(Protestante Digital) Estos creyentes habían distribuido un folleto en el que se cuenta el testimonio de un hombre cuya vida cambió después de una experiencia de fe en una iglesia.
Durante la apelación de la condena, el 6 de abril de 2016, el procurador general (Director del Ministerio Público) ya había eliminado el cargo de «insulto público». La decisión final se aplazó hasta el 25 de mayo.
En este caso el Tribunal de Apelación de Burdeos dictó su veredicto en contra de la sentencia, anulando todos los cargos debido a defectos de procedimiento. Asimismo, se absolvió a los dos acusados y se rechazaron todas las demandas de la parte civil.
El Consejo Nacional de Evangélicos franceses (CNEF) mostró su satisfacción por la decisión del Tribunal de Apelación de Burdeos «que aplica estrictamente las normas de procedimiento para sancionar a los jueces del tribunal inferior. No obstante, lamenta el hecho de que no se haya realizado ninguna apreciación en la sentencia sobre el fondo de la acusación».
La organización que representa a la mayoría de los cristianos evangélicos en Francia añade: «Como recordaron los abogados de los acusados a la corte, los elementos necesarios para probar la acusación subyacente de discriminación en este caso simplemente no existían. ¿Acaso no se está hablando de la posibilidad de cambiar y del derecho a contar la propia experiencia personal de cada uno, ya sea basada en las creencias religiosas, políticas, filosóficas o la orientación sexual de cada uno?»
El CNEF hace hincapié en que «la libertad de expresión es un derecho indivisible que protege todas las opiniones de todo tipo. No podemos decir esto para nosotros mismos a no ser que se la concedamos a los demás, excepto en el riesgo de transformarla en un instrumento de propaganda para una causa partidista».
«El CNEF, que ha apoyado a los dos acusados y a su iglesia local desde el primer momento, se goza con ellos en el resultado de este juicio. Al mismo tiempo, reafirma su compromiso de defender, en todas partes y para todos, la libertad de expresión, que es la piedra angular de nuestra democracia preciosa».