Cinco años "ad orientem"
Presentamos nuestra traducción del testimonio del padre Mark Daniel Kirby que, cinco años después de haber celebrado por primera vez la Santa Misa ad orientem, comparte su experiencia y enumera diez ventajas de esta orientación. El Padre Kirby es el prior del Monasterio benedictino de Nuestra Señora del Cenáculo en Tulsa, establecido por el obispo local, Mons. Slattery, con la misión de la adoración eucarística por la santificación de los sacerdotes.
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Dando un paso
El día 17 de diciembre de 2010 señalará el quinto aniversario de mi posición ad orientem ante el altar para el Santo Sacrificio de la Misa. Comencé a ofrecer la Santa Misa exclusivamente ad orientem en el Monasterio de la Cruz Gloriosa, donde trabajé por varios años como capellán. Preparé el cambio en Adviento de 2005 con una catequesis pastoral y mistagógica apropiada.
Luego vino Summorum Pontificum
Después del 14 de septiembre de 2007, Summorum Pontificum facilitó bastante la celebración del rito tradicional de la Santa Misa y, desde que asumí mi misión en Tulsa, he ofrecido la Forma Extraordinaria diariamente, no teniendo ningún deseo y no viendo ninguna necesidad, en el contexto de la vida monástica contemplativa, de celebrar en la Forma Ordinaria.
No es un retroceso
Dicho esto, después de cinco años ofreciendo la Santa Misa ad orientem, puedo decir que yo no quiero tener que volver a la posición versus populum. Cuando viajo, sin embargo, algunas veces estoy obligado a celebrar versus populum, especialmente en Irlanda, Francia e Italia; esto me deja con un sentimiento de inadecuación extrema. Sufro de lo que puedo describir como una falta de pudeur sagrado, o modestia frente a los Santos Misterios. Cuando me veo obligado a celebrar versus populum, siento visceralmente, por así decir, que hay algo muy errado – teológica, espiritual y antropológicamente – con el ofrecimiento del Santo Sacrificio en dirección a la asamblea.
Diez ventajas
¿Cuáles son las ventajas de la posición ad orientem en el altar, habiéndolo experimentado a lo largo de los dos últimos años? Puedo pensar de inmediato en diez:
1. El Santo Sacrificio de la Misa se vive como teniendo una dirección y enfoque teocéntrico.
2. Los fieles son salvados del tedioso clerocentrismo que ha alcanzado a la celebración de la Santa Misa en los últimos cuarenta años.
3. Volvió a ser evidente que el Canon de la Misa (Prex Eucharistica) está dirigido al Padre, por el sacerdote, en el nombre de todos.
4. El carácter sacrificial de la Misa es expresado y afirmado maravillosamente.
5. Casi imperceptiblemente se descubre el acierto de rezar silenciosamente en determinados momentos, de recitar determinadas partes de la Misa suavemente y de cantar otras.
6. Permite al sacerdote celebrante tener el beneficio de una santa modestia.
7. Me encuentro cada vez más identificado con Cristo, el Sumo y Eterno Sacerdote y Hostia perpetua, en la liturgia del santuario celestial, más allá del velo, frente al rostro del Padre.
8. Durante el Canon de la Misa, soy bendecido con un profundo recogimiento.
9. Las personas se han vuelto más reverentes en su comportamiento.
10. Toda la celebración de la Santa Misa ha ganado en reverencia, atención y devoción.
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Fuente: Fratres in unum
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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7 comentarios
1.- Una mayor actitud de adoración, en general y en especial ante la consagración y la comunión.
2.- Una mayor riqueza de las oraciones eucológicas.
3.- Mayor preparación del alma para recibir a Cristo.
4.- Un recogimiento interior, que en general se prolonga una vez terminada la Misa, pues mucha gente se queda bastante tiempo ante el Sagrario.
5.- Prefacio y Canon bellísimos, que para no latinoparlantes, pueden seguir a través de misales bilingües.
6.- Facilita que el corazón se oriente a a la Trinidad.
7.- Facilita la experiencia del Cuerpo Místico, siendo más fácil orientar el corazón hacia una liturgia que se celebra también y a la vez, en el cielo con los ángeles y los santos y la Virgen María adorando a la Trinidad, con el único Sacrificio grato, que se ofrece al Padre por el Hijo, en el Espirítu Santo, mientras en la tierra las manos del sacerdote, que actuando in personae Christi como cabeza del cuerpo, están en su lugar ( en el de la cabeza mirando a Oriente por donde volverá Cristo)y los diversos miembros del Cuerpo, mirando hacia el único Sacrificio y a Dios Trinidad, al cielo, están detrás de la cabeza, como el cuerpo. Sería más fácil entender esta imagen si la viéramos desde arriba.
8.- Los ritos finales de la Misa son muchísimo más ricos.
9.-La preparación, el introibo, confiteor, etc, te van elevando hasta la consagración.
10.- Dios, sólo Dios es el centro de la Misa, y realmente "sólo Dios basta"
11.- Si además hay Gregoriano, entonces, el alma se eleva al cielo más fácilmente que un globo lleno de aire caliente.
12.- La precisión del latín. Poco a poco vas entendiendo. Es una alegría, cuando escucho en la radio a ingleses o en santuiarios, v. gr, rezar en latín. Me sorprendo, porque puedo rezar con ellos, entendiéndo perfectamente lo que rezan, aunque yo no hablo ni papa de inglés, pero no hace falta, porque rezamos en el mismo idioma de la Iglesia: latín
Esta es mi experiencia.
Sin embargo, la relación causa-efecto me parece que es al revés : son el antorpocentirmo y el clerocentrismo los que impiden que se difunda la misa ad uso antiquor, como bien señala Hermenegildo. Y esto está demostrado históricamente : el antropocentrismo y el clerocentrismo criaron alas mientras se celebrada sólo ad orientem, y cuando tales pestes levantaron vuelo, inventaron en novus ordo y sepultaron el rito tradicional.
Desde Brasil,
Ricardo Dip
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