(Zenit) Las familias dicen que sus hijos son inocentes de todo crimen y que no deberían ser castigados por estar implicados en actividades sociales que promueven el bien común.
Entre los arrestados está Paul Tran Minh Nhat, un estudiante de la facultad de Lenguas Extranjeras y Tecnología de la Información de Hanoi. Pertenece a una parroquia católica de la diócesis Vinh, en la provincia de Nghe An.
Terminó sus estudios el 27 de agosto. Al final del último examen, cuando estaba abandonando el aula, cuatro agentes de seguridad uniformados lo acompañaron a la puerta de la universidad y le obligaron a subirse en un coche que lo esperaba. Fue llevado a una residencia que la policía buscó en su presencia y después a un destino desconocido. Hasta esta fecha, la familia no ha recibido todavía una notificación de su arresto.
Amnistía
Mientras que la policía arrestaba al estudiante, el presidente vietnamita anunciaba la liberación de 10.000 detenidos con ocasión de la fiesta nacional.
Monseñor Paul Nguyên Thai Hop de Vinh, la diócesis donde han sido arrestados la mayoría de los jóvenes, contó a la agencia Fides que “la amnistía es una práctica que se realiza cada año y que a menudo afecta a los prisioneros sentenciados por crímenes contra la seguridad pero no a prisioneros por razón de conciencia”.
De acuerdo a la Comisión de Derechos Humanos de Vietnam, hay al menos 258 prisioneros políticos y de conciencia en las prisiones vietnamitas.
El Informe del Departamento de Estado de 2010 sobre la libertad religiosa destacó “los grandes problemas” que existen en Vietnam con respecto a este derecho fundamental.