(Fides/InfoCatólica) «La intención de fondo que inspira nuestra propuesta - informa a la Agencia Fides Anba Antonios Aziz Mina, Obispo copto católico de Guiza y miembro de la comisión de trabajo interconfesional que ha elaborado el texto - es la de facilitar la aplicación de procedimientos simplificados y claros que dependan sólo de la ley, y estén libres de cualquier tipo de voluntad arbitraria».
El proyecto de ley ha sido entregado en manos del juez Ibrahim al-Heneidi, Ministro pro tempore para la Justicia y la Reconciliación Nacional, y deberá ser revisado por la oficina del ministerio. Se espera que el proyecto de ley se discuta a nivel parlamentario durante la primera sesión del nuevo parlamento, después de haber pasado a escrutinio las reformas legislativas de la Comisión.
No se vincularía al porcentaje de población cristiana
Según fuentes locales, ningún artículo del proyecto vincula la construcción de iglesias al porcentaje de la población cristiana en una zona, simplemente porque no hay un censo que pueda representar con precisión la distribución de los bautizados en todo el país. Un artículo indica 60 días como período en el que la solicitud para la construcción de una iglesia debe ser rechazada. Después de 60 días, el proyecto debe ser considerado como aprobado, de acuerdo con el principio del consentimiento tácito. Según la propuesta hecha por las iglesias en Egipto, la concesión de permisos para la construcción de lugares de culto cristiano deben ser ejercidos por las autoridades municipales locales, como es el caso de la construcción de edificios privados, sin la participación de los niveles provincial y nacional de la administración .
Las trabas burocráticas que dificultan la construcción de nuevas iglesias se remontan en parte a la época otomana. En 1934, el Ministerio del Interior añadió las llamadas «diez reglas» que prohíben, entre otras cosas, la construcción de nuevas iglesias cerca de escuelas, canales, edificios del gobierno, ferrocarriles y zonas residenciales. En muchos casos, la aplicación estricta de estas normas ha impedido la construcción de iglesias en las ciudades y pueblos habitados por cristianos, especialmente en las zonas rurales del Alto Egipto