Mayra Rodríguez, empleada del año en Planned Parenthood, cuenta su conversión y militancia provida
Mayra Rodríguez fue ex directora de 3 clínicas de Planned Parenthood, fue la “Empleada del año” de Planned Parenthood en 2016 y es una valiente denunciante que ganó una demanda por despido injustificado en 2019 contra Planned Parenthood y una indemnización de $ 3 millones en daños.
¿Cuál es su mision actual en el campo provida?
Mi misión es exponer la realidad del trato de Planned Parenthood a las mujeres, tanto pacientes como empleadas. Ayudar a que el aborto sea impensable educando a las mujeres sobre lo que Planned Parenthood no quiere que sepas sobre el aborto. Proteger a las mujeres y abogar por la salud y la seguridad de las mujeres, exactamente como lo haría con mi propia hija. Inspirar a otros a ser guiados por la fe, sabiendo lo que las oraciones de los demás y la Divina Misericordia de Jesús han hecho por mí.
¿En qué medida considera providencial que Dios permitiera que usted fuese una de las directoras de Planed Parenthood para poder luego combatir con firmeza el aborto?
Esta pregunta me la he hecho millones de veces. Siempre me pregunté, en mi egoísmo durante el tiempo que fui directora del centro de abortos, porque estaba tan bien al presenciar todo esto…y es que la ignorancia es una bendición. Dios sabe que algunos somos más que ciegos y sordos y necesitamos un jalón más duro.
Creo fielmente que fui un instrumento no solo para hoy poder ser una voz en este movimiento, sino también para salvar mi alma.
¿Cómo fue su proceso de conversión y cuál fue el momento en el que decide dejar la organización?
El proceso de conversión es más complicado de lo que parece. Sería genial que un día nos despertáramos y pff como magia cambiemos de vida. Pero no es así. Al ver las atrocidades empecé a darme cuenta que el aborto no era ni seguro, ni bueno para las mujeres. Al salir de ahí después de mi disputa con el abortista y ser acusada de una infamia, durante mi batalla legal en contra de ellos, me tomé mi tiempo para sanar, aprender y sobre todo para regresar a la iglesia.
Incluso tuvo la fuerza para enfrentarse a ellos y llevarlos a juicio. ¿Por qué lo hizo y hasta qué punto fue algo necesario y justo?
Un día alguien me preguntó que por qué quería hacer esto (la demanda) y esta persona recuerda que yo contesté que no podría vivir conmigo misma si no hacía nada.
Lo hice por las mujeres que merecen saber la verdad, por los bebés por nacer, y por todos los empleados que han sufrido injusticias, esperando que algunos sigan el ejemplo de denunciar las mismas.
¿Qué supuso para usted ganarles el juicio?
Que la verdad triunfó. Demostramos que ellos me habían despedido por tapar al abortista y su intención nunca fue proteger a las mujeres.