(Proceso/InfoCatólica) Durante su homilía, el purpurado dijo que «Dios es uno pero en tres personas, la cumbre de la revelación llega cuando el señor Jesús empieza y él es que comienza a revelar a la Santísima Trinidad».
Asimismo, indicó que «la gran riqueza de la revelación es que nosotros tenemos un Dios que es uno solo, pero en tres personas iguales y distintas».
El cardenal remarcó la importancia de darse cuenta que «hay un Dios del cielo y de la tierra que está encima de nosotros, que es nuestro origen y lo llamamos Padre, pero hay un Dios que está con nosotros y es compañero de camino y él es el hijo, el señor Jesús; y un Dios que habita en nuestro interior con entusiasmo y con creatividad y ese es el Espíritu Santo».
Además enfatizó en que «creer en el misterio de la Santísima Trinidad es creer en la comunión del amor entre los seres humanos que otro mundo es posible, porque la comunión permite que el ser humano pueda crecer».
«Somos imagen de Dios y eso se realiza cuando amamos de verdad», expuso al añadir que «la última realidad no es la nada, es el amor y la relación entre los seres humanos».
El Cardenal Rodríguez hizo referencia a que en Honduras «muchos problemas no se resuelven porque actuamos solos, si actuamos con Dios sí lo podemos hacer». Y añadió:
«Decimos que creemos que un Dios todo Poderoso pero no lo dejamos actuar, tenemos lugares de nuestras vidas donde no lo dejamos entrar, estamos seguros que si nos abriésemos a su amor y a su todo poder, muchas cosas podrían cambiar en nuestras vidas».