¿Es el protoevangelio de Santiago herético? ¿San José permaneció virgen o fue viudo?
Algunos amigos me han pedido su opinión sobre un debate que hace algún tiempo tuvieron algunos apologistas católicos respecto a este antiguo evangelio apócrifo. El debate surgió porque unos defendían como doctrina católica que San José, el padre de Jesús, permaneció virgen toda su vida, y otros defendían que habían tradiciones procedentes de algunos evangelios apócrifos, que admitían la posibilidad de que los llamados “hermanos de Jesús” en el evangelio, fuesen hijos de José, pero de un matrimonio anterior. Bajo esta hipótesis San José habría sido viudo al casarse con la Santísima Virgen.
Es aquí que una de las partes alegó que estos apócrifos estaban condenados por el Magisterio en el decreto Gelasiano y otros padres, mientras que otros alegaban que no todos los apócrifos estaban condenados. Para poner mi grano de arena quiero compartir lo que he investigado del tema, en las fuentes bibliográficas que tengo a la mano.
¿Qué es el protoevangelio de Santiago?
Una explicación breve pero completa la he tomado de la obra de Aurelio de Santos Otero, Los Evangelios Apócrifos, publicado por la Biblioteca de Autores Cristianos:
“Se trata de la narración apócrifa más antigua en torno al nacimiento de Jesús y de una de las que más influencia han ejercido en la posteridad. El título de Protoevangelio no es original (data del siglo XVI), pero así sigue llamándose a este apócrifo en casi todas las ediciones para distinguirlo de otras composiciones de contenido parecido.
Escrito originariamente en griego, en una época no anterior al siglo II y no posterior al IV, es conocido en toda la tradición manuscrita como Historia o Libro de Santiago. En su redacción actual consta de 25 capítulos, en que se narra el nacimiento y vida de María hasta los dieciséis años (c.1-16), nacimiento de Jesús (c.17-21) y matanza de los Inocentes con el martirio de Zacarías (c.22-24). Se termina con un epílogo (c.25) en que se presenta Santiago (sin duda el apóstol Santiago el Menor) como presunto autor del libro.
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El núcleo original del apócrifo hay que datarlo por lo menos en la segunda mitad del siglo II, ya que escritores como Orígenes y Clemente de Alejandría, que vivieron entre finales del siglo II y principios del III, atestiguan su existencia. Los relatos del Protoevangelio presuponen las narraciones de los evangelios canónicos en torno al nacimiento de Jesús, pero añaden una larga serie de detalles nuevos, tan asimilados mientras tanto por la tradición, que en muchos casos resulta difícil descubrir su origen apócrifo. Así, por ejemplo, los nombres de los padres de María, Joaquín y Ana, la fiesta litúrgica de la Presentación, Jesús nace en una cueva y es reclinado en un pesebre, José es viudo y viejo, etc.
Sería, sin embargo, superficial detenerse en estos detalles y no fijarse en el objetivo fundamental que persigue el autor y que da sentido a todo el escrito- éste no es otro que la exaltación de la figura de María, madre virginal de Jesús…
No se sabe con certeza si la patria del Protoevangelio fue Siria o más bien Egipto. Lo que no admite duda alguna es la extraordinaria aceptación de que ha gozado este escrito en las iglesias orientales, particularmente en el ámbito greco-bizantino. Su texto llegó a ser lectura obligada en las celebraciones litúrgicas, y de ahí el gran número de manuscritos griegos en que ha sido transmitido a partir del siglo X…
En el Occidente latino no fue tan fácil la divulgación del Protoevangelio, debido sobre todo a la condenación de que fue objeto —juntamente con una larga serie de apócrifos— por parte del llamado Decretum Gelasianum en el siglo VI. Sólo restos dispersos de una traducción antigua han podido encontrarse en época reciente.”
(Aurelio de Santos Otero, Los evangelios apócrifos, BAC. Madrid 2005, p.57-58)
Influencia en la tradición de la Iglesia
Como ya ha dicho la obra anteriormente citada, este antiguo texto apócrifo tuvo una gran influencia en muchas tradiciones antiguas. Los Papas en sus diversas homilías le han mencionado a menudo. Por ejemplo: Juan Pablo II lo menciona como fuente de antiguas tradiciones, y además que bajo su influencia de instituyeron las fiestas de la Natividad, la Concepción y la presentación:
“Hoy nos dirigimos en peregrinación espiritual a un santuario ligado a la memoria del Nacimiento de la Virgen Santísima. Una antigua tradición, a la cual se hace referencia en un apócrifo del siglo II, el Protoevangelio de Santiago, sitúa en Jerusalén, junto al templo, la casa en que nació la Virgen. Los cristianos, desde el siglo V en adelante, han celebrado la memoria de la Natividad de María en la gran iglesia construida frente al templo, sobre la Piscina Probática, donde Jesús curó al paralítico (cf. Jn 5, 1-9).” Juan Pablo II, Angelus 5 de Julio de 1987
“Además, bajo el influjo del «Protoevangelio de Santiago», se instituyeron las fiestas de la Natividad, la Concepción y la Presentación, que contribuyeron notablemente a destacar algunos aspectos importantes del misterio de María.” Juan Pablo II, Audiencia general, 15 de Octubre de 1997
El propósito del libro, tal como explicó el Papa Benedicto XVI, era exaltar la santidad y virginidad de la virgen María:
“Al nombre de Santiago, además del apócrifo «Protoevangelio de Santiago», que exalta la santidad y la virginidad de María, Madre de Jesús, está particularmente ligada la «Carta» que lleva su nombre” (Benedicto XVI, Audiencia general 28 de Junio del 2006)
La influencia en las tradiciones católicas ha sido tan grande, que por él sabemos los nombres de los padres de la Virgen: Joaquín y Ana.
“Los principales escritos de este género (apócrifo) en cuanto a los padres de María son: el Protoevangelio, que falsamente se atribuye a Santiago (siglo II) ; El libro del nacimiento de la Virgen, que erróneamente atribuyen a Santiago, hermano del Señor, y del cual, según algunos, es autor San Cirilo de Alejandría; otro libro del nacimiento de la Virgen, que Seleuco afirmó falsamente ser del evangelista San Mateo; El libro de la Natividad de Santa María, reseñado entre las obras de San Jerónimo, etc., etc.” (Gregorio Alastruey, Tratado de la Santísima Virgen, BAC. Madrid 1956, p. 16)
Incluso actualmente las iglesias orientales católicas (no sólo las ortodoxas) admiten en base a este la hipótesis de que los hermanos de Jesús son hijos de un matrimonio anterior de José:
“Según un apócrifo, el Protoevangelio de Santiago, aquellos parientes de Jesús eran hijos de un matrimonio precedente de José, viudo que se volvió a casar ya maduro: hermanastros, por tanto, y así los consideraron —y, por lo que sé, los siguen considerando— las Iglesias orientales.” (Vitorio Messori, Hipótesis sobre María, Libros Libres, España 207, p.400)
¿El protoevangelio de Santiago es herético o tiene origen gnóstico?
No creo que se puedan poner todos los apócrifos en el mismo saco. Si bien hay una gran cantidad de apócrifos cuyo origen está en el gnosticismo, hasta donde he podido averiguar este antiguo escrito apócrifo no está clasificado entre los tales, sino como aquellos que si bien contienen elementos legendarios y poco históricos, son ortodoxos y reflejan las creencias populares de los católicos de la iglesia primitiva.
Para esto he consultado varios manuales de dogmática y mariología todos con aprobación eclesiástica, que arrojan un poco de luz a esta cuestión.
“Hay que distinguir en la literatura apócrifa entre un grupo que permanece dentro de la doctrina de la Iglesia y un grupo herético. El grupo eclesiástico se propuso como tarea defender las verdades de la fe atacadas por los herejes. Los autores utilizan para esto el método de la perífrasis y el adorno poético de los textos de la Escritura. El límite entre los apócrifos heréticos y ortodoxos no es siempre fácil de trazar; pero mientras los apócrifos heréticos han nacido del espíritu gnóstico-maniqueo, y combaten por eso la verdadera encarnación de Dios, los apócrifos ortodoxos sirven a la creencia en la realidad de la naturaleza humana de Jesucristo. Los escritos apócrifos mariológicos se ocupan detalladamente del nacimiento e infancia, así como de la muerte y Asunción de María.
Los principales testimonios de este género de literatura son el protoevangelio de Santiago (originariamente se llama Historia de Santiago sobre el nacimiento de María), el Evangelio del Seudo-Mateo, el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Pedro, el Evangelio árabe de la infancia, la Oda décima de Salomón, la Asunción de Isaías y el Transitus Mariae divulgado en varias ediciones. Particular influjo ejerció sobre la piedad mariana, y sobre el arte de la Edad Media, el Protoevangelio de Santiago, narración del siglo II sobre la infancia y nacimiento virginal de Cristo. Apareció a principos del siglo iv en Occidente en forma latina y gozó de gran estimación. La obra pertenece a la literatura eclesiástica y ortodoxa” Michael Schmaus, Teología Dogmática Tomo VIII, La Virgen María, Ediciones Rialp, S.A. Madrid 1963, p.76
“Las primeras alusiones a este evangelio [Protoevangelio de Santiago] se encuentran en Justino (†165), Clemente de Alejandría († 215), Orígenes († 253-254), Gregorio de Nisa († 394) y Epifanio († 403). Respecto a su antigüedad, parece ser que ya existía en el siglo II un libro de Santiago, que contenía dos partes al menos del Protoevangelio. Objetivo de este libro era glorificar a María. Tuvo una grandísima difusión. Es una obra anterior a los dogmas, a la doctrina desarrollada, a los Santos Padres. Refleja creencias populares anteriores a su fecha de composición.” (José C.R. García Paredes, Mariología, BAC. Madrid 1995, p. 170)
“Aparte de trabajos individuales, como la Ascensión de Isaías, las Odas de Salomón y otros parecidos, existen dos fuentes principales marianas en los apócrifos. En el primer período, partir del siglo II, tenemos el Protoevangelio de Santiago, en sus varias versiones, con sus escritos afines. En el segundo período, a partir del siglo V, está el Transitus Mariae. En el Protoevangelio se estudia más el nacimiento y la virginidad de María; en el Transitus se trata de glorificar a María como Madre de Dios y se refiere también a su muerte y asunción. Pero no imaginemos que estas dos fuentes marianas son paralelas, en el sentido de que corren al tiempo y nunca se encuentran.
Por el contrario, las versiones tardías del Protoevangelio y otros escritos recogen las enseñanzas corrientes en aquella edad, a las cuales se refiere extensamente el Transitus Mariae. Gomo ejemplo, veremos que el relato latino del Pseudo Mateo y el Evangelio arábigo de la infancia relatan la realeza de María y su intercesión, temas que normalmente se presentan en el Transitus. Igualmente, algunos relatos del Transitus Mariae, como el Pseudo Evodio, utilizan el tema del Protoevangelio. Hemos citado numerosos testimonios en estas páginas para demostrar que existe un cuerpo definido de mariología en estos libros. Hagamos ahora cuatro observaciones.
Es de esperar que, considerando los temas mariológicos de estos documentos, no hayamos presentado un aspecto demasiado unilateral de los apócrifos, dándolos a conocer con una luz demasiado favorable. Tengamos en cuenta que su mariología está mezclada frecuentemente en un fondo abigarrado y fantástico de leyendas y falsos milagros. Hemos intentado presentar juntas las enseñanzas sobre María. La paja, es decir, el fondo fantástico, lo hemos rechazado siempre que hemos podido.” (J.B.Carol, OFM BAC. Mariología, Madrid 1964, p. 180-181)
¿San José virgen o viudo?
Nada dogmático hay definido al respecto, pero por lo que encontré hay padres que apoyan uno u otro punto de vista.
Por ejemplo, respecto a los hermanos de Jesús, un manual de dogmática que admite sin ningún género de dudas el parto virginal de María, agrega que ha habido padres que admiten que San José pudo ser viudo junto con el Protoevangelio de Santiago:
“A lo sumo pueden considerarse como hermanos del Señor, los hijos de San José tenidos de un matrimonio anterior, como lo entendieron los apócrifos: El Protoevangelio de Santiago, y El Evangelio de Pedro; y después varios Padres: Clemente Alejandrino, Orígenes, San Hilario, San Epifanió, San Cirilo de Alejandría, San Ambrosio.” (Benito Enrique Merkelback, O.P, Mariología, Desclée de Brower y Cia, Bilbao 1954, p. 350)
Otro tratado de dogmática admite lo mismo pero hace énfasis en los padres que rechazaron esta hipótesis:
“Algunos Padres antiguos, principalmente en Oriente, dando demasiada fe a los apócrifos Protoevangelio de Santiago y Evangelio de Pedro, pensaron que los hermanos y hermanas del Señor eran hijos de San José, habidos de otra mujer anterior a la Santísima Virgen. Opinión ésta arrumbada por completo, de la que dice San Jerónimo: “Algunos, siguiendo los delirios de los apócrifos, sospechan que los hermanos del Señor eran hijos de otra mujer de José” (Adv. Helvid. de perpetua virginit. Mariae); y todavía más, el mismo doctor afirma que San José no sólo no se había casado antes de tomar a María por esposa, sino que era virgen: “Tú dices que María no permaneció virgen; yo digo más: que también el mismo José fué virgen por María” Con lo cual concuerda Santo Tomás, que dice: “Esto es falso, porque si el Señor no quiso encomendar la custodia de su Madre virgen sino a virgen, ¿cómo hubiera consentido que el esposo de ésta no fuera virgen?” (Comm. in Galat., 1, 19)” (Gregorio Alastruey, Tratado de la Santísima Virgen, BAC. Madrid 1956, p. 470)
Mi opinión o conclusiones
En base a todo lo que he podido investigar, podría resumir mi opinión en lo siguiente:
- Es cierto que el protoevangelio de Santiago pudo haber sido rechazado en bloque junto con los demás apócrifos por el Decretum Gelasianum, pero en mi opinión esto debería entenderse hoy en día como una advertencia a no ver en aquellos evangelios apócrifos como fuente de doctrina, o colocarse al nivel de la Sagrada Escritura. Eso no excluye sin embargo reconocerlos como objeto de interés histórico por ser reflejo de las más antiguas tradiciones cristianas, siendo capaces de poder tomar los elementos positivos de cada uno. Como hemos visto, así lo han hecho a menudo los Papas, sin por eso aprobar todo lo que allí se afirma o supone. Se podría concluir que no habría que meterlo en el mismo saco que los apócrifos de orden gnóstico y que en la actualidad la obra pertenece a la literatura eclesiástica y ortodoxa.
- Si San José siempre fue virgen o por el contrario, viudo al momento de casarse con la virgen, pienso que no es algo que deba causar división. Ambas son tradiciones que tienen apoyo patristico e histórico, y no creo que se pueda descartar con certeza ninguna. En lo particular me inclino por la tesis de San Jerónimo, porque me parece más defendible bíblicamente.
- Por último, aconsejaría, sobre todo entre hermanos católicos, a no estar insultándose y acusándose entre sí de herejes por este tema. Por lo menos, hasta donde vi todos están de acuerdo en que respecto a la virginidad de San José no hay nada dogmático, por lo que quien quiera pensar como San Jerónimo, Santo Tomas y otros padres que San José permaneció virgen, bien, pero quien quiera creer con San Hilario, San Epifanió, San Cirilo de Alejandría o San Ambrosio que fue viudo, también.
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27 comentarios
Personalmente, me decanto totalmente por la virginidad de San José, apoyada en Anna Catalina.
Laus Deo Virginique Matri
JM: Bueno su comentario, pero no se admiten comentarios en mayúsculas.
Por otra parte, no debe sorprender (ni vale como argumento a favor de los apócrifos) la popularidad, incluso la lectura en la liturgia, en la Iglesia primitiva de escritos hoy no canónicos como la epístola de San Clemente a los corintios, el Protoevangelio de Santiago, el Libro de Enoc... El canon estuvo vacilando desde tiempos apostólicos, y en Occidente no fue hasta los ss. IV-V que desde Cartago (San Agustín y el concilio en esa ciudad) se intervino para fijar el canon, y en Trento se cerró la cuestión; sólo Lutero ha disentido aquí. Pero en Oriente las dudas llegan hasta hoy, con cánones muy dispares entre los diferentes ritos y aún susceptibles de cambiar.
No vale la pena perder ni un minuto con afirmaciones de apócrifos no refrendadas por la Tradición. Serán, con toda probabilidad, falsas. Y aún menos insultarse por asuntos no dogmáticos y que en nada cambian la fe ni la moral. Ciñámonos a fuentes serias.
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JM: El hecho es que varios apócrifos lo que hacen es recoger algunos elementos de la Tradición, como mencionan las fuentes ya citadas.
Ciertamente no existe un dogma establecido por el magisterio y estas guerras intestinas solo afectan al cuerpo de Cristo, pues lo divide aun cuando ambos pudieran tener "algo" de razon debe prevalecer la cordialidad y debiera quedar como recordatorio a todos nosotros para evitar Los mismos herrores
Ahora doy mi punto de vista
A quien le afecta si es viudo o virgen San Jose?¿realmente a quien se ataca? Humildemente creo y pudiera estar equivocado que Es un ataque a Cristo Asi como quien ataca la virginidad de Maria y doy el porque: El profeta Isaiah profetizó ; una señal sera dada la virgen concebira y alumbrara o Dara a Luz un primogenito sera su nombre Emanuel Dios con nosotros y regira con vara de hierro a las naciones y se sentara en el trono de David para siempre , ahora aqui viene la logica, en el reinado de David si tuvo hermanos Jesus entonces al morir en la Cruz su reinado pasa a sus hermanos esto si son menores que El, si fuesen mayores o anteriores a su matrimonio con la virgen no le corresponderia el trono de David al no ser primogenito de Jose como lo reclama Yahve en el libro de exodo y no seria Rey de la Casa de David ahi lo dejo para que lo mediten y si difiere de mi opinion no me afecta a mi no levantemos otra guerra
Que la Paz de Cristo sea con ustedes
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JM: A mi en lo personal no me parece convincente esta forma de razonar. Jesús es heredero del Trono de David por ser su descendiente según la carne y por ser el Hijo de Dios, no por un mero requisito legal como si este reinado se tuviese que quedar en el mero plano humano. Razonando de esa manera, al morir Jesús también hubiese perdido el Trono porque lo recibiría aquel familiar más próximo sin necesidad de ser su hermano.
2) si hubieran hermanos , no sería Juan quien tendria el encargo de cuidar a Maria quedándose sin esposo y sin hijo.
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JM: El tema no trata tanto de cual es la tesis más probable, como el hecho de que el tema no da como para causar división. Dicho eso, no es bueno para apoyar una que otra tesis echar mano de argumentos descuidados. Todo varón judío lo circuncidan independientemente fuese o no primogénito.
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JM: Y hay muchos argumentos más como ese. Por eso digo que es la tesis que en mi opinión es más defendible bíblicamente.
Parece que la discusión viene por el recurrente tema de los hermanos del Señor. Dejando claro de antemano la perpetua virginidad de Santa María, la discusión no debería extenderse mucho más. Simplemente, siguiendo lo ya dicho sobre San José, en Occidente se tuvieron por parientes del Señor, mientras que en Oriente admiten que podrían ser hijos de San José viudo. Tampoco es una cuestión de fe.
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JM: Precisamente.
Es decir, con los apócrifos hay que mantener una actitud prudente. Ni son absolutamente fiables ni cabe descartarlos por completo.
que José se casó joven y virgen,
que José nunca estuvo casado o unido con ninguna mujer,
que José se casó sin haber conocido mujer,
que José no tuvo hijos anteriores,
que José nunca tuvo hijos con María,
que José tuvo una vida casta y pura con María,
que José estuvo siempre casado y unido con María,
que José murió antes que María y antes que Jesús,
que José es un hombre justo y es un santo intercesor universal.
La conciencia de la Iglesia irá progresando en estas verdades.
Porque ortodoxo -e incluso casi historico en algunos puntos como los nombres de los padres de Maria- desde luego que lo es.
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JM: Sí, muchos autores por ejemplo señalan que el autor ignoraba la cultura judía y por eso presenta como hecho algo totalmente inverosímil, como que una niña fuera consagrada al servicio del templo de Jerusalén.
“Se puede suponer que entre José y María, en el momento de comprometerse, existiese un entendimiento sobre el proyecto de vida virginal. Por lo demás, el Espíritu Santo, que había inspirado en María la opción de la virginidad con miras al misterio de la Encarnación y quería que ésta acaeciese en un contexto familiar idóneo para el crecimiento del Niño, pudo muy bien suscitar también en José el ideal de la virginidad.
El ángel del Señor, apareciéndosele en sueños, le dice: “José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo” (Mt. 1, 20). De esta forma recibe la confirmación de estar llamado a vivir de modo totalmente especial el camino del matrimonio. A través de la comunión virginal con la mujer predestinada para dar a luz a Jesús, Dios lo llama a cooperar en la realización de su designio de salvación.
El tipo de matrimonio hacia el que el Espíritu Santo orienta a María y a José es comprensible sólo en el contexto del plan salvífico y en el ámbito de una elevada espiritualidad. La realización concreta del misterio de la Encarnación exigía un nacimiento virginal que pusiese de relieve la filiación divina y, al mismo tiempo, una familia que pudiese asegurar el desarrollo normal de la personalidad del Niño.
José y María, precisamente en vista de su contribución al misterio de la Encarnación del Verbo, recibieron la gracia de vivir juntos el carisma de la virginidad y el don del matrimonio. La comunión de amor virginal de María y José, aun constituyendo un caso especialísimo, vinculado a la realización concreta del misterio de la Encarnación, sin embargo fue un verdadero matrimonio (cf. exhortación apostólica Redemptoris custos, 7).
La dificultad de acercarse al misterio sublime de su comunión esponsal ha inducido a algunos, ya desde el siglo II, a atribuir a José una edad avanzada y a considerarlo el custodio de María, más que su esposo. Es el caso de suponer, en cambio, que no fuese entonces un hombre anciano, sino que su perfección interior, fruto de la gracia, lo llevase a vivir con afecto virginal la relación esponsal con María”.
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JM: Respecto a esta pregunta no puedo estar seguro porque no soy experto en derecho canónico. Lo más que puedo decir es que:
- Existe el matrimonio sólo rato (es el matrimonio válido entre bautizados, pero que no ha sido consumado) y el matrimonio rato y consumado. Ahora ¿Es considerado el matrimonio rato válido verdadero matrimonio? En mi opinión sí, pero allí es donde no puedo responder con certeza porque no es mi área.
- De cualquier modo, el Código de Derecho Canónico no es retroactivo.
“… por lo general, es muy verdadero que no es procedente que un cuerpo que la mujer haya consagrado a Dios por voto de virginidad sea dado en matrimonio a un varón, pero de ningún modo es verdadero en este caso singular en que la que había hecho voto de virginidad conoció divinamente que el otro cónyugue igualmente estableció firmemente que cultivaría perpetuamente la virginidad, como ocurrió claramente en el matrimonio de la bienaventurada Virgen con San José. Pues ella, antes de casarse, había sido instruida por Dios sobre que no tuviese solicitud por la virginidad: pues José tenía iguales sentimientos que ella”
(…)
Que José tuviese ochenta años al momento de su matrimonio con María no se hace verosímil. Ni creería alguien fácilmente que la Virgen se casase con un varón de suma senectud. José, si fuese ya de tal edad, ¿cómo podría soportar las molestias de los caminos? Ni, si tan mayor en su edad hubiese sido José, con la ancianidad que le atribuyó Epifanio y que pintan nuestros pintores, ¿hubiese esto redundado en defensa del Hijo contra las calumnias de los judíos? Ciertamente, de la ancianidad de José surgió la opinión de que había tenido anteriormente otra esposa y que de ella ha de creerse haber recibido otros hijos. Cuánto dista esto de la verdad lo demostró Baronio…”
No recuerdo qué Santo dijo "obediencia en lo de fe, libertad en lo opinable, en todo caridad". El tema se parece a las discusiones por las revelaciones Marianas, por las cuales a veces hay duras peleas, sean éstas validadas por la Iglesia o no
“Pero hay que advertir que los ministros sagrados se abstienen enteramente del matrimonio no solo porque se dedican al apostolado, sino también porque sirven al altar. Porque si ya los sacerdotes del Antiguo Testamento, durante el tiempo en que se ocupaban en el servicio del Templo, se abstenían del uso del matrimonio para no contraer como los demás una impureza legal, ¿cuánto más puesto en razón es que los ministros de Jesucristo, que diariamente ofrecen el sacrificio eucarístico, posean la perpetua castidad? Refiriéndose a esta perfecta continencia, amonesta San Pedro Damián a los sacerdotes con esta pregunta: Si, pues, Nuestro Redentor de tal manera amó la flor de un pudor intacto, que no solo quiso nacer de entrañas virginales, sino también estar encomendado a los cuidados de un padre putativo virgen, y esto cuando, párvulo aun, lloraba en la cuna, ¿por quiénes, dime, deseará que sea tratado su cuerpo ahora que reina en la inmensidad de los cielos?”
En su Alocución al Movimiento “Equipos de Nuestra Señora (4 de mayo de 1970), dice el Papa Pablo VI:
7. «…En esta grande obra de renovación de todas las cosas en Cristo, el matrimonio, purificado y renovado, se convierte en una realidad nueva, en un sacramento de la nueva Alianza. Y he aquí que en el umbral del Nuevo Testamento, como ya al comienzo del Antiguo, hay una pareja. Pero, mientras la de Adán y Eva había sido fuente del mal que ha inundado al mundo, la de José y María constituye el vértice, por medio del cual la santidad se esparce por toda la tierra. El Salvador ha iniciado la obra de la salvación con esta unión virginal y santa, en la que se manifiesta su omnipotente voluntad de purificar y santificar la familia, santuario de amor y cuna de la vida».
A quienes deseen estudiar a fondo la figura de San José, les recomiendo la lectura de estas dos obras, del teólogo Francisco Canals Vidal: “San José Patriarca del Pueblo de Dios” (1982) y “San José en la Fe de la Iglesia (2007).
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JM: Siendo francos, no hay base histórica para ni siquiera saber la edad de la Santísima Virgen o San José para aquella época. Estoy seguro de que el padre Cándido Pozo es experto en mariología, pero todas las opiniones en ese sentido son sólo estimaciones. Los evangelios ningún dato dan al respecto, y los apócrifos como ya se han dicho, aunque nos hacen eco de las creencias populares de la época, no son fuente confiable en uno u otro sentido. Lo que si es probablemente cierto es que para el comienzo de la vida pública de Jesús ya San José debía haber muerto, sino no se explicaría por qué Jesús la entrega al cuidado de Juan. Sacando cuentas con las edades aproximadas que da san José tendría que haber muerto en los 40, antes de llegar a los 50.
“Esposo virgen de la Virgen Madre,
en quien Dios mismo declinó su oficio;
réplica humilde del eterno Padre,
padre nutricio”.
Papa Juan Pablo II - Audiencia General del 24 de marzo de 1982 - la continencia por el reino de los cielos - apartados 2 y 3:
“…la maternidad de María es virginal: y a esta maternidad virginal de María corresponde el misterio virginal de José,…”
“El matrimonio de María con José (en el que la Iglesia honra a José como esposo de María y a María como de él), encierra en sí, al mismo tiempo, el misterio de la perfecta comunión de las personas, del hombre y de la mujer en el pacto conyugal, y a la vez el misterio de esa singular «continencia por el reino de los cielos»: continencia que servía, en la historia de la salvación, a la perfecta «fecundidad del Espíritu Santo»
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