(250) Nueva profanación en la basílica de Luján -la perversión de la caridad-
“Ellos, entonces, poseen los templos. Vosotros, en cambio, la tradición de la Fe apostólica. Ellos, consolidados en esos lugares, están en realidad al margen de la verdadera Fe (…). Cuanto mayor es el empeño de éstos por dominar la Iglesia, tanto más están fuera de ella. Creen estar dentro de la verdad, aunque en realidad están excluidos de ella, prisioneros de otra cosa, mientras la Iglesia, desolada, sufre la devastación de estos supuestos benefactores”
(San Atanasio Patrología Griega, tomo 26, col. 118/90)
Como sugeríamos en el post anterior, el incendio de Notre Dame u otros similares constituyen en última instancia un gran símbolo de las tantísimas profanaciones de las que los templos están siendo objeto cada vez más, con total beneplácito de muchísimos miembros de la Jerarquía, quienes poco a poco, ya sea por comodidad, cobardía o malicia, consciente o inconscientemente, están contribuyendo a la formación de una nueva iglesia, que para muchos tiene cada vez menos que ver con la católica.