Entrevistamos a la Hna. Isabel Jordán, responsable del documental, que nos habla de los principales pormenores del mismo y del riquísimo legado del prelado. El Cardenal D. Marcelo González, en la homilía de su funeral no lo pudo describir con mejores palabras:
«Era, y ha sido, pobre, muy pobre hasta el final. Ha sido mortificado como un monje medieval. Ha sido caritativo con todos. No ha replicado nunca las ofensas que le han hecho. Era piadoso. Piadoso, como un jovencito lleno de pudor y candoroso. Era valiente, era un talento privilegiado, era el que más jóvenes y sacerdotes atraía en charlas y conferencias. […] Fue tan profundo como un pozo sin fin, y tan agudo como un cuchillo cortante, y tan sencillo como el canto de un niño; como era tan bueno, dejó traslucir lo que era».
¿Por qué un documental sobre Monseñor Guerra Campos?
Desde HM Televisión buscamos dar a conocer a todos aquellos que pueden ser sal y luz para el mundo, y Mons. José Guerra Campos es uno de estos grandes faros de nuestra historia española y universal. El 13 de septiembre de 2020 se cumplió el centenario del nacimiento de Mons. José Guerra Campos, y nos pareció una ocasión magnífica para dar a conocer a este hombre que, por encima de ser brillante intelectualmente, supo vivir brillantemente su misión como padre y pastor. Un auténtico ejemplo de amor a Dios y al prójimo.
Además fue el obispo que acogió al Hogar de la Madre…
Efectivamente, él nos acogió en su diócesis dándonos la primera aprobación en ella, enseñándonos a dar los primeros pasos e impulsando así, como con tantos otros carismas, lo que San Juan Pablo II llamó «la primavera de la Iglesia». Un modo de mostrar nuestra gratitud hacia él fue el plantearnos poder mostrar al mundo un alma tan luminosa como la suya. Gracias a su gran apertura de espíritu, de saber que la Iglesia es amplia en sus formas y carismas, el «Hogar de la Madre» (aprobado en 2010 por Benedicto XVI como Asociación Pública Internacional de Fieles) nació como obra de Dios en la Iglesia y ha seguido dando fruto, siendo reconocida como tal e intentando llevar a las almas a Dios desde los brazos maternales de María.
Sin duda fue un prelado que dejó huella en España.
Desde su labor docente en el seminario y toda la amplia labor que realizó en Santiago de Compostela, hasta el importante papel que tuvo en las sesiones preparatorias del Concilio Vaticano II -asesorando al episcopado español-, interviniendo como Padre Conciliar en la famosa discusión del esquema de constitución -acerca del ateísmo marxista- de la que sería la «Gaudium et Spes» (ponencia que fue elogiada y ponderada hasta por los mismos marxistas), pasando por haber sido el primer secretario de la CEE y el obispo “famoso” teniendo su propio espacio televisivo en TVE. Fue un pastor brillante por su inteligencia y dotes naturales, notables a todos, y de la que hacía gala incluso el Cardenal primado de Toledo, D. Marcelo González.
¿Qué virtudes del él destacaría?
Quien lo conoció muy de cerca, habiendo compartido con él muchos momentos clave en la historia de España y hasta sus últimos días, y con una gran autoridad humana y eclesial, fue el nombrado anteriormente, Cardenal D. Marcelo González, el cual en la homilía del funeral de Mons. Guerra Campos, expuso las siguientes virtudes percibidas por él en primera persona:
«Era, y ha sido, pobre, muy pobre hasta el final. Ha sido mortificado como un monje medieval. Ha sido caritativo con todos. No ha replicado nunca las ofensas que le han hecho. Era piadoso. Piadoso, como un jovencito lleno de pudor y candoroso. Era valiente, era un talento privilegiado, era el que más jóvenes y sacerdotes atraía en charlas y conferencias. […] Fue tan profundo como un pozo sin fin, y tan agudo como un cuchillo cortante, y tan sencillo como el canto de un niño; como era tan bueno, dejó traslucir lo que era».
¿Cuál ha sido su principal legado?
D. José fue un erudito en el pleno sentido de la palabra. Era conocedor de muchas disciplinas y nunca se cerraba a una parcela de conocimiento.
Desde su labor como canónigo clavero en la catedral de Santiago de Compostela, trabajó incansablemente en la investigación de temas jacobeos desde sus más diversos ámbitos.
En boca de los mejores expertos en arqueología, nadie ha conseguido superar los descubrimientos arqueológicos jacobeos que Mons. Guerra Campos llevó a cabo durante toda su vida. Valga esto como pincelada en uno de los temas más desarrollados de su labor investigadora, pues sería difícil hacer una selección de sus mejores escritos, ya que solo recoger las referencias bibliográficas de los mismos ocuparía una extensión de casi cuarenta páginas. Se calcula que si se hiciera una edición de sus obras, superaría los catorce volúmenes.
No obstante, pensamos que el principal legado del que beber fue su ejemplo de humildad e identificación con Jesucristo en todas las etapas de su vida, y la fidelidad al magisterio, el cual enseñaba y amaba y conseguía hacer amar.
Leer más... »