(EP/InfoCatólica) El maulana Yousef Qureshi ha declarado, en una manifestación de fundamentalistas islámicos: “Vamos a resistir firmemente ante cualquier intento de derogar las leyes que ofrecen protección a la santidad del profeta Mahoma”, “Quien mate a Asia recibirá 500.000 rupias como recompensa de Masjid Mohabat Jan,” ha asegurado refiriéndose a su mezquita, donde trabaja como imán desde hace varias décadas.
Después ha dicho a la agencia Reuters que espera que la mujer finalmente “sea ahorcada”. “Y si no la ahorcan, pediremos a los muyahidines y a los talibán que la maten”, ha añadido. Bibi, que tiene 45 años y cuatro hijos, es la primera mujer que ha sido condenada a muerte en Pakistán en aplicación de la ley contra la blasfemia. En opinión de Qureshi, “ningún presidente, ningún parlamento y ningún gobierno tiene derecho a entrometerse en los mandamientos del islam”. “El castigo islámico se aplicará cueste lo que cueste”, ha advertido
Aunque en ese país se dictan con frecuencia sentencias condenatorias por blasfemia, nunca se ha ejecutado a nadie por este motivo, porque normalmente el condenado apela la sentencia y se acaba descartando la pena capital como castigo. Sin embargo, muchas personas acusadas de este delito han sido asesinadas por fanáticos o por multitudes iracundas. Los detractores de ley contra la blasfemia afirman que se utiliza para perseguir a minorías religiosas, fomentar el extremismo y resolver rencillas personales
Tras ser condenada, Bibi Asia solicitó el indulto al presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, argumentando que las acusaciones infundadas de sus vecinos se debieron a una rencilla personal. La semana pasada, un ministro dijo que la investigación preliminar sobre el caso demostraba que la pakistaní no había blasfemado, pero el Alto Tribunal de Lahore ha impedido que Karzai le conceda el indulto y ha afirmado que debería ser el propio tribunal el que decidiese sobre la apelación presentada por la mujer.
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