío X, Documentos Pontificios, nº 83, Vozes, 1958, 2ª edición.)

***

“La llamamos democracia, pero es ,de hecho, la anarquía hecha costumbre” (Oswald Spengler)

 ***

“La democracia acaso deba entenderse así:  los vicios de unos pocos puestos al alcance de todos.” (Henry Becque)

A raíz del último post, en el que algunos comentaristas sacaron a colación  dos notas pastorales de San Pío X con relación al liberalismo en ciertas circunstancias concretas, y tras la publicación de las mismas en el blog del p. Olivera, nos ha preocupado que algunos sacasen de ello y como conclusión precipitada, pretexto para una interpretación errónea de la doctrina sostenida por el santo pontífice, considerándolo como un cambio sustancial en la misma.

De ello podríamos colegir una concepción nominalista de la autoridad, hoy tan instalada, por la cual se considera que algo es recto y bueno por afirmarlo la autoridad, cuando el orden es a la inversa: existe un bien objetivo y el (buen) gobernante legisla y se inclina a favor de ese Bien. No comprender esta importante distinción es lo que lleva a creer hoy a tantas personas que por ejemplo, un papa podría cambiar la doctrina como si se tratase de un vestido de moda. Y así, aunque queriendo clarificar, podríamos en cambio contribuir a la confusión.  

Leer más... »

10.08.23

(333) Plegaria por el triunfo de la fe católica (Mons. A. Schneider)

NotreDame“Jesús dijo a sus discípulos: Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquél por quien vienen!” (Lc.17,1)

  Es ya tanto el estupor, la angustia y la perplejidad que sufren a diario miles de católicos alrededor del mundo, provocados en gran medida por el escándalo de pastores mudos, o que hacen el oficio de guardianes del Lobo, como hienas hambrientas, que la tentación de desesperanza se yergue como una verdadera amenaza que devora las almas. En medio de estas zozobras, el valor de la Plegaria no sólo no debe ser desestimado sino -más que nunca- esgrimida como bandera y arma potente en la lid espiritual que transitamos. 

Pero cuando además, esa Plegaria es propuesta y encabezada por un noble sucesor de los Apóstoles, no podemos sino sumarnos a ella con renovado brío y esperanza. Hemos de tomar siempre el corazón entre las manos, y ante Nuestro Señor Sacramentado, reconocer que no somos nosotros sino El, Quien debe ser consolado y reparado¡Enjuguemos las lágrimas, corazón mío, y levántate, que todavía queda un buen trecho que recorrer, y no se puede dejar de suplicar, si queremos alcanzar la cumbre de la Victoria!

Sugerimos imprimir, difundir, y rezar varias veces al día, -en especial luego del Santo Rosario o en nuestra Acción de gracias- la siguiente Plegaria que Mons. A. Schneider nos ofrece para estos días:

Oración por el Triunfo de la Fe Católica

Dios todopoderoso y eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo, arrodillados ante Tu Majestad, Te damos gracias desde lo más profundo de nuestra alma por el don inestimable de la fe católica, que Tu has dignado revelarnos por medio de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Recibimos esta luz divina en el santo bautismo y os hemos prometido mantener esta fe inviolada hasta la muerte.

Aumenta en nosotros el don de la fe católica. Que sea ella por Tu gracia fortalecida y hecha inquebrantable. Incrementa diariamente en nosotros la comprensión de la belleza y de la profundidad de la fe católica, para que podamos vivir en el profundo gozo de Tu verdad divina y estar dispuestos a sacrificar todo antes que transigir o traicionar esta fe. Concédenos la gracia de ser decididos a sufrir mil muertes por un solo artículo del Credo.

Recibe con bondad nuestro acto de humilde reparación por todos los pecados cometidos contra la fe católica por los laicos y el clero, especialmente por los altos clérigos que, contrariando la solemne promesa que hicieron en su ordenación de ser maestros y defensores de la integridad de la fe católica, se han convertido en paladines de la herejía, envenenando el rebaño que les ha sido confiado y ofendiendo gravemente a la Divina Majestad de Jesucristo, la Verdad encarnada.

Concédenos la gracia de ver todos los acontecimientos de nuestra vida, y las inmensas pruebas que ahora atraviesa nuestra santa Madre Iglesia, en la luz sobrenatural de la fe. Haz nos creer que Tú harás surgir del vasto desierto espiritual de hoy un renovado florecimiento de la fe que adornará el jardín de la Iglesia con nuevas obras de fe y dará lugar a una nueva era de fe.

Creemos firmemente que la fe católica es la única fe y religión verdadera, que Tu invitas a toda persona humana a abrazar libremente. Que por la intercesión de la Santísima Virgen María, destructora de todas las herejías, y los grandes Mártires y Confesores de la fe, la fe santa, católica y apostólica triunfe nuevamente en la Iglesia y en el mundo, para que ninguna alma se pierda sino antes bien, llegue al conocimiento de Jesucristo, único Salvador de la humanidad, y por una fe recta y una vida justa alcanza la bienaventuranza eterna en Ti, oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

A Ti sea dado todo honor y gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

 

+ Athanasius Schneider, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa María en Astana