(Aica) «El logo» ha afirmado Mons. Fisichella «constituye un compendio teológico de la misericordia y del lema que lo acompaña. Con el lema, tomado de Lucas 6,36, Misericordiosos como el Padre se propone vivir la misericordia siguiendo el ejemplo del Padre, que pide no juzgar y no condenar, sino perdonar y amar sin medida».
«El logo -obra del jesuita Marko I. Rupnik- muestra al Hijo que carga sobre sus hombros al hombre extraviado, recuperando así una imagen muy apreciada en la Iglesia antigua, ya que indicaba el amor de Cristo que lleva a término el misterio de su encarnación con la redención».
El dibujo se realizó de manera que se destaque el Buen Pastor que toca en profundidad la carne del hombre, y lo hace con un amor capaz de cambiarle la vida. Además, es inevitable notar un detalle particular: el Buen Pastor con extrema misericordia carga sobre sí la humanidad, pero sus ojos se confunden con los del hombre. Cristo ve con el ojo de Adán y éste lo hace con el ojo de Cristo. Así, cada hombre descubre en Cristo, nuevo Adán, su propia humanidad y el futuro que lo espera, contemplando en su mirada el amor del Padre.
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