Dile no al culto a la personalidad dentro de la Iglesia: no te conviertas en un sectario
Hace un par de días una disputa entre algunos grupos católicos en las redes sociales me dio oportunidad para reflexionar sobre varios puntos que me causaron mucho ruido, uno de ellos, el culto a la personalidad que se puede gestar respecto a algunos líderes y predicadores en la Iglesia.
Aunque nada de malo hay en admirar a alguien que hace una buena labor, o tiene cualidades dignas de imitar, cuando esa admiración llega a niveles desordenados, puede convertirse en una especie de pseudo-idolatría que hace al admirador reaccionar de manera agresiva ante cualquiera que haga una crítica, aunque sea constructiva de la persona admirada. La persona que hizo la crítica es demonizada como alguien que “ataca” al líder y se abalanzan al linchamiento.
No habían pasado dos días cuando volví a ver el mismo fenómeno ocurrir ante una publicación del conocido converso al catolicismo y ex pastor evangélico Fernando Casanova, que en su Instagram se atrevió a hacer esta publicación: