(48) Ante ecumaniáticos e idólatras, el mástil de la Cruz
“No, Venerables Hermanos, no hay verdadera fraternidad fuera de la caridad cristiana,
que por amor a Dios y a su Hijo Jesucristo, nuestro Salvador, abraza a todos los hombres,
para ayudarlos a todos y para llevarlos a todos a la misma fe ya la misma felicidad del cielo.
Al separar la fraternidad de la caridad cristiana así entendida, la democracia,
lejos de ser un progreso, constituiría un retroceso desastroso para la civilización.”
(S.Pío X, Notre charge apostolique)
Ya se sabe que el sistema demoliberal es un circo que sirve de pantalla a todos los abusos y atropellos, siempre que se esgrima convenientemente el banderín de la libertad. No me detendré aquí en el abismo que separa la concepción de libertad cristiana (que no es un fin en sí misma sino un medio, orientado a un bien objetivo y verdadero) y la que tiene de ella el liberalismo, que con matices, podemos sintetizar en un mayor o menor desprecio del bien común, la caridad y la justicia, para que el egoísmo y las pasiones reinen a sus anchas. Y como las pasiones son ciegas, uno nunca sabe hacia qué remotos horizontes de estulticia y ridiculez puedan conducirnos si las divorciamos del Bien y la Verdad. Hoy puede llevarnos al “matrimonio” con las libélulas o con la torre Eiffel; mañana a la proclamación de los DCM (derechos civiles de los moluscos), o a la incineración forzada de los que tienen improductivo el brazo izquierdo, o a la educación obligatoria y universal del “reggaeton”… Pero la risa deviene llanto cuando los que promueven ese tipo de “cultura” se dicen católicos sin que nada les haga cosquillas.
Porque todavía –aunque cada vez menos- cuando un personaje público apoya el aborto o el homomonio, hay un cierto número de personas lúcidas a los que les suena la “alarma” y una vocecita les dice “por aquí no va la cosa”. Pero cuando un grupo de candidatos políticos asiste a un rito pagano a cosechar adherentes como si tal cosa, el “silencio de radio” y sobre todo de quienes deberían hablar, se torna ensordecedor.
Me refiero por ejemplo a la reciente participación de los precandidatos del “frente UNEN” (un grupo partidario inaceptable para un católico -como la gran mayoría- por su posición frente a los “principios no negociables") en la fiesta de la Pachamama. No es anacrónica la mención del caso, del que nos enteramos gracias a un comentarista, pues en los próximos días se organiza en nuestro país la peregrinación al santuario de Ntra. Sra. de Luján para pedir por la unidad de los cristianos, y uno entonces se pregunta si en esta fiesta de disfraces que transitamos, no será todo lo mismo.
Por supuesto, me parece magnífico que se acuda a la Madre de Dios, Madre de Cristo, Madre de todos los argentinos, a pedir por la unidad; creo que, incluso, sin Ella es bastante difícil procurarla, pues siendo justamente el “Puente” en cuyo seno la humanidad se unió definitivamente con la Divinidad, es la más indicada para recibir los ruegos de los hermanos divididos por el pecado y el error.
Ahora bien, ¿es esto una victoria de la verdad y del justo reconocimiento a Nuestra Señora, o es un capítulo más del intercambio sincretista en el que hoy vemos hasta parroquias y catedrales que permiten la “entronización” de ciertos cultos paganos para conformar a la multitud, en vez de evangelizarlas?
Algunos pensarán que hilo muy fino, pero la verdad es que no me hace ninguna gracia que en mi país el culto a María Santísima sea equiparado -en pro de una unidad que es sólo revoltijo- al de la Pachamama o el de la Difunta Correa… Porque el anuncio de la verdad debe ir acompañado de la denuncia de la mentira, y esto es lo que generalmente no se hace, ni a tiempo ni a destiempo.
Y me pregunto por qué, si tanto encarecemos la pastoral de la “liberación”, oímos tan pocas voces que se alcen contundentemente contra la idolatría -esclavitud máxima y diabólica- , confundida a menudo con la recta búsqueda de la unidad. Ya bastante confusión tenemos cuando se pretende que cristianos, judíos y musulmanes nos dirigimos “al mismo Dios”, dejando de lado como si se tratase de algo menor, la fe trinitaria.
A ello se suma actualmente, una equiparación de todas las creencias bajo el buenismo universal –tan caro todo esto, por otra parte, al ideario masónico-, pues como se señala en la Dominus Iesus:
“A menudo se identifica la fe teologal, que es la acogida de la verdad revelada por Dios Uno y Trino, y la creencia en las otras religiones, que es una experiencia religiosa todavía en búsqueda de la verdad absoluta y carente todavía del asentimiento a Dios que se revela. Este es uno de los motivos por los cuales se tiende a reducir, y a veces incluso a anular, las diferencias entre el cristianismo y las otras religiones “(7).
Y advierte más adelante:
“Serían contrarias a la fe cristiana y católica aquellas propuestas de solución que contemplen una acción salvífica de Dios fuera de la única mediación de Cristo.”(14)
Bastante confusión hay, pues, como para que se incluya también a las sectas y al más craso paganismo. ¿Cuál puede ser el contenido de una supuesta evangelización que haga causa común con ellos? ¿Y quién evangelizará a esos “agentes pastorales” si los propios obispos –salvando honrosas excepciones- mantienen unas relaciones tan diplomáticas y políticamente correctas con estos grupos, que ni el más sagaz se atrevería a sospechar alguna disonancia entre nuestros credos? Cualquier hijo de vecino que observe esas noticias, y luego vea misas en las que frente al obispo celebrante, en primera fila, aparecen “sacerdotes” umbanda, rabinos y algunos representantes de los Hare Krishna…¿qué mensaje recibe, aunque luego la cartelera de su parroquia le anuncie en noviembre la fiesta de Cristo Rey Universal, o –con muchísima suerte- lea en algún viejo catecismo que en realidad hay un solo Dios verdadero? Yo creo que lo más lógico es que esa persona tenga un “cortocircuito” religioso, y si además ve las noticias del mundo, pensará que nuestros hermanos de Irak que están dando su sangre por no renegar de su fe, son unos pobres “atrasados y fundamentalistas”.
Con respecto al Evangelio del último domingo, centrado en la necesidad ineludible de la Cruz, pensaba en aquello que decía Nicolás Berdaief: oriente ha pretendido quedarse con la cruz sin Cristo, mientras que occidente ha preferido un Cristo sin Cruz… Lo primero es intolerable; lo último es absurdo. Y aunque el filósofo se refería a la Rusia soviética, bien puede aplicarse más ampliamente a lo que vemos hoy en día, pues no dudo que el recto sentido de la cruz y del sufrimiento está mucho más claro entre nuestros hermanos del cercano o lejano oriente, mientras que entre nosotros, las caricaturas del cristianismo amenazan cada vez más con hacernos perder nuestra verdadera identidad, en la algarabía demolátrica.
Volviendo a la noticia que referíamos al comienzo, podemos ver allí una gran diferencia entre los ídolos y el Dios verdadero: mientras que a ellos -en este caso la “madre Tierra”-, es preciso “alimentarlos”, Nuestro Señor, Dios verdadero, se nos brinda como alimento y sustento.
Es vergonzoso, entonces -y escandaloso el que ya no produzca escándalo-, enterarnos de que estos politicastros -entre quienes sobresalían Hermes Binner, Ernesto Sanz, Julio Cobos, Gerardo Morales, Ricardo Alfonsín, Ricardo Gil Lavedra, Ángel Rozas, Humberto Tumini y Juan Carlos Zabalza-, hayan ido a pedir demagógicamente, trabajo, salud, prosperidad, producción, paz y le hayan agradecido (¡¡!) su generosidad”. Se dice en la noticia que junto al intendente local, “todos se arrodillaron, con el cuerpo orientado hacia el sol, y con las manos entregaron a la Pachamama los bienes que las comunidades habían preparado”.
Es contradictorio, asimismo, que refiriéndose uno de esos personajes a una “celebración de valores, de la gratitud, de reconocimiento a la tierra, de la cultura del trabajo”, se pase por alto el hecho de que para esa cultura cultivar la tierra es visto como un atropello a algo sagrado (aunque esto sea coherente, por otra parte, con la política de holgazanería que promueve el actual gobierno).
Pero como decíamos antes, que esta gente caiga en lo más bajo de la idolatría, no es lo que indigna más. Indigna que este tipo de actitudes ya no sorprendan a quienes deberían enseñar, corregir, amonestar “a tiempo y a destiempo”, para que las ovejas que se les han confiado puedan vivir en la verdad. Ha sido en cambio, un consuelo, leer la oportuna e interesante Declaración que el Instituto de Filosofía Práctica (Infip) –presidido por el Dr. B. Montejano- hizo circular sobre esa noticia, y de allí tomamos una observación que viene muy al caso.
Generalmente, sabemos que la mayoría de los grupos misioneros, pastErales y catequísticos son los más contaminados por las mentiras de la Leyenda Negra anti-evangelizadora de América, y los más permeables al sincretismo pseudo ecuménico en boga, promovido precisamente desde los centros e institutos de formación que deberían “vacunarlos”, y que por ende, se convierten en focos de de-formación de evangelizadores.
La declaración del Infip cita, efectivamente, una afirmación de la hna. María Bassa, perteneciente al Equipo Nacional de Pastoral Aborigen, cuya tarea no es convertir a los indígenas: “partimos desde el respeto profundo de la realidad de la persona, sin interferir en sus valores. Buscamos establecer un diálogo, ayudarlos”. Y a continuación señala la Declaración:
“Esta “evolución” pastoral está clara en dos documentos, uno emanado de la Constituyente que elabora la Constitución de 1853, y otro, emanado de nuestro Episcopado en 1994. En el primero, se aprueba una iniciativa del Padre Lavaise, movido por un deber de caridad, de encomendar al Congreso ocuparse de la conversión de los indios, junto con su pacificación. El de 1994, sostiene que debe suprimirse de la Constitución el inc. 15 del art. 67, “pues hoy resulta ofensivo para los pueblos indígenas, para la Iglesia Católica y también para el Congreso Nacional”.
Lo que en el siglo XIX era caritativo, compasivo, misericordioso, a fines del siglo XX, según el dictamen de una Comisión aprobada por el Episcopado, es afrentoso, agraviante, injurioso. ¿En qué quedamos?”
Quedamos, entonces, en que “¡Viva la Pepa!”. El buenismo con atardeceres románticos es muy bonito, pero como dice el refrán, “no tan calvo que se le vean los sesos”. Cuando la realidad nos muestra las abominaciones a las que se llega cuando se rechaza y persigue al Dios verdadero (pues a El se está persiguiendo en todos los cristianos), parece que es hora de repasar el Catecismo y recuperar un poco el sí-sí; no-no. Recuperar, en suma, el sentido de la Cruz, que divide aguas: porque quien no siembra con Cristo, desparrama.
Y la verdad es que el reinado del absurdo cansa, duele, y pesa como saco de piedras. Pero nos encontramos con el evangelio de este domingo, y decimos: no es un saco de piedras, no: es la Cruz, es el Señor. Todo está bien; hay que seguir librando el buen combate de la fe verdadera, aunque los perros ladren. La Cruz es nuestro mástil, como decía bellamente Leopoldo Marechal, que se yergue triunfante en las tormentas.
Y escuchamos a Jeremías: “¡Tú me has seducido, Señor, y yo me dejé seducir! ¡Me has forzado y has prevalecido! (…) había en mi corazón como un fuego abrasador, encerrado en mis huesos: me esforzaba por contenerlo, pero no podía….”(Jer. 20,7-9)
Quiera el Señor darnos la gracia de ese fuego incontenible que lleva hoy a tantos hermanos nuestros a dar la vida por no renegar jamás de la Cruz.
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XVII Encuentro de Formación Católica de Bs.As.: Fe y Patria -maestros y testigos del catolicismo argentino- (11 al 13-10-2014)…………………………………………………….
Infocatólica agradecerá mucho vuestra generosa colaboración; le sugerimos cómo hacerlo..
10 comentarios
Aprendimos de Jesucristo que Él se juntaba con pecadores y publicanos (si no fuera así nos autoexcluiríamos), pero mínimamente quiero imaginar que esas gentes serían pecadores de corazón humilde, proclives al arrepentimiento y jamás unos ególatras, soberbios y blasfemos.
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V.G.: Por eso mismo, Juan Francisco; no podemos bajar los brazos, manteniéndonos en el eje de la Cruz.
Por suerte en Argentina hay libertad de culto. ¿Ud. pretende que el único político aceptable para Argentina sea católico apostólico y romano? Funcionario y Presidente por suerte puede ser cualquier ciudadano.
Por lo tanto, verse tan ofendida por una supuesta idolatría, no hace más que confirmar su intolerancia con los otros cultos, algo que en los papeles más duros es un delito.
saludos
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V.G.: Le respondo con este clarísimo artículo del p. Trevijano: http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=21818
Sobre la "imaginación matrimónica" puede ver estos informes, aquí o aquí
Unos tratan de recuperar protagonismo subiéndose a cuanquier carro que parezca vencedor. O a cualquier trasto que parezca vendedor. Como la "pachamama".
Otros, quizás con parecida intención, tratan de no desentonar el ritmo que marca el Sistema, a cuyos efectos adaptan y distorsionan tanto su discurso que incurren en contradicciones cuasi ridículas, como esa que mencionas de la evangelización "respetuosa" de los errores del prójimo.
Este sábado 6 de septiembre efectivamente se realiza la 14ª PEREGRINACIÓN ECUMÉNICA A LA BASÍLICA DE Nª Sª DE LUJÁN. Participo de la misma desde el 2004 por lo menos. Todos los años se repite el mismo esquema lo que se modifica es el lema y que representante de que comunidad o iglesia cristiana hace la predicación sobre el lema elegido, sobre el cual predica también cada año el Abad del Monasterio de San Benito. Este año el lema es “Y a ti misma una espada te atravesará el corazón” Lc. 2, 35
Participan laicos y clérigos de las siguientes denominaciones: Anglicana, Apostólica Armenia, Católica Apostólica Ortodoxa del Patriarcado de Antioquía, Evangélica Luterana Unida, Ortodoxa Griega del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, Iglesia Siriana Ortodoxa de Antioquía aunque la mayoría de los participantes son fieles de la Iglesia Católica Apostólica Romana: rito latino y oriental.
8:30 CELEBRACIÓN DE ENVIO - PQUIA. INMACULADA CONCEPCIÓN,Belgrano.
8:50 SALIDA DE MICROS
11:00 ORACIÓN Y REFLEXIÓN - ABADÍA DE SAN BENITO – JÁUREGUI
13:00 ALMUERZO (A LA CANASTA EN EL MONASTERIO)
14:00 SALIDA A LUJÁN
15:00 ROSARIO ECUMÉNICO EN LA CRIPTA DE LA BASÍLICA
16:00 CELEBRACIÓN DE LA PALABRA EN EL ALTAR MAYOR
17:00 REGRESO AL LUGAR DE PARTIDA
El rosario se realiza en la cripta y cada meditación se hace frente a la advocación mariana de cada Iglesia o comunidad eclesial. Se rezan las oraciones del rosario como en cualquier rosario y se meditan los misterios del sábado.
No hay relación alguna ni posible con la celebración de la Pachamama.
Que la Virgen la guarde. Bendiciones.
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V.G.: Inés, pido disculpas si no me he expresado bien; no objeto en lo más mínimo la celebración en Luján, al contrario, creo que se trata de un loable esfuerzo ecuménico (buscando la unidad en la verdad). Lo que me parece contradictorio es, paralelamente, el silencio y la obsecuencia con celebraciones paganas, lo cual a muchos les sabe -equivocadamente- a "diferentes figuritas del mismo juego".
La clave al respecto es distinguir entre "Qué" es Dios y "Quién" es Dios, o sea entre su esencia metafísica y su carácter personal, comprendiendo este segundo plano tanto la pluralidad de Personas según el Cristianismo como la "personalidad" de Dios, o sea lo que piensa y quiere de nosotros. Muy brevemente, y amplío luego, los fieles de las tres religiones creen en el mismo Dios según el primer sentido pero no según el segundo.
Para ilustrar el concepto voy a aplicarlo a vos. Alguien que de vos sólo conociese tus artículos sabría "quién" sos, qué pensás, pero (hipotéticamente) no sabría "qué" sos, si un ser humano, un ángel, una sirena, etc.
Ampliando la consideración del tema, con respecto al "Qué", Dios es el Ser Subsistente, que Es por Sí mismo la absoluta plenitud del Ser, y ha creado y sostiene en el ser todo lo que existe fuera de El. Este concepto de "Qué" es Dios es común al cristianismo, judaísmo, islam y teísmo filosófico, y en este sentido todos adoran al único Dios que es el Creador "ex nihilo" de todo lo que existe fuera de El.
Las diferencias surgen con respecto al "Quién", lo cual incluye principalmente la Trinidad de Personas, pero también el designio divino con respecto a los seres humanos: lo que Dios quiere de nosotros, quiere para nosotros, y, en el cristianismo, quiere obrar en nosotros.
En este sentido es evidente que cristianos, musulmanes y judíos rabínicos no adoran al mismo Dios.
Pero aun en este sentido hay que ser cuidadosos, porque si bien Abraham, Moisés e Isaías no conocían la Trinidad de Personas, nadie dice que adoraban a otro Dios, ni en el sentido del "Qué" ni en el del "Quién". Simplemente tenían un conocimiento de Dios mucho menor que el que hemos recibido a través de Jesucristo. Pero la clave es que ese conocimiento incompleto no incluía información errónea que estuviese en contra de lo que Dios reveló por Jesucristo.
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V.G.: Muchas gracias por este comentario, Juan; me refería a esto, precisamente, pero seguramente dí demasiado por sobreentendido, lo cual seguramente no es así para todos.
El punto es que en los miembros del judaísmo veterotestamentario, no contaban aún con la plenitud de la Revelación en Cristo, mientras que quienes hoy lo rechazan culpablemente -no quienes lo hacen por ignorancia-, no parecería que puedan estar adorando al Dios verdadero, sino sirviendo con su culto al Maligno, aún inconscientemente. Pues hay dos banderas, no infinitas...
De nuevo: hay libertad de culto. ¿qué pretende?
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V.G.: Ignacio, no voy a seguir esta polémica que ud. pretende instalar. Creo que ya fui bastante clara, para quien tenga buena voluntad.
Que el Dios verdadero -uno y trino- lo colme de luz y bendiciones, y encuentre un corazón dócil, plenamente libre para decirle "sí".
www.infobae.com/2009/03/19/437539-rumania-despenaliza-el-incesto-porque-no-todo-lo-que-es-inmoral-debe-ser-ilegal
www.elpais.com.uy/vida-actual/juez-falla-favor-poligamia-estados.html
Dios le de fuerzas para seguir batallando.
Alejandro
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V.G.: Bendito sea Dios, Inés; yo también los tuve presentes en mi oración. Muchas gracias por su testimonio de verdadero ecumenismo, que de manos de la Madre de Dios siempre ha de ser fecundo.
A veces los católicos, incluidos nuestros obispos, no nos damos cuenta de que nuestra fe es en Cristo, el Dios que se nos ha revelado.
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