(245) Monjes del Cristo Orante: medias verdades, omisiones y mentiras

Xto Orante“Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz."(Lc.8,17)

Luego del primer post acerca de la causa penal a los Monjes del Cristo Orante, siguiendo consejos de allegados a la causa, y especialmente obedeciendo a la Iglesia que lo había pedido, nos llamamos a silencio. Un silencio expectante, orante y tenso, que más de uno tuvo la tentación de romper, pero que se mantuvo con docilidad.

Pero resulta que este silencio fue unilateral, porque los medios de comunicación y confusión, y en especial los más emponzoñados contra la Iglesia, no sólo no observaron un prudente silencio a la espera de todas las declaraciones y pericias necesarias para esclarecer la situación con ecuanimidad, sino que siguieron atizando el fuego de la calumnia, urdiendo una intriga infamante en la que inevitablemente, muchos fieles han sido confundidos. Por esa razón, rompemos el silencio, porque nos lastima la injusticia y la mentira, y en este camino hacia la Pascua, todos hemos de ser un poco cirineos.

El martes 2 de abril el diario Los Andes, volvió a sacar una calumniosa nota recogiendo falsedades ya difundidas, titulada: “Cristo Orante: un monje habría reconocido abusos”. Pero a diferencia de notas anteriores, esta vez los destinatarios de la injuria no eran solamente los monjes… sino el Arzobispado.

Entonces sí, repentinamente, resulta que la prudencia y el silencio se hacen a un lado, porque se ha osado tocar a la Jerarquía de la Iglesia.

A las 48 hs, el Arzobispado sacó en respuesta a dicha nota, un Comunicado titulado Ante las injurias y la desinformación, toda la Verdad”, manifestando su visible fastidio ante las injurias proferidas contra los procedimientos eclesiales en el caso, PERO omitiendo el hecho de que se había manipulado la información haciendo creer a la ciudadanía que durante la investigación, uno de los monjes había reconocido ser culpable de abuso, falsedad que es precisamente ventilada en el título del artículo.

En tal comunicado, se hace referencia a “las verdades que las empresas periodísticas nos han impedido decir, al no chequear la información”, centrándose sobre todo en la relación del Arzobispado con el denunciante, pero sin hacer ninguna referencia a los acusados, excepto tal vez sobre el final, de manera velada y general, al señalar que

“ una afirmación contraria a la verdad posee una gravedad particular cuando se hace públicamente, ya que el respeto de la reputación de las personas prohíbe toda actitud y toda palabra susceptibles de causarles un daño injusto sea a través de un juicio temerario o por maledicencia. En estos casos, es importante recordar que toda falta cometida contra la justicia y la verdad entraña el deber de reparación, incluso cuando se trata de faltas cometidas contra la reputación de las personas e instituciones.”

Nos dirán que había que responder ante todo en defensa del Arzobispado, pues se trataba del nombre de la Iglesia. Pero entonces nos preguntamos: ¿sólo se injuria a la Iglesia cuando se incrimina a la Jerarquía, pero no cuando se hace con un monje o un sacerdote? ¿O acaso estos últimos son sujetos privados y algo así como “parias” ante quienes debemos apartarnos frente a la sola sospecha de culpa, aunque no haya pruebas suficientes para ello?

Me perdonarán, pero no convence. No nos convence que cuando se trata de un obispo que incurre en ostentosos escándalos sexuales, (como fue el caso de Maccarrone o Bargalló en nuestro país) , se estrechan filas para encubrirse y disimularse las “caídas”, pero cuando se ensucia sin suficientes pruebas a un sacerdote particular, los pastores que deberían oficiar de “padres”, prefieren hacerlo de Poncio Pilatos “por las dudas”, sin tener al menos la honestidad de reparar frontalmente las mentiras con que se los injuria.

Entonces resulta que “toda la verdad” a la que se refiere el Comunicado Episcopal, alude únicamente a la parte de verdad que les atañe personalmente, pero no a la verdad a secas, excluyendo la principal verdad que la sociedad debería conocer a estas alturas, y es que ningún monje se autoincriminó en el proceso eclesial de investigación como abusador.  Y el Arzobispado, quien hizo la investigación, sabe mejor que nadie que ese reconocimiento de abuso es una falsedad grave, de la que pende la paz de muchas almas.

Rompemos el silencio entonces porque no sólo es lacerante la calumnia, sino porque estamos bastante cansados, como fieles, de que las sospechas sean apañadas precisamente por nuestros pastores. Consideramos que el silencio del Arzobispado ante lo que involucra a uno de sus hijos sacerdotes constituye una omisión improcedente e inaceptable, por ser una concesión, un silencio otorgante que decepciona profundamente a muchos hijos de la Iglesia. No con herejes, sodomitas ni prostitutas, pero ¿con ellos sí vale “tirar la primera piedra"?

No pedimos de ningún modo una actitud de encubrimiento, pero creemos que para eludir sospecha de ello, no se puede caer en el otro extremo, apartándose de la debida protección a los acusados mientras los medios se ceban en ellos como hienas, permitiendo que se deslice la presunción de culpa, en vez de inocencia, antes de contar con pruebas suficientes. 

¿De qué sirve la declamación ampulosa de apertura y manos tendidas a las supuestas víctimas, si se cierran y esconden cuando las propias víctimas de la calumnia son sacerdotes que han sido puestos como hijos bajo su cuidado?

¿Si se habla de toda la verdad, por qué no se dice, entonces, que -según tenemos entendido- la gran mayoría de las pericias realizadas inclinan la balanza a favor de la inocencia de los monjes, y no de su culpabilidad, mientras que el acusador seguía sin presentarse a declarar, y que hasta uno de sus abogados se ha apartado de la causa?…

A ver si queda claro: aquí no pedimos que declaren inocentes a quienes se encuentran en proceso de juicio. Inocencia o culpabilidad son sentencias que se esperan como conclusiones de la búsqueda de la verdad, que es la que esperamos.  Pero sí creemos que debería exigirse la presunción de inocencia hasta encontrar pruebas suficientes de su culpabilidad, principio que en este caso parece haber pasado a la historia pero que consideramos indispensable para todo proceso que se precie de justo y respetuoso de las personas. ¿O el verdadero juicio se deja en realidad en manos de los medios de comunicación, como si la letra impresa fuese “palabra inspirada"?

Declaramos haber escrito este post a título completamente personal, para tranquilidad de nuestra propia conciencia y de muchos fieles, amigos y allegados al Monasterio, con quienes seguimos en unión de oraciones, rogando que Nuestra Señora guíe todo este proceso y sea realmente el resplandor de la Verdad quien a todos nos dé la auténtica libertad.

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15 comentarios

  
Tomás Roqué Moreno
Excelente nota. En todo de acuerdo. Los medios solo publican el falso testimonio de Nicolás Bustos. Y no se publican los resultados de las pericias psiquiátricas hechas a él, que dejaron ver claramente una personalidad con serias incongruencias. O los resultados de las pericias de los monjes, que fueron contundentes al relevar personalidades estables, sanas, sin ningún tipo de síntoma de perversión o desvío relacionado con lo que se les imputa.
09/04/19 7:48 PM
  
Adriana
Sigo orando, he hecho dos treintenas a San José por la comunidad de Cristo Orante, y si falta orar más, se hará....

Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio, contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium.
Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae coelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen.
09/04/19 7:53 PM
  
Luis Fernando
No nos convence que cuando se trata de un obispo que incurre en ostentosos escándalos sexuales, (como fue el caso de Maccarrone o Bargalló en nuestro país) , se estrechan filas para encubrirse y disimularse las “caídas”, pero cuando se ensucia sin suficientes pruebas a un sacerdote particular, los pastores que deberían oficiar de “padres”, prefieren hacerlo de Poncio Pilatos “por las dudas”, sin tener al menos la honestidad de reparar frontalmente las mentiras con que se los injuria.

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LF:
Está dicho todo.
09/04/19 8:20 PM
  
Juan Cruz Moretti
Impecable Virginia, nuevamente. Quienes conocemos a los padres Oscar y Diego sabemos que las denuncias de Nicolás son calumnias tremendas. Totalmente falsas. Máxime estamos seguros cuando los mismos monjes han declarado públicamente su inocencia. Así lo creemos quienes somos amigos, hermanos, hijos espirituales de ellos.

Para quienes no conocen a estos hombres de Dios basta con usar el sentido común y un principio básico sobre el que se basa la justicia: la presunción de inocencia hasta demostrar lo contrario. Las pericias hechas a los monjes resultaron propias de su estado de vida y fama: son 2 personas normales sin siquiera un resquicio de alteración física o psicológica. Nunca habían recibido denuncia alguna sobre desvíos sexuales o algo semejante.

Por el contrario, los exámenes de Nicolás demuestran problemas psíquicos serios, propios de quien promueve mentiras y se contradice a sí mismo; pero los medios no informan tamaño contraste.


09/04/19 8:50 PM
  
María-Ar
Sigo orando por ellos. Confío plenamente su inocencia.
+
09/04/19 10:57 PM
  
silvia Iriondo
Gracias una vez mas Virginia por tu aporte a la verdad, ya que eso, deseamos los catolicos amantes de la Revelacion y la Tradicion, una Iglesia de Verdades y no de consensos.
10/04/19 12:08 AM
  
Claudia Paez
Estoy segura de la inocencia de los monjes. La acusación es incompatible con las obras y los frutos de tantos años en Mendoza. Además un solo acusador... con una pareja feminista anticristiana y abortista. Miren su muro. Se llama Guadalupe Artola. Si él es manipulable, no estará siendo manipulado por ella?
10/04/19 12:33 AM
  
Lola Luqui
Impecable..
Los inocentes sufren la falta de firmeza de las instituciones..
Dios no permita que triunfen los malos y que siga imperando la.injusticia.
Esos malos que solo tienen otros intereses ajenos a la verdad.
Que terrible todo este proceso judicial... y los medios que no informan cual es la verdad sino que la distorcionan. Todos los que conocemos a los Monjes estamos sufriendo -junto con ellos que son las principales victimas- esta tremenda injusticia.
10/04/19 1:38 AM
  
Ricardo de Argentina
No sé porqué se me hace que en este caso, parecería haber cierta coincidencia de intenciones entre la Justicia Injusta, los Periodistas Corruptos y los Prelados Displicentes.

Y en lo que coinciden es en que se tarde lo más posible en liberar a los monjes y en proclamar su inocencia.

10/04/19 5:51 AM
  
Eduardo
Se conocieron los resultados preliminares de las pericias realizadas por el Equipo de Abordaje de Abuso Sexual de la Justicia mendocina (Edeas) y las conclusiones son contundentes: no se observan indicadores de fabulación en el relato de Bustos, su relato es verosímil y hasta se evidencian indicadores de un trastorno relacionado con los abusos que manifiesta haber sufrido. Los peritos se refieren también a una “relación asimétrica” entre el joven y los imputados, manifestando que los curas podían ejercer un poder dominante. (Los Andes10/4/19)
10/04/19 6:59 AM
  
Ana María
Se puede decir más alto pero no más claro, Virginia. Suscribo tus palabras de principio a fin.
Que Dios te bendiga y la Santísima Virgen te cubra con su manto.
10/04/19 10:55 AM
  
Fabrizio
Me llama sorprendentemente la atención con qué facilidad se manejan las infornaciones acabando por exonerar absolutamente a sacerdotes que, nos guste o no, luego de esas investigaciones llevadas a cabo por el Arzobispado de Mendoza en el transcurso del año 2015 tras insistentes súplicas del acusante, terminaron con un impedimento explícito de recibir nuevas vocaciones, cosa que misteriosamente se volvió atrás luego de la muerte de José María Franzini. Otra cosa parece escaparsele a la percepción de la mayoría, empujadps quizás en el afán de defender a quienes creen conocer perfectamente, y es que el muchacho que denunció los hechos deshonrrosos, lo hizo ya en 3 ocasiones a lo largo de 4 años, manteniendo coherencia en su relato y sometiéndose en los últimos tiempos a pericias que poco o nada tienen de agradable.
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V.G.: Fabrizio, aquí nadie exonera a nadie.
Si lee el post, sostenemos que simplemente, queremos la verdad completa.
10/04/19 11:28 AM
  
Nube Athónita
Gracias Virginia por tu claridad, es un bálsamo escuchar la verdad en estos momentos en que parece alzarse la bestia de la Mentira de una manera tan triste, tan triste…La sistemática saña con que se sigue ratificando la mentira por parte de los medios de que los monjes se autoincriminaron, la omisión solapada del arzobispado de esta aclaración tan indispensable, cuando ellos son los únicos que saben perfectamente que esto es crasa mentira, como una subliminal confirmación de la culpabilidad de los monjes(tan cómplice)… la pseudo contención “selectiva” sólo para el denunciante por el dolor que transita la “víctima”, y la desconsideración total del sufrimiento por humillaciones y ultraje psicológico de los monjes (y de sus familiares y amigos), la desprotección total de parte de los que deberían ser sus “pastores”, toda esta completa negación del principio de presunción de inocencia… Una tristeza. Tu nota es un bálsamo y los que acompañamos a los monjes, nuestros Padres espirituales, en esta noche de la Verdad, una enorme comunidad eclesial (frente a “un” denunciante psiquiátricamente inestable…) nos sentimos más acompañados…
10/04/19 2:59 PM
  
Iliana Stocco
Continuamos orando por nuestros queridos monjes del Cristo Orante, que la verdad salga a la luz, y la misericordia esté presente en esta próxima Pascua.
10/04/19 4:17 PM
  
Jesus Demonte
En todo de acuerdo. Solo el Señor escribe en el suelo, para que se retiren los acusadores.
10/04/19 6:08 PM

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