(M.Velasco/La Razón) «Hoy en día, cuando se escribe un libro erótico se expone uno mucho menos que si trata de espiritualidad», afirmó entonces. «La espiritualidad hoy es algo muy difícil de comunicar porque se considera que tiene que ver con el oscurantismo o que es una parte de la psiquiatría», sostenía.
«Dios me ha cogido de la mano»
Sin embargo, ella se ha internado en el complejo camino de revelar su nacimiento al cristianismo, a la fe que le ha sido dada – «me llegó», afirma– y no se avergüenza de definir a Dios en su vida como «Aquel que me acompaña desde la infancia, un Dios que me ha tomado de la mano», relata. «Estoy reescribiéndome por completo», confiesa, mientras ella misma se sorprende de su renacimiento.