Los Cardenales Diáconos en la Liturgia Papal

Los cardenales diáconos y el uso de la dalmática” es el título de este artículo preparado por la Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice y cuya traducción en lengua española ofrecemos a continuación. 

***

Al igual que en Jerusalén, también en la primitiva Iglesia de Roma encontramos enseguida, cuando los cristianos son más numerosos, siete diáconos que asistían al Pontífice en la asamblea de los fieles, en la administración y en el ejercicio de la caridad. El Liber Pontificalis atribuye a Clemente I (92-99) la división de Roma en siete regiones para el cuidado de los pobres de la ciudad, y para este servicio encontramos a los diáconos. De hecho, su sucesor, el Papa Evaristo (99-108), precisó sus funciones en la Iglesia y ordenó siete diáconos para asistir al Obispo de Roma en la distribución de las limosnas.


En el siglo III, el Papa Fabián (236-250) organizó mejor el trabajo de los siete diáconos, creando catorce regiones en Roma y confiando dos regiones a cada uno de los diáconos. Al crecer el número de los cristianos, fueron asignados otros sacerdotes y diáconos como auxiliares al principal titular de las iglesias o diaconías. En realidad, para el servicio de la Iglesia de Roma no bastaban los diáconos y, de este modo, el Papa Cleto (80-92) había fijado también en 25 el número de sacerdotes para el servicio de la ciudad, con un territorio confiado a cada uno de ellos y fue así que surgieron las parroquias.


En el pontificado de Gregorio I (590-604) se duplicó el número de regiones y también el de los diáconos, que pasaron a ser catorce. Bajo el pontificado de Gregorio II (715-731) fueron añadidos cuatro nuevos diáconos llamados palatinos para servir la basílica de Letrán y así los diáconos fueron dieciocho. Su tarea consistía en ayudar al Papa en la Misa, por turno, en los días de la semana. En la segunda mitad del siglo XI, con el reordenamiento del Colegio cardenalicio, las iglesias de las diaconías comienzan a ser asignadas en título a 18 cardenales, que por eso se llamaron cardenales diáconos, firmando como tales, además del título de la respectiva iglesia.


Se puede decir que estos sacerdotes y diáconos principales debían ayudar al Papa en las basílicas romanas donde estaban incardinados y se comenzó a calificarlos como “cardenales”. Son llamados, desde este momento, “sacerdotes o diáconos cardenales”, es decir, “incardinados”. En este punto, nos encontramos con el presbiterio romano, consejeros y cooperadores del Papa, Obispo de Roma, que desde 1150 formaron el Colegio Cardenalicio con un Decano, que es el Obispo de Ostia, y un Camarlengo como administrador de los bienes.


De este modo, vemos que desde los primeros tiempos, para la administración de la ciudad de Roma y para el servicio litúrgico del Papa, se encuentran los Cardenales diáconos. Y así seguirá siendo a lo largo de los siglos. Será en el siglo XI, con la reforma eclesiástica de León X, cuando los cardenales comenzarán a estar menos ligados al servicio litúrgico y pastoral de Roma para convertirse en colaboradores directos del Papa al servicio de la Iglesia universal.


Por otra parte, y en relación directa con los Cardenales diáconos, encontramos la dalmática. Esta vestidura, a principios del siglo III, se había convertido en la vestidura de las personas más distinguidas. La encontramos en el Liber Pontificalis como un distintivo de honor concedido a los diáconos romanos por el Papa Silvestre (314-335), “ut diaconi dalmaticis in ecclesia uterentur” (Liber Pontificalis), para distinguirlos de entre el clero en razón de la especial relación que tenían con el Papa. Precedentemente, era parte de las vestiduras del pontífice y hábito propio y distintivo del obispo. Fuera de Roma, los diáconos usaban en el servicio litúrgico la sencilla túnica blanca, sobre la que pronto pusieron el orarium o estola.


La noticia de la concesión del Papa Silvestre es confirmada por el autor romano de las Quaestionum Vet. et novi Testamenti (cerca del 370), el cual, no sin algo de ironía, escribe: “Hodie diaconi dalmaticis induuntur sicut episcopi” (n. 46). Esto prueba que la Iglesia romana consideraba el uso de la dalmática como un privilegio propio y que sólo el Papa podía conferirlo. Esta costumbre romana todavía en el siglo X se afirma en el OR XXXV, cuya rúbrica mantiene la prerrogativa de la dalmática para los diáconos cardenales, es decir, para los siete diáconos regionales, que la recibirán en su Ordenación, mientras los diáconos forenses estaban excluidos de esto.


Al establecerse la liturgia romana en la Galia, en el tiempo de los carolingios, la dalmática se vuelve bastante común, si bien Roma siempre se opuso a ello. Probablemente desde el siglo XI, la dalmática se convertirá en la vestidura litúrgica superior propia de los diáconos mientras que obispos y presbíteros la usarán bajo la casulla.


Por lo que brevemente hemos mencionado, se puede ver que cuando los cardenales diáconos se revisten con la dalmática para servir al Sumo Pontífice en las celebraciones litúrgicas, nos encontramos frente a un uso típicamente romano en estrecha relación con la historia de los Papas y de su liturgia.



Los cardenales diáconos usan la dalmática cuando sirven al Pontífice, tanto en la santa Misa como en otras celebraciones litúrgicas, pero no cuando concelebran con él. En este segundo caso, usan la vestidura propia del sacerdote celebrante, que es la casulla. El uso de la dalmática cuando sirven al Pontífice es, en realidad, para manifestar exteriormente su función de “ministros” del Pontífice. Sin olvidar que, como nos ha mostrado la historia, la verdad del signo “dalmática” no supone necesariamente que sólo los diáconos pueden usarla.


Por otra parte, los Obispos la revisten en las grandes solemnidades bajo la casulla, y también como vestidura superior en la unción del altar o en el lavatorio de los pies. En este último caso, como refiere el Caeremoniale Episcoporum, 301, el obispo se quita la mitra y la casulla pero no la dalmática. Se quiere resaltar no tanto la plenitud del sacerdocio como el carácter de servicio del ministerio episcopal. En el caso de los cardenales diáconos revestidos con la dalmática, se quiere subrayar su carácter de servidores, colaboradores estrechos del Romano Pontífice también en la liturgia. La dalmática es signo de servicio, dedicación al Obispo y a los otros. Pero también cuando el Obispo usa la dalmática lo hace para servir: tanto en el lavatorio de los pies como en el especial servicio litúrgico que desarrollan los obispos – cardenales diáconos – junto al Romano Pontífice.


Podemos decir que la dalmática utilizada para el servicio litúrgico por parte de los cardenales diáconos se mueve en aquella dinámica de servicio que hace decir a Benedicto XVI: “El cristiano está llamado a asumir la condición de «siervo» siguiendo las huellas de Jesús, es decir, gastando su vida por los demás de modo gratuito y desinteresado. Lo que debe caracterizar todos nuestros gestos y nuestras palabras no es la búsqueda del poder y del éxito, sino la humilde entrega de sí mismo por el bien de la Iglesia. En efecto, la verdadera grandeza cristiana no consiste en dominar, sino en servir. Jesús nos repite hoy a cada uno que él «no ha venido para ser servido sino para servir y dar su vida como rescate por muchos» (Mc 10, 45). Este es el ideal que debe orientar vuestro servicio. Queridos hermanos, al entrar a formar parte del Colegio de los cardenales, el Señor os pide y os encomienda el servicio del amor: amor a Dios, amor a su Iglesia, amor a los hermanos con una entrega máxima e incondicional, usque ad sanguinis effusionem, como reza la fórmula de la imposición de la birreta y como lo muestra el color púrpura del vestido que lleváis”.

***

Fuente: Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

***

15 comentarios

  
Hector
Puede un presbítero utilizar Dalmática para el Lavatorio de los Pies, Liturgia del Viernes Santo, y en la realización del Sacramento del Bautismo? (Soy tan especifico en mi pregunta porque conozco a un sacerdote que lo hace) Gracias.
29/05/10 4:32 AM
  
P. Eduardo
En principio, no, porque no debería vestirla de ordinario. Es vestidura propia de los diáconos, y aunque el sacerdote fue ordenado de tal, el orden superior incluye al menor.

En la liturgia del Viernes santo no la lleva ni el Santo Padre, según se ha visto en más de una foto. Y en le bautismo, la forma que indica el ritual es de estola sobre el alba (o sobrepelliz), y si acaso, capa pluvial festiva.

El redundar en las vestiduras puede suponer una distracción, confundiendo boato con solemnidad.
29/05/10 4:57 PM
  
Pioquinto
Ay, padre Eduardo, más distracción que las guitarras, los globos y los payasos en misa? Allí si hay distracción. Yo por eso no acudo mas que a la Santa Misa Tridentina. Y esa misa no dura 20 minutos, sino dos horas.
29/05/10 7:28 PM
  
Hermenegildo
¿Los diáconos que sirven al Papa son los diáconos de honor de la liturgia antigua?
29/05/10 7:56 PM
  
Hermenegildo
¿Los cardenales diáconos de la foto superior llevan dalmática y mitra a la vez?

Alvarillo: en tu comentario subyace una concepción muy superficial de la sagrada liturgia.
30/05/10 12:44 AM
  
Pioquinto
alvarillo, le digo lo mismo que al p. Eduardo, está usted en pefecta libertad de asistir a las misas de payasos, pandemoniums carismáticos, u otras variedades. Su Santidad, que Dios guarde muchos años, no celebra personalmente la misa Tridentina, si eso le tranquiliza. Por otro lado, monsen Marini apenas está reconstruyendo el ceremonial que dejó en ruinas el otro Marini.
30/05/10 2:21 AM
  
Francesco
Sólo una aclaración, especialmente para Alvarillo (cuyo comentario, poco respetuoso para con el Romano Pontífice, ha sido borrado). Para quien haya leído el artículo, será claro que la presencia de dos Cardenales pertenecientes al orden de los diáconos en las Liturgias pontificias más importantes es una costumbre antiquísima, que nunca se ha interrumpido. Aún después de la reforma litúrgica, se ha mantenido esta tradición con los Pontífices Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI. El mantener esta costumbre antigua y venerable no ha implicado, luego de la reforma litúrgica, que haya muchas Liturgias pontificias en las que todos los cardenales presentes concelebran.

Agrego, por otro lado, que el Padre Eduardo se refiere a algo distinto. La dalmática, en efecto, es la vestidura propia del diácono pero también del obispo, quien la usa debajo de la casulla (como se menciona en este mismo artículo). Sin embargo, no es una vestidura propia del sacerdote (distinto es cuando, en la Forma Extraordinaria del Rito Romano, un presbítero realiza las funciones propiamente diaconales). Teniendo en cuenta todo esto, pienso que no es correcto que un sacerdote, al ejercer funciones presbiterales, utilice un ornamento que es propio de otro grado.

30/05/10 3:49 AM
  
Tulkas
¡Ay, pioquinto, pioquinto!

Tú no vas, y lo sabes, a la Sancta Missa de la Iglesia. Tú vas a las celebraciones de los lefevrianos, que no es lo mismo.

¿Cuántas misas ha habido en cuarenta años con payasos? ¿Una?
¿Cuántas misas con globos? ¿Una, la de Schönbrunn?
¿Cuántos cismas han desgarrado la Iglesia? También uno.

El problema no son las guitarras, pioquinto, no son las guitarras. El problema es que lo que se canta con guitarras no suele corresponderse, nunca,con los cantos que la Iglesia prescribe.

Y lo sabes, pero mientes tranquilamente.

El día que dejes de autoengañarte, dejarás de ser un cismático.
30/05/10 11:51 AM
  
CPM
Tulkas:

pue yo por lo menos recuerdo una misa con payasos (llegaron al presbiterio dando volteretas por el pasillo central), globos e incluso luces de discoteca (los concelebrantes, después de la Consagración, se pusieron de la mano a bailar alrededor del altar).
La televisaron por Semana Santa hace varios años desde Peñafiel.
Para no olvidar
30/05/10 7:34 PM
  
Tulkas
CPM:

Yo conozco un par de ellas, pero a lo que me refería es que cismáticos como pioquinto no pueden, no deberían emplear ese argumento. Básicamente porque:

a.-el Novus Ordo, o mejor dicho, su puesta en práctica tiene problemas mucho más profundos, mucho más estructurales

b.-un abuso en ningún caso invalida el Sacramento, porque de ser así creo que apenas habría misas válidas actualmente

c.-los peores abusos no son esos, son mucho más sutiles y mucho más dañinos

d.-esos argumentos descalifica a quien los emplea

e.-no es malo hacer ver a pioquinto que su persistencia en el cisma se basa en razones de poco fuste
30/05/10 9:33 PM
  
Pioquinto
Tulkitas, yo nunca miento. Es pecado mentir. Y el mentiroso se autodescalifica ipso facto (por usar el latín).
b- Tu punto b cae por su propio peso. En el Santo Sacrificio de la Misa no se valen las adivinanzas. Y hay que tener en cuenta que hay sacerdotes que abandonan la fé y celebran misas negras satánicas, hacen una burla de la misa, cambiando las palabras, no me digas que también son válidas.
Hay abusos sexuales y hay abusos litúrgicos. Ya están parando el sexual, pero falta el litúrgico.
Nuestro querido obispo diocesano nos concedió graciosamente UNA Santa Misa Tridentina ANUAL, a la que asisto gustosamente con mi familia. La próxima es el domingo 13 de junio del corriente año, a una hora de viaje de aquí. No te quepa duda que asistiría si nos dieran más. Y yo ya no puedo pasar sin mi Sancta Missa Tridentina. Ya me hice adicto. Tengo que acudir donde me hagan la caridad de celebrarla, sea en garages, sótanos, salones de hotel rentados o a las catacumbas si se hiciera preciso. A eso nos orillan.
Es lo más bello de éste lado del paraíso. Y son misas de dos horas , como las del Padre Pío, no misas-express de 20 minutos y vámonos a casa, que juega el Barza!! El Summorun Pontificum está siendo torpedeado, a pesar de la buena voluntad del Santo Padre. Que Dios no se los tome en cuenta!!
Cismáticos, no. Ya lo dijo sue eminencia el cardenal Darío Castrillón Hoyos, si no me crees a mí, creéle a él. Pax et Bonum.
31/05/10 1:20 AM
  
Tulkas
De nuevo, por mezclar, mientes:

"En el Santo Sacrificio de la Misa no se valen las adivinanzas. Y hay que tener en cuenta que hay sacerdotes que abandonan la fé y celebran misas negras satánicas, hacen una burla de la misa, cambiando las palabras, no me digas que también son válidas."


Hay abusos que naturalmente anularían la realidad del Sacramento, como por ejemplo oficiar con cerveza en lugar de vino. Pero hay otros que no.
Por ejemplo, en el Camino Neocatecumenal se canta la plegaria eucarística II cambiando las pal
abras, lo cual es un abuso, pero no invalidante.

El Novus Ordo, por su carácter rupturista, inventado, innovador, es intrínsecamente un abuso con respecto a todas las demás Liturgias existentes, pero no por ello es inválido.

Lefevre ordenó, abusivamente, obispos, pero no por ello deja de tener validez el Sacramento.

¿Lo ves o no lo ves¿¿
31/05/10 5:03 PM
  
Pioquinto
Ya que mencionas misas kikas, las hay también romaxes, misas carismáticas y misas folklóricas con elementos locales, regionales y nacionales. Se trata de atomizar el culto , en lugar de hacerlo universal. Cada quien busca ser más innovador, pero no hay quien responda de la validez de tales servicios. Les tomó 40 años corregir la mala traducción del pro multis en la fórmula de la consagración. Durante todo ese tiempo, la FSSP X siguió usando el latín pro multis. Si corrigieron la traducción, es que obviamente estaba mal. Yo no me pronuncio en contra del novus ordo ni en su validez, pero lo encuentro muy similar a los servicios luteranos. Y fuí muchos años al novus ordo, que espero Dios me tome en cuenta. Pero no más. Que vayan los que quieran, pero que permitan que los demás asistan al Santo Sacrificio de la Misa Tridentina.

Monseñor Lefebvre pidió por años UN obispo para la ordenación de los sacerdotes de sus seminarios, pero le vinieron dando largas, esperando que se muriera. Al sentir la muerte cercana, dió el ultimátum. Entonces le salieron con que ELLOS iban a designar el obispo. Esto era inaceptable. Yo creo que iban a designar a monsen Walter Kasper, archienemigo de todo lo tradicional. Así que Dom Marcel Lefebvre decidió dar el paso, apoyado por el monsen brasileño de Castro-Mayer. El tiempo les ha dado la razón. Y puede que hasta un día los canonicen.
31/05/10 7:24 PM
  
Nicolás Sack Castro
Felicidades, me encanta servir la iglesia, como sacerdote. El Santo Padre Benedicto VI, es un ejemlo de inspiración, en la celebración Liturgica. Si la Fe es el regalo más grande que Dios nos ha cocedido el día de nuestro bautismo, por que no se ha de celebrar con las mejores expresiones a través de los ornamentos sacerdotales. El Papa nos confirma constantemente en la fe. Gracias.
24/07/10 7:05 PM
  
JOSE ANGEL ORDOÑEZ ORDÓÑEZ
Es importante; que se haga conocer al mundo entero, especialmente a los niños, jovenes y adultos. Como es la Jerarquia Sacerdotal, desde como se forma un Sacerdote y que cualidades son las que debe hacer desde cuando se recibe de curita hasta llegar hacer un Cardenal; con el fín de Incentivar a la Humanidad entera a formar parte de un ejército Sacerdotal a nivel del mundo.
14/02/13 3:51 AM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.