(Asia News) Según China Aid – una ONG que monitorea la situación de los cristianos en China- el homicidio ocurrió el 14 de abril pasado. El pastor Li Jiangong y su esposa, Ding Cuimei, vieron llegar las excavadoras, enviadas allí por el gobierno con el objetivo de demoler la iglesia Beitou de Zhumadian, en la provincia de Henan. Un inversor local había hecho una oferta a las autoridades por dicho terreno, pero quería que éste fuera vaciado. Las dos personas se ubicaron frente a las maquinarias pesadas para impedirles que prosiguieran.
Uno de los miembros de la escuadra de demolición habría incitado a los operarios: «Sepultadlos vivos por mí, no os preocupéis. Asumo totalmente la responsabilidad por sus vidas». Una excavadora los arrojó, entonces, a un hoyo ya excavado, que luego rellenó con tierra. Llorando y pidiendo ayuda, Li logró excavar una vía de escape. Pero Ding murió ahogada antes de que su marido pudiera socorrerla.
Los cristianos de la zona denuncian la lentitud con que se prestó socorro a las víctimas, además de la actitud de la policía, que parece no tener intenciones de revelar los detalles del caso. El mismo pastor Li está siendo presionado por las autoridades, que temen la “publicidad negativa” tras el homicidio de la mujer.
Desde que fuera lanzada la campaña «Tres rectificaciones y una demolición», tan sólo en la provincia meridional de Zhejiang ya han sido destruidas al menos 1.700 cruces, y han sido demolidas decenas de iglesias en otras provincias, entre ellas, en Hebei, Hubei y Henan.