A pocas horas de iniciar su viaje a la Argentina, donde ofrecerá una serie de conferencias esta semana (ver imagen), hemos podido anticiparle nuestra bienvenida al Prof. E. Michael Jones al realizar –a través de la gentil mediación de Luis Álvarez Primo- la entrevista que sigue, y que publicaremos en dos posts, acerca de algunos aspectos relevantes de la revolución cultural anticristiana, que muchas veces pasan desapercibidos. El p. Javier Olivera nos ha ofrecido aquí, hace unos días una buena reseña biográfica, así como la noticia de sus obras principales.
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V.G.:Prof. Jones, Usted ha dedicado buena parte de su obra al estudio de de la “revolución cultural”, sus estrategias y consecuencias. ¿A qué alude ud. con este término?
Prof. E. Michael Jones. (EMJ): Con el término “revolución cultural” me refiero a hechos ocurridos durante los años ‘60 y particularmente 1965 que provocaron la “quiebra”, el “default” de nuestra cultura.
La Revolución Cultural en los Estados Unidos fue la culminación de la ingeniería social trazada por individuos como el sociólogo y economista sueco Gunnar Myrdal, servidor de los oligarcas estadounidenses de los años ‘40. Su libro The American Dilemma (El Dilema Norteamericano) fue escrito en colaboración con los agentes de la “comunidad de inteligencia” del Gobierno de los EE. UU durante la Segunda Guerra Mundial.
V.G.: ¿Qué interés particular ha motivado su visita a la Argentina? ¿qué vinculación advierte entre nuestro país y la ofensiva cultural que se da en otras naciones cristianas en esta guerra sin tiempo?
EMJ: Viajo a la Argentina a instancias de amigos católicos, para transmitir mi experiencia y hablar acerca de la naturaleza de la guerra cultural en el mundo y en este país. Me refiero por ejemplo -entre las muchas manifestaciones de ese espíritu revolucionario-, a los recurrentes ataques blasfemos ante varias Catedrales y templos católicos, que son un calco de los realizados por Pussy Cat y Femen contra las Iglesias ortodoxas en Rusia o en otros países católicos de Europa. Ambas organizaciones fundan su accionar en las teorías del psiquiatra austríaco Whilhem Reich, quien juega un papel fundamental en la estrategia de subversión cultural imperante.
Los católicos de América del Norte se han convertido en “americanistas” en el sentido definido por el Papa León XIII en su encíclica Testem Benevolentia (1). Porque no conocen la verdadera historia de la revolución cultural, han internalizado los mandamientos de sus opresores. El resultado es la completa colonización de la mente católica en América del Norte. Si los católicos en general fueran más conscientes de esta historia, podían oponerse a ella más eficazmente. Esto es cierto también para América Latina, que ahora sufre bajo el mismo tipo de imperialismo cultural americano. Es aplicable también en Australia. El hecho de que estén discutiendo el matrimonio gay es una señal de que son una colonia de los Estados Unidos.
La unidad católica, en todo el mundo, es, en mi opinión, la única fuerza lo suficientemente poderosa como para contrarrestar la actual oligarquía de CEOs y homosexuales que están imponiendo la ideología de género en todo el mundo.
El mejor ejemplo de oposición que puedo dar es la reciente carta pastoral que los obispos polacos expusieron sobre la ideología de género. Mi libro Libido Dominandi: Liberación Sexual y Control Político ha sido traducido al polaco y jugó un papel fundamental en la escritura de esa carta pastoral.
V.G.: En el contexto del “Nuevo Orden Mundial", ¿podría definir el concepto de ingeniería social, explicitando su propósito, y quiénes son sus principales agentes?
EMJ: La ingeniería social que se impuso a los ciudadanos de los Estados Unidos de Norteamérica en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial se desarrolló a partir de las teorías de John B. Watson y sus seguidores en la Universidad de Chicago. El Conductismo sostiene que no hay una “naturaleza humana”, y que el hombre estaría determinado por el medio ambiente. De este modo, todo lo que los ingenieros sociales tenían que hacer para producir un cambio social era cambiar el modo de vivir y de organizarse de la gente. Esto comportaba cambios en las políticas de vivienda, urbanismo y educación, y a ello había que abocarse plenamente.
Esas políticas fueron confirmadas por dos fallos de la Corte Suprema de Justicia de los EE.UU en 1954: uno, en ocasión del caso Berman vs Parker, que autorizó la reorganización y renovación urbana y el otro, llamado Brown vs School Board que autorizaba al gobierno a promover el transporte y la integración escolar forzosa entre los distintos barrios de las ciudades en los EE.UU.
Los agentes que impusieron este régimen de ingeniería social sobre el pueblo norteamericano variaban según cada programa. Louis Wirth, el sociólogo de la Universidad de Chicago, fue el arquitecto de la mencionada renovación urbana como vehículo de “depuración racial” de católicos en los barrios urbanos en lugares como Chicago, tal como lo demuestro en mi libro Slaughter of Cities (Descuartizamiento de ciudades).
La “liberación sexual” también fue una forma de ingeniería social. La famila Rockefeller, emblema de las élites puritanas ( WASP) fue la responsable de la campaña de promoción del control de la natalidad en los años ‘60. Ciertos judíos de Hollywood fueron responsables de la destrucción del “Production Code o Código Etico de Producción Cinematográfica, que ponía límites a los desnudos, las blasfemias, las obscenidades y la ridiculización del clero. Ellos quebraron este Còdigo con su producción de la película The Pawnbroker (El prestamista) que aprovechando el tema del Holocausto fue la primera de las exhibiciones de pechos desnudos. Los Rockefeller lograron que la Corte Suprema derogara leyes que prohibían la venta de anticonceptivos, también en 1965.
V.G.: La “liberación sexual” es un elemento recurrente a nivel global; ¿podría definir este concepto como instrumento de control político?
EMJ: San Agustín dice que el hombre deberá obedecer a tantos señores como vicios tenga. Al promover el vicio en la forma de contenidos pornográficos, “derechos “ homosexuales, y “matrimonio” homosexual, el Imperio Americanista está promoviendo lo que San Agustin llamaría la esclavitud a las pasiones.
La lujuria, como dice Santo Tomás de Aquino, ofusca la mente. Y tal como Sansón aprendió frente a los embrujos de Dalila, la lujuria puede enceguecer paralizando frente al ataque. Esta es la razón por la cual los militares israelíes transmitieron contenidos pornográficos a los hogares palestinos desde los canales de televisión que habían tomado en Ramallah en el 2002. Me referiré con más detalle a este asunto en una de mis charlas.
V.G.: Ud. ha enfatizado el rol preponderante de los medios financieros de la Revolución, concretamente de la usura internacional (aquí una excelente reseña de su obra sobre este tema). ¿Cree que la Iglesia ha abandonado prácticamente la predicación sobre ella y su condena? ¿Por qué? ¿Cuál es la esencia del conflicto entre el trabajo y la usura?
EMJ: La Iglesia Católica no puede cambiar su magisterio sobre la usura, como tampoco puede cambiar su enseñanza sobre el adulterio o el homicidio.
La enseñanza definitiva de la Iglesia sobre la usura sigue siendo Vix Pervenit . Se la puede leer en la web. El Papa Francisco reiteró esa enseñanza cuando habló en las Naciones Unidas en septiembre de 2015.
La mejor síntesis del conflicto entre el trabajo y la usura se puede encontrar en El Mercader de Venecia de Shakespeare, cuando Shylock, expresando el punto de vista judío, dice que sus ducados pueden copular más rápidamente que las ovejas y los carneros. Antonio, el cristiano, refuta a Shylock afirmando la doctrina tradicional, de que el dinero es estéril. Si el dinero es estéril, entonces la usura está mal y la única fuente lícita de valor es el trabajo humano. Esta es la enseñanza tradicional de la Iglesia Católica, reafirmada por el Papa Juan Pablo II en Laborem Excercens. La doctrina de que el trabajo es la fuente real y verdadera de todo valor es también la posición de John Locke, Adam Smith y Karl Marx. El Capitalismo de acuerdo a Henrich Pesch SJ, es “usura legitimada por el Estado”.
Tal como hoy están las cosas, el Imperio Norteamericano ha creado un nuevo orden mundial que se asemeja al Noveno Círculo del Infierno en la Divina Comedia del Dante: éste se halla habitado por sodomitas que tomando lo que es fértil, es decir la sexualidad, la hacen estéril; y por usureros. que toman lo que es estéril, es decir el dinero, lo hacen “fértil” mediante la fórmula del interés compuesto.
V.G.: Asistimos hoy a una profunda crisis de identidad católica, hasta llegar a una verdadera guerra doctrinal. Durante las últimas décadas, el ecumenismo ha sido redefinido de hecho y recientemente hasta se ha llamado a Martín Lutero, “Testigo del Evangelio” (sic). ¿Piensa Ud que en esta confusión doctrinal han influido intereses extraños a la Iglesia Católica?
EMJ: Los Jesuitas estuvieron seriamente involucrados en la subversión del Concilio Vaticano II. El sacerdote John Courtney Murray SJ, trabajó en estrecha asociación con Henry Luce, el dueño del imperio mediático Time/Life, y con CD Jackson quien trabajaba para la CIA, a fin de subvertir el Magisterio tradicional de la Iglesia Católica sobre la relación Iglesia /Estado.
Fidelity Press ha documentado las operaciones de Murray en el libro de David Wemhoff John Courtney Murray. Time/ Life and the American Proposition. How the Doctrinal Warfare Program of the CIA Changed the Catholic Church (Cómo la guerra doctrinaria de la CIA cambió a la Iglesia Católica)
Del mismo modo, el sacerdote Malachi Martin,SJ, principal asesor del Cardenal Bea, trabajó como agente pago por la B’nai B’rith y del American Jewish Committee para abrogar y alterar la enseñanza tradicional de la Iglesia sobre el judaísmo. Describo con detalle estas probadas conspiraciones en mi libro El Espíritu Revolucionario de los judíos y su Impacto en la Historia Mundial.
(Continuará)
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(1) en dicha encíclica señala León XIII acerca de la herejía americanista: “…El fundamento sobre el que se fundan estas nuevas ideas es que con el fin de atraer más fácilmente a la sabiduría católica a aquellos que disientesn de él, la Iglesia debe acercarse un poco más a la humanidad de este siglo, aflojar su antigua severidad y hacer algunas concesiones a los gustos y opinionies recientemente introducidas…”
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