El último Papa romano

En el 70º aniversario de la elección, en la Sede de Pedro, del gran Papa Pío XII, ofrecemos nuestra traducción de la nota editorial publicada hoy por L’Osservatore Romano.

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Después de casi tres siglos, el 2 de marzo de 1939 nuevamente era elegido Papa un romano y un secretario de Estado. La elección de los cardenales recayó, setenta años atrás, sobre Eugenio Pacelli, el más cercano colaborador del Pontífice difunto. El designado, que precisamente en ese día cumplía sesenta y tres años, tomó el nombre de Pío XII como homenaje a sus dos predecesores, Sarto y Ratti, a los que había servido principalmente. El cónclave, con sólo tres escrutinios en menos de veinticuatro horas, fue uno de los más rápidos y, por primera vez, participó todo el colegio cardenalicio, incluidos todos los purpurados americanos que habían llegado demasiado tarde a las precedentes elecciones papales.


En una situación internacional que se precipitaba con rapidez hacia el abismo, se abría un pontificado que se revelaría como uno de los más importantes del siglo XX. El nuevo Papa, marcado por una profunda religiosidad y reconocido incluso por severos críticos como Ernesto Buonaiuti, era con toda probabilidad el más preparado y brillante exponente de una diplomacia pontificia que contaba realmente con hombres fuera de lo común, como los dos más estrechos colaboradores del secretario de Estado convertido en sucesor de Pedro, Giovanni Battista Montini y Domenico Tardini, a los que el Papa enseguida confirmó en sus importantes funciones.


Desde el servicio en la Secretaría de Estado bajo Pío X, luego como representante de Benedicto XV en Alemania y, finalmente, como primer colaborador de Pío XI, Pacelli había adquirido una experiencia única y de primera mano, tanto de la situación de la Iglesia como de los asuntos internacionales. Y el Pontífice aprovechó esta experiencia en el servicio papal que, desde el primero hasta el último día, realizó con un cuidado sólo comparable con su preparación, rigurosa y continuamente actualizada. La atención a la modernidad, vivísima ya en el joven Pacelli, estuvo entre los signos característicos del nuevo Papa, como luego habría de reconocer Montini, que en una nota redactada tras la muerte de Pío XII lo definió “amigo de nuestro tiempo” y que – con su sensibilidad, ampliada por el extraordinario quinquenio de Juan XXIII y por el inicio del concilio – siguió los pasos como su segundo sucesor.


Precisamente esta combinación entre la rigurosa preparación teológica, jurídica y espiritual, según las mejores tradiciones del clero de Roma, la apertura internacional, también de algún modo romana, y la marcada atención a la modernidad, permitió a Pacelli – en continuidad con Pío XI y con los Papas que lo habían precedido – ayudar al catolicismo a afrontar, superada la espantosa tragedia de la guerra, la transición hacia una nueva era, marcada por la Iglesia de Roma en primer lugar desde la elección de Juan XXIII y luego, sobre todo, por el Vaticano II, gobernado y concluido por Pablo VI quien puso en marcha la aplicación.


El comienzo del pontificado, sin embargo, estuvo envuelto por la tremenda oscuridad que, en la primera encíclica, Pío XII definió con la expresión evangélica “hora de las tinieblas”. Se abrió, de este modo, el abismo de la guerra y de los indecibles horrores que vinieron con ella – el primero de todos, la Shoah – y al cual Pacelli, inerme como su Iglesia, hizo frente, repitiendo incansablemente palabras de paz y trabajando en silencio para salvar tantas vidas humanas como fuera posible.


Esta obra de paz – continuada en la post-guerra por el apoyo a la reconstrucción y a las elecciones democráticas – fue inicialmente reconocida y luego olvidada, más aún, oscurecida por polémicas instrumentalizadas e históricamente infundadas. A setenta años de la elección de Pacelli parece, en cambio, volver un amplio y más equilibrado consenso sobre su acción durante la guerra y sobre la importancia de su pontificado. Haciendo justicia a la historia, antes incluso que a un gran Papa.


g.m.v

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Fuente: L’Osservatore Romano


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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2 comentarios

  
Miguel Serrano Cabeza
Para quien esté interesado en el asunto de Pío XII y los judíos:

[01.-]
David G. Dalin, rabbi:
"El mito del Papa de Hitler. Cómo Pío XII salvó a los judíos de los nazis.",
Madrid: Ciudadela Libros, 2006, 238pp, 978-84-93517-33-5.

[02.-]
Pierre Blet, S.I.:
"Pío XII y la segunda guerra mundial.",
Madrid: Cristiandad, 2004, 424pp, 978-84-70574-89-4.

[03.-] Vicente Cárcel Ortí & Juan Eduardo Schenk Sanchís:
"Pío XII, ¿defensor de los judíos?", Valencia: Edicep, 2002, 256pp, 978-84-7050-684-0

[04.-]
Eugenio Zolli:
"Antes del alba: la conversión del rabino de Roma. Autobiografía",
Madrid: Palabra, 2006, 328pp, 978-84-8239-875-4
("Before the Dawn", 1954; reprinted as "Why I Became a Catholic").

[05.-]
Pinchas Lapide:
"Los tres últimos Papas y los judíos",
Madrid: Taurus, 1969, 978-84-306-9750-2;
"The Last Three Popes and the Jews",
London: Souvenir Press, 1967, 384pp, 978-02-85501-97-3

[06.-]
sir Martin Gilbert:
"The Righteous: The Unsung Heroes of the Holocaust",
New York: Owl Books, 2004, 592pp, 978-08-05062-61-8

[07.-]
Joseph Bottum & David G. Dalin, rabbi (eds):
"The Pius War. Responses to the Critics of Pius XII.",
Nueva York: Lexington Books, 2004, 282pp, 978-07-39109-06-9.

[08.-]
Ralph McInerny:
"The Defamation of Pius XII",
South Bend, Indiana: St. Augustine's Press, 2001, 224pp, 978-18-90318-66-6

[09.-]
Margherita Marchione, sor:
"Pope Pius XII: Architect for peace",
New York: Paulist Press, 2000, 368pp, 978-08-09139-12-5

[10.-]
Margherita Marchione, sor:
"Yours Is a Precious Witness: Memoirs of Jews and Catholics in Wartime Italy",
New York: Paulist Press, 2001, 272pp, 978-08-09140-32-9

[11.-]
Margherita Marchione, sor:
"Consensus and Controversy: Defending Pope Pius XII",
New York, Paulist Press, 2002, 400pp, 978-08-09140-83-1

[12.-]
Margherita Marchione, sor:
"Man of Peace: Pope Pius XII",
New York, Paulist Press, 2004, 96pp, 978-08-09142-45-3

[13.-]
Margherita Marchione, sor:
"Crusade of Charity: Pius XII And Pows 1939-1945",
New York: Paulist Press, 2006, 304pp, 978-08-09144-20-4

[14.-]
Margherita Marchione, sor:
"Did Pope Pius XII Help the Jews?",
New York: Paulist Press, 2007, 100pp, 978-08-09144-76-1

[15.-]
Antonio Gaspari:
"Los judíos, Pío XII y la leyenda negra.",
Barcelona: Planeta, 1999, 242pp, 978-84-08027-92-8, 84-08027-92-1,
978-95-04902-55-3, 95-04902-55-3

[16.-]
Antonio Gaspari:
"Gli ebrei salvati di Pio XII",
Rome: Logos, 2001

[17.-]
Andrea Tornielli:
"Pio XII: Il Papa degli Ebrei",
Casale Monferrato: Piemme, 2001

[18.-]
Alessia Falifigli:
"Salvàti dai conventi: l'aiuto della Chiesa agli ebrei di Roma durante l'occupazione nazista.",
San Paolo, 2005,167pp, 978-88-21553-05-9, 88-21553-05-1

[19.-]
Hubert Wolf:
"Papst und Teufel. Die archive des Vatikan un das Dritte Reich.",
C.H. Beck Verlag, 2008, 360pp., 978-34-06577-42-3, 34-06577-42-3

[20.-]
Michael Hesemann:
"Der Papst, der Hitler trotzte: Die Wahrheit über Pius XII",
Sankt Ulrich Verlag, 2008, 255pp, 978-38-67440-64-6, 38-67440-64-6

ADVENIAT REGNVM TVVM
02/03/09 7:10 PM
  
José Carlos
Hablando de Pío XII nunca hay que olvidar que su figura ha sido deformada hasta hoy por la propaganda diabólica de la KGB soviética.
03/03/09 4:43 PM

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