(ACI/David Ramos) Ante el Congreso peruano se presentaron el 28 de abril la Bióloga Carol Maraví, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Episcopal de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Peruana; Juan Velásquez Salazar, asesor legal del Arzobispado de Arequipa; y Amparo Medina, exfuncionaria de la Organización de las Naciones Unidas y actual asesora de la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de Quito y presidenta de la Red Pro Vida y Familia de Ecuador.
Precisamente Amparo Medina, que por su experiencia en la ONU conoce la agenda del lobby del aborto, advirtió que este no busca el derecho a la salud de la mujer, sino a las ganancias económicas de las farmacéuticas que lo financian.
En declaraciones a ACI Prensa tras su participación en el Congreso, Medina explicó que quienes promueven el aborto por violación «están buscando un derecho a las farmacéuticas que están financiando estos proyectos, o de empresas como Playboy que está financiando a las Católicas por el Derecho a Decidir aquí en Perú».
«Algo que tiene que quedar bien claro es que a ningún congresista peruano se le ocurrió dentro de un marco de desarrollo de su país el que se haya dado una ley a favor del aborto por violación, para mejorar la calidad de vida de las mujeres peruanas».
Lo que en verdad existe, aseguró, es «una campaña a nivel internacional de varias ONGs, entre estas el Fondo de Población de las Naciones Unidas para impulsar el aborto en nuestro continente». Medina explicó que los proyectos de ley presentados para legalizar el aborto por violación en Perú y en otros países de América Latina presentan «el mismo marco legal y la misma estructura legal». «Ni siquiera en mucho de los escritos tú ves que cambiaron una coma».
Medina subrayó que «es una estrategia internacional marcada por estos organismos que lo que les interesa en el fondo es réditos económicos». «Se ha comprobado que el aborto en general tiene un costo de 300 dólares en Estados Unidos, en América Latina, porque tienes que pagar médicos, equipamiento, hospitalización, medicamentos. Y este costo de 300 dólares está dado específicamente por tus impuestos o mis impuestos, porque no hay aborto gratuito».
Amparo Medina presentó a los congresistas un manual publicado por feministas peruanas en el que enseñan a las mujeres a abortar en casa con productos químicos, con el riesgo de morir desangradas.
«Lo que les interesa es vender sus productos, y no les interesa dónde lo haga, cómo lo haga, o las consecuencias de ese aborto», dijo a ACI Prensa, señalando que «el mismo manual te dice que te va a dar sangrado, que te van a dar cólicos, que vas a tener que tomar pastillas. El mismo manual te dice que en un momento determinado si no logras controlar la hemorragia ahí sí salgas corriendo a un hospital y no digas que te has practicado un aborto, sino que a lo mejor te caíste o te pasó algo».
Por su parte, la bióloga Carol Maraví indicó a ACI Prensa que «la idea de participar en el debate era dar un poco la visión desde la mujer y también desde la ciencia, que el ser humano en el vientre materno es un ser autónomo, independiente, que está unido a la madre por temas de nutrición, porque es el ambiente adecuado».
El concebido, dijo, «en sí mismo tiene derecho a vivir también, tal como la madre y que no forma parte del cuerpo de la madre, que es uno de los argumentos que siempre utilizan».
Maraví advirtió que la despenalización del aborto por violación beneficia «al violador», pues «él es el que va a ocultar la violación a través del aborto, y eso sucede en otros países del mundo».
La bióloga peruana recordó el caso de Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight, secuestradas en Cleveland (Estados Unidos) por Ariel Castro, quien las tuvo «encerradas en un sótano», violándolas durante varios años y sometiéndolas a repetidos abortos. «Es al violador al que va a beneficiar el aborto», reiteró, y subrayó que «no podemos condenar a muerte al inocente».
Demostrando que los católicos tienen argumentos jurídicos, el abogado Juan Velásquez Salazar, asesor legal del Arzobispado de Arequipa, advirtió que el proyecto presentado por las feministas peruanas «es anticonstitucional, es inviable porque lesiona principios fundamentales de nuestro ordenamiento jurídico».
En declaraciones a ACI Prensa, Velásquez Salazar señaló que «reconocemos que las mujeres tienen los derechos como todas las personas humanas, pero hay un derecho fundamental que es el de la vida». El jurista señaló que «la legislación es abundante en protección al niño. No es un ‘producto’, no es algo que pueda ser desechado ni parte de la mujer». El concebido, explicó, tanto dentro del vientre como fuera depende de su madre, y eso «no le resta el hecho de ser persona».
A través de la plataforma CitizenGO, la Red de Jóvenes Provida Perú lanzó una campaña de recolección de firmas para pedirle a los congresistas de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos que rechacen el proyecto de aborto por violación. Hasta el momento, han firmado más de 3.700 personas.