(News.va) Después de explicar que la alianza educativa está en crisis por las tensiones y desconfianza entre padres y educadores y por la cantidad de «expertos» que pretenden ocupar el papel de los padres, Francisco dijo que, «el papel de los padres es insustituible, solo ellos pueden compensar algunos errores. Sin embargo, a veces se encuentran paralizados por miedo a equivocarse, ante la complejidad de la vida actual y las nuevas exigencias de sus hijos», y que «la Iglesia está llamada a acompañar la misión educativa de los padres, sobre todo con la luz de la Palabra de Dios, que funda la familia sobre el amor».
El Sucesor de Pedro argumentó: «El mismo Jesús recibió una educación familiar, que le ayudó a crecer en edad, sabiduría y gracia. Si la educación familiar recobra su protagonismo, muchas cosas cambiarán para bien. Es hora de que los padres y las madres regresen de su exilio, y se impliquen plenamente en la educación de sus hijos».