Una magistrada en el Supremo USA para impedir nuevos avances conservadores
Los demócratas no quieren arriesgarse a que el magistrado del Supremo Stephen Breyer, que ya tiene 83 años, se muera en un futuro, bajo presidencia republicana. Demasiado riesgo, así que le han animado a dimitir ahora para así darle la oportunidad a Biden de, al menos, no alterar el equilibrio de fuerzas en el Tribunal Supremo. La elegida por Joe Biden para ocupar el asiento de Breyer, y tal y como ya anunció, es una jueza negra de 51 años, Ketanji Brown Jackson, que confirma que los demócratas están abonados a las políticas de la identidad y al neorracismo woke, ése que ha tirado por la borda aquello de Martin Luther King de ser ciegos al color de la piel y recupera el juicio previo basado en la raza.