(Fides/InfoCatólica) La congregación fundada en Indonesia Hijas de la Reina del Santo Rosario, se encuentra asentada en la isla de Flores, lugar localmente reconocido como «el corazón católico de la nación». En esta isla se encuentran varias congregaciones religiosas, cofradías y asociaciones advocadas especialmente a la Virgen María, la cual es venerada como Reina del Rosario.
Una muestra de la fe firme del pueblo son las numerosas vocaciones religiosas que hay en ella. En el caso de la congregación de las Hijas de Nuestra Señora Reina del Santo Rosario, cada año reciben un aproximado de 20 nuevas postulantes.
El papel de esta y las demás congregaciones religiosas en la isla es de suma importancia, puesto que impulsan y promueven el respeto hacia la mujer en la sociedad indonesia, realizan talleres con familias, jóvenes y niños y poco a poco crean mayor conciencia sobre el tema.
Respecto a su espiritualidad y carisma, las hermanas lo describen de la siguiente forma: «Nuestra misión es participar en la misión de Cristo y construir el Reino de Dios predicando su Palabra a los pobres, los enfermos y los necesitados. La congregación está encomendada al cuidado de Nuestra Señora Reina del Rosario, y como hermanas estamos llamadas a imitar a María, la Sierva del Señor. María fue la que siguió fielmente al Señor Jesús hasta el Calvario, por lo que es un modelo para nosotras sobre cómo seguir a Cristo. Ella es también la Maestra de vida espiritual, apostólica y comunitaria. En nuestra vida diaria, nos esforzamos por ser madres y hermanas de quienes encontramos, y en el espíritu de acción de gracias del Magnificat, servimos a Dios y a su pueblo con un corazón alegre y con sencillez».
Asimismo, la congregación, cuyo fundador fue el arzobispo Gabriel Manek, SVD, Vicario Apostólico, ahora Siervo de Dios, y la Madre Anfrida van der Werff, tiene una preocupación misionera arraigada en su alma: fue iniciada como respuesta a la carencia de sacerdotes y religiosos en la Iglesia local y también como acto de gratitud hacia Dios por el constante cuidado hacia los cristianos de Larantuka.
Estos fieles mantuvieron su fe en Cristo durante más de dos siglos, a pesar de la falta de atención pastoral, gracias a su devoción a Nuestra Señora y al rezo diario del Rosario. En honor a este momento histórico, la congregación de religiosas fue consagrada a María, Reina del Santo Rosario.
Durante el año 2020, en medio de la pandemia en Turquía, las Hermanas de Ivrea, que trabajaban en la escuela italiana y colaboraban con la Parroquia del Santo Rosario de Alsancak en Izmir, decidieron partir. Tras una exhaustiva búsqueda, los sacerdotes locales recurrieron a las Hermanas Hijas de la Reina del Santo Rosario de Indonesia, quienes demostraron disposición para una posible misión en la zona. Después de una evaluación por parte de la Madre General, Sor Gratiana, y la Provincial de Europa, Sor Sofía, estas religiosas, bajo la acogida del arzobispo Martin Kmetec y con los permisos requeridos, se establecieron en Izmir.
En el año 2024, dos jóvenes religiosas, Sor Magdalena y Sor Yona, arribaron a la parroquia, siendo recibidas con entusiasmo. Su presencia ha sido bien recibida por los fieles desde el inicio. Actualmente, las hermanas indonesias han iniciado un curso intensivo de turco y dedican cada jornada a recibir a visitantes y peregrinos, buscando testimoniar su fe en Cristo con humildad, gentileza y simplicidad.
